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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 27 de noviembre de 2014

Por qué Santiago Bernabéu estaría a favor de ponerle apellido al estadio (y IV) / por Juan Manuel Rodríguez



"...¿Comercializar el nombre del estadio?... ¡Anatema!... Los periódicos sí pueden vender vajillas o edredones pero el Real Madrid no puede apellidar Cepsa a su campo..."

Por qué Santiago Bernabéu estaría a favor de ponerle apellido al estadio (y IV) 


Por supuesto que Santiago Bernabéu estaría a favor de ponerle apellido comercial al estadio que lleva su nombre. Y si le dijeran que así iba a competir mejor su Real Madrid estoy convencido de que incluso apostaría porque se lo cambiaran. El fútbol ha ido por el camino que él intuyó certeramente hace tanto tiempo y el club que él dejó ha sabido superarse y mejorar día a día hasta convertirse en lo que es hoy, un modelo para casi todos. Y si digo "para casi todos" es porque a los augures de lo que va a ir mal, estos auténticos Pierre Nodoyuna del deporte, les vuelve a parecer que hay algo poco claro en el hecho de que el Real Madrid pretenda mejorar su estadio y que, para lograrlo, acuda a la financiación externa... como hacen todos. ¿Comercializar el nombre del estadio?... ¡Anatema!... Los periódicos sí pueden vender vajillas o edredones pero el Real Madrid no puede apellidar Cepsa a su campo.

Volviendo al caballero del principio, el "clásico". A lo mejor no es culpa suya. Puede que piense que si el Real Madrid es el número uno mundial es por una suerte de concesión divina y que eso no va a cambiar, no puede cambiar jamás. Pero hay que explicarle que eso no es así. Detrás del éxito actual del club, del cambio que ha experimentado en los últimos quince años, se encuentra un modelo claro de gestión económica, un modelo diseñado y ejectutado hasta el más mínimo detalle. Si uno quiere competir con auténticos tiburones de las finanzas ha de ser más listo y ha de estar más hábil. No hay concesiones. No hace tanto tiempo que este mismo club que hoy se ha convertido en una de las marcas más potentes del mundo tenía graves problemas incluso para pagar la nómina de sus empleados. Aquello, y no esto, sí que no le habría gustado ni un pelo a Santiago Bernabéu.

Las cosas no han cambiado tanto en realidad. Los actuales augures de lo que va a ir mal son hijos, nietos o bisnietos de los augures originales, de aquellos que hace ya medio siglo le mostraron a Santiago Bernabéu la puerta de salida. Aquella situación tan surrealista, típica del cainismo español, le hizo exclamar a don Santiago aquello de que él sólo hizo una cosa mal en su vida, ser presidente del Real Madrid: "Cuando me eligieron creí que iba a estar un año... y llevo treinta y cuatro. Entonces, como ahora, la gente ya quería o que se hundiera el campo o que se hundiera el club". Seis meses después de conseguir La Décima, sesenta años después de lograr La Primera, el objetivo sigue siendo similar. Ayer a propósito de James, que venía para hacer negocios en Colombia: hoy a propósito de Cepsa, "una gasolinera". Mañana... Apuesto a que mañana será, por ejemplo, la cruz del escudo que aparece en las tarjetas de crédito del Banco Nacional de Abu Dhabi.



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