"...Después del relumbrón verbenero de las llamadas figuras con lo más impresentable del campo bravo, se han despedido las Fallas con la seriedad de un cartel para aficionados por lo que esta vez solo han ido los cabales, la masa que pone el lleno ya había puesto el no hay billetes jueves, viernes y sábado. Ureña y Luque dos toreros de cuerpo entero y en un gran momento frente a los victorinos..."
Un gran Luque y un sacrificado Ureña ante las vergüenzas de los victorinos
El encierro del famoso hierro de la A coronada no estuvo a la altura de la cita
CARLOS ILIÁN
MARCA/19/03/2023
Plaza de Valencia. Novena y última corrida. Media entrada.
Toros de Victorino Martín (3) de feas hechuras, juego bronco y descastado, el cuarto se empleó más pero por la lidia bien planteada. El sexto se fue de largo al caballo de forma espectacular pero llegó fundido a la muleta.
Paco Ureña (6) de grana y oro. Pinchazo y estocada desprendida (saludos). Dos pinchazos y descabello (silencio). Estocada caída (saludos).
Daniel Luque (8), de celeste y oro. Pinchazo y estocada trasera (silencio). Estocada desprendida (una oreja). Estocada corta y caída y descabello (ovación)
Después del relumbrón verbenero de las llamadas figuras con lo más impresentable del campo bravo, se han despedido las Fallas con la seriedad de un cartel para aficionados por lo que esta vez solo han ido los cabales, la masa que pone el lleno ya había puesto el no hay billetes jueves, viernes y sábado. Ureña y Luque dos toreros de cuerpo entero y en un gran momento frente a los victorinos. Era un cartel muy serio. Pero, ¡ay!, los de Victorino han sido un remedo de su leyenda. Toros de feas hechuras, blandos y muy limitados de casta.
Enfrente Ureña y Luque se emplearon a modo tapando las verguenzas de los cárdenos albaserradas. Por supuesto en este encaste casi siempre sale algún toro que da la cara pero exigiendo los papeles. Ayer ha sido el cuarto, exigente y con mucho que torear. Enfrente Daniel Luque en estado de gracia, o sea en plenitud de afición, valor y recursos para dar la rèplica en una faena perfecta en su planteamiento para cuajar los redondos muy ligados e irse después al pitón izquierdo.
Un pitón áspero por el que el toro no quería dar una sola ventaja, pero Luque fue sorteando las piedras en el camino para vencer al final a base de quietud, temple y mando. Al final Luque se dió el lujo de unos naturales solemnes habiendo arrojado previamente la espada. Detalle torero sin alharaca y una estocada mortal. Se pidieron con fuerza las dos orejas pero el palco, que las regaló sin pudor a las figuras, se las negó a Luque. Al final un apéndice. Pero lo importante ya estaba registrado por los buenos aficionados.
En el sexto Luque quiso lucir al toro en varas. El victorino se arrancó de largo dos veces al caballo, la segunda desde veinte metros. Todo un espectáculo. Pero en tanto despliegue se quedaron la fuerza y la bravura. Luque sobó lo suyo en una intento inútil de muletazos sin brillo.
Paco Ureña, que junto a la de Luque ayer, había cuajado el miércoles la otra faena importante de estas Fallas, se ha tenido que entregar en una sacrificada labor, ingrata en su resultado porque ni uno solo de sus tres toros le permitió otra cosa que echar mano de su forma de cargar la suerte, por ejemplo en los muletazos al primero o jugársela en las embestidas cortas y a la defensiva del tercero y especialmente del quinto. En todo caso Valencia ha valorado su labor y es que en esta plaza Ureña se ha ganado hace tiempo ese respeto.
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