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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 30 de noviembre de 2014

Mou, Mouriño, Ramos y, al fondo, el pirómano Del Bosque / por Juan Manuel Rodríguez


"...Nunca, jamás a lo largo de su trayectoria deportiva, Vicente del Bosque ha sido tan crítico con un futbolista suyo como con Sergio Ramos. ¿No debió decir eso? ¿Se equivocó?... ¿Y quién se supone que daría entonces la cara por los veteranos de mil batallas? ¿La misma persona que consintió la diferencia de trato entre un novel como Costa y el resto de los jugadores?..."

Mou, Mouriño, Ramos y, al fondo, el pirómano Del Bosque

30 de Noviembre de 2014 
Si Sergio Ramos criticó a Diego Costa, Cesc Fábregas se dio injustamente por aludido y respondió a Ramos, José Mourinho contestó a Sergio y éste, en una respuesta que condensa lo mejor del mourinhismo, salió con gracia del brete metiendo por medio al presidente del Celta de Vigo, a quien ni le va ni le viene esta historia pero cuyo apellido invita a la gracieta por similitud con el del genio de Setúbal, es simple y llanamente por una razón: porque Vicente del Bosque consintió al goleador del Chelsea que hiciera algo que a otros internacionales veteranos y con muchos más partidos que él en sus botas no permitió. Si la selección es hoy un polvorín no es por Ramos, que hizo lo que debía, ni por Cesc, que viajó hasta Madrid y fue devuelto a Londres por los médicos, ni tampoco por Mourinho, que defendió a su club, o Costa, que obedeció a su técnico, sino por Del Bosque.

El madridismo le achaca a Vicente del Bosque, y yo creo que con bastante razón, que únicamente es claro y rotundo cuando de lo que se trata es de reprender a alguien del club blanco, ya sea presidente, entrenador o jugador, lo mismo da. Es posible que el seleccionador, convencido para sus adentros de que el éxito o fracaso de España, y por lo tanto su propio éxito o fracaso, dependía de los Xavi, Iniesta, Piqué, Puyol y compañía, quisiera hacerse perdonar nada más llegar a su nuevo cargo los 30 años largos en la casa blanca y ahora ya sea incapaz de echar el freno y marcha atrás o de distinguir siquiera entre lo que es cierto y lo que no. El otro día, por ejemplo, pasaron inadvertidas unas declaraciones de Del Bosque en el programa La Jungla de Radio 4G: "Sergio Ramos no debió decir eso, se equivocó".

Nunca, jamás a lo largo de su trayectoria deportiva, Vicente del Bosque ha sido tan crítico con un futbolista suyo como con Sergio Ramos. ¿No debió decir eso? ¿Se equivocó?... ¿Y quién se supone que daría entonces la cara por los veteranos de mil batallas? ¿La misma persona que consintió la diferencia de trato entre un novel como Costa y el resto de los jugadores?... Si Ramos salió a la palestra fue porque no le quedó más remedio y, además, porque sabe que nadie se va a atrever a prescindir de él. Otros (y no quiero mirar a nadie, Álvaro Arbeloa) hablaron antes que Sergio sin miedo a las consecuencias, que inevitablemente llegaron. Un mal rollo que no podrá solucionar evidentemente Del Bosque, el auténtico y genuino pirómano de una historia que, más pronto que tarde, acabará saltando por los aires.

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