la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 15 de julio de 2019

Pamplona: Rafaelillo, Cayetano y Cebada / por Antolín Castro



Me van a permitir que ponga en valor a quienes se enfrentaron a esa corrida de Miura con un comportamiento propio de su encaste, pero amargo para quienes han de ponerse delante. No todos pueden decir lo que en su día nos dijo Emilio Muñozpor suerte nunca tuve que ponerme delante de una corrida de Miura’. En si la frase encierra por si misma la falsedad manoseada de que ‘el toro pone a cada uno en su sitio’. Quien ha puesto en su sitio a Pamplona en el mapa de la más brutal verdad de la fiesta ha sido Rafaelillo.



Cerró Pamplona su feria y lo hizo, un año más, con la corrida de Miura.

Y el final resultó difícil y dramático. El percance del torero murciano, Rafaelillo, es uno de los más espeluznantes presenciados en los últimos años. Las consecuencias también se saben que son brutales, con varias fracturas costales y un pronóstico de gravedad.

Me van a permitir que ponga en valor a quienes se enfrentaron a esa corrida de Miura con un comportamiento propio de su encaste, pero amargo para quienes han de ponerse delante. No todos pueden decir lo que en su día nos dijo Emilio Muñozpor suerte nunca tuve que ponerme delante de una corrida de Miura’. En si la frase encierra por si misma la falsedad manoseada de que ‘el toro pone a cada uno en su sitio’. Quien ha puesto en su sitio a Pamplona en el mapa de la más brutal verdad de la fiesta ha sido Rafaelillo.

Claro que para cada uno de los que lo dicen la famosa frase habrá que trasladarle la pregunta ¿de qué toro me habla? Si lo hacemos con los lidiados en el cierre de Pamplona, podemos afirmar que la terna tiene el visado para pasearse por las ferias, dado su compromiso y capacidad para terminar matando el encierro arriesgando su anatomía, jugándose la vida con material tan poco propico para ofrecerles en bandeja las orejas.

Juan Leal y Octavio Chacón, que salieron por su pie, pasaron la tarde entre sustos, no solo por el comportamiento de sus toros, también por su disposición, valor y entrega. Rafaelillo tuvo un primero que quitaba el hipo, pero que hubiera quitado las ganas de ser torero a más de medio escalafón, principalmente hemos de referirnos a los que huyen de esta ganadería. Si la fiesta tuviera solo este tipo de toros nadie podría soñar con ver a Manzanares, El Juli o Morante ni una sola tarde. A Rafaelillo, Leal y Chacón, además de otros cuantos, sí. Luego entonces ¿cómo alguien se puede atrever a decir eso de que el toro pone a cada uno en su sitio?. Siendo así, con los de Miura, la terna tan encopetada que he citado su sitio estaría en su casa.

Eso nos ha dejado Pamplona, pero también un éxito de clamor ‘a favor’ de Cayetano, quien se marchó en hombros con cuatro orejas que al aficionado le supieron a muy poco. Será el triunfador absoluto pero en el recuerdo quedarán más cosas de Ferrera, de Urdiales, de Emilio de Justo, de Pablo Aguado, o de Robleño y Castaño con los toros de Escolar.

También podemos, y debemos, citar a Manuel Escribano, Rubén Pinar y Juan del Álamo, quienes se quedaron sin el premio que supone torear en Pamplona, un premio que lo es también para sus particulares economías. La suspensión por la lluvia torrencial de la corrida de Cebada Gago ha dejado, además de esos toreros damnificados, la sensación de que han faltado reflejos y determinación para haber aplazado y no suspendido. Los toreros se quedaron sin torear pero la afición se quedó, también, sin ver el juego de una ganadería clásica en Pamplona.

El ‘Pobre de mi’ dará paso a la andadura del San Fermín 2020, pero los hechos relatados: El terrorífico percance de Rafaelillo, el triunfo que se llevó de Caye… Cayetano y la ausencia de poder ver los Cebada, y Escribano, Pinar y del Álamo, forman ya parte de la memoria del San Fermín 2019. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario