"...Desgraciadamente, tan buenos ejemplares cayeron en manos de quienes cayeron. Si estos toros los pillan Diego Puerta, Paco Camino y El Viti, hubieran dado un recital, salido todos a hombros, y la corrida hubiera sido recordada emocionadamente durante años..."
EXCELENTE CORRIDA DE NÚÑEZ DEL CUVILLO
- Últimamente se ha puesto de moda defenestrar a Manzanares. Es de muy buen aficionado ponerle a caldo. Y le ponen a caldo los mismos que le alababan hasta el delirio hace tres años. Pues ni tanto, ni tan calvo. Ni hace tres años era tan bueno, ni ahora es tan malo.
Domingo Delgado de la Cámara
Joaquín Núñez del Cuvillo ha mandado a Sevilla una excelente corrida de toros. Es muy difícil que en una corrida embistan los seis bureles, y en esta embistieron todos. No sólo eso, es que hubo algunos de calidad extraordinaria. Desgraciadamente, fueron malgastados vilmente. Solamente Manzanares aprovechó (a medias) las espléndidas embestidas de los cuvillos. En un estilo distinto a los victorinos, los toros de ayer depararon una gran oportunidad de triunfar. Fueron los toros con los que sueñan los toreros, toros de embestida templada y suave, que sólo acuden cuando los citan. Porque la bravura pegajosa, puede llegar a ser muy agobiante, pero esta bravura dulce y suave, es para mecer los engaños y soñar el toreo. Desgraciadamente, tan buenos ejemplares cayeron en manos de quienes cayeron. Si estos toros los pillan Diego Puerta, Paco Camino y El Viti, hubieran dado un recital, salido todos a hombros, y la corrida hubiera sido recordada emocionadamente durante años.
La corrida de Cuvillo estuvo muy bien presentada. Eran toros muy parejos, bien hechos a la par que serios. En el caballo simplemente cumplieron, pero a la muleta llegaron derrochando dulzura y buen estilo. Dos de los cuvillos tuvieron la desgracia de encontrarse con Rivera Ordóñez. ¿Para qué ha vuelto? Que yo sepa nadie se lo ha pedido, como tampoco ha pedido nadie que reaparezca Cayetano. El lote de Rivera fue el perfecto para dar credibilidad a una reaparición. Fueron dos toros muy fáciles y muy nobles que no tiraron una mala cornada, dos toros para estar a gusto y gustarse. Además, eran los ideales para un torero poco puesto, porque su embestida era larga y sólo acudían cuando eran citados. Un Rivera fondón, dio con ellos todo un recital de vulgaridad. No hubo un muletazo mínimamente hondo y sentido. Dio mil medios muletazos horrorosos, todos ellos abusando del pico. Es evidente que toda la carrera de este torero se ha cimentado en el prestigio de sus antepasados, porque su calidad y sus méritos, siempre han dejado mucho que desear.
Rivera estuvo tan vulgar, que hasta se percató de ello el bondadoso e ignorante público feriante que llenaba la plaza. Porque en realidad existen dos plazas de Sevilla. Está la de media entrada, con un público frío y conocedor, hilando muy fino. Y está la de plaza llena, con medio Bollullos y media Castilleja de la Cuesta en el tendido, aplaudiendo todo y jaleando cualquier cosa. Pues bien, hasta este público se dio cuenta de cómo estuvo Rivera.
Ya he visto varias veces a David Galván y nunca me ha convencido. Ayer tampoco. Tiende al medio muletazo, al envaramiento y a no bajar la mano. Por eso no aprovechó un lote con muchas posibilidades. Lo que calentó al público en el sexto fue una voltereta, y un arrimón de última hora cuando ya se le había ido el toro. Por cierto, con este toro nunca toreó con la mano izquierda. A la hora de matar se vino abajo. Vueltecita al ruedo a beneficio de inventario. Intuyo que de valor, justito…
Los dos mejores toros cayeron en manos de Manzanares, que estuvo infinitamente mejor que sus compañeros. En realidad no hay comparación con respecto a ellos, son dos dimensiones incomparables. A pesar de que su cuadrilla fue obligada a saludar, debido a la novelería del público sevillano, ayer esa cuadrilla no brilló precisamente. El banderillero Juan García, sufrió un volteretón al banderillear al cuarto, porque Blázquez no estaba en su sitio para cortar al toro. Los pares de Curro Javier fueron a toro pasado. Sin embargo, Álvaro Núñez puso un gran par al tercero jugándose la barba, que pasó totalmente desapercibido para los “entendidos”. ¡Cuánta tontuna hay en esta plaza!
El lote de Manzanares fue excepcional por su enorme calidad. Era un lote para obtener un triunfo memorable. Con este lote se vieron nítidamente las cualidades y las limitaciones de Manzanares. Y también se vio el techo del torero, ya sabemos lo que puede dar de sí. Entre las cualidades hay que destacar un empaque extraordinario que deslumbra y tapa todos los defectos. También hay que destacar su facilidad para ligar el toreo con la mano derecha. Y la belleza de los remates. Como defectos principales su tendencia a torear muy despegado, su tendencia a dar series muy cortas y su dificultad para ligar el toreo con la zurda. Y eso que ayer, los toros tenían el viaje tan largo, que dio alguna serie con la izquierda bastante apañadita. Manzanares acompaña muy bien pero manda muy poco en la embestida del toro. Le cuesta bajar la mano y pasarse al toro cerca, por eso su toreo es bello pero si hondura. Y ese fue el pero principal a sus faenas de ayer. Muy compuesto todo, pero el toro pasaba muy lejos, sobre todo en los pases de pecho. Hasta se ha llevado un revolcón de lo fuera de cacho que estaba.
Lo he dicho antes, con estos toros Manzanares ha mostrado su techo. A estas alturas ya no basta con estar bonito, hay que cuajar faenas rotundas y macizas. Y el que acompaña las embestidas, también acompaña a las figuras, que son quienes mandan en las embestidas. A pesar de todo, si mata bien, sale por la Puerta del Príncipe. Falló con la espada en los dos toros. ¿Porqué?
Se empeña en recibir a casi todos sus toros. Por la propia naturaleza de la suerte de recibir, es dificilísimo que salga bien. Cualquiera que haya usado armas, sabe lo difícil que es acertar a un blanco en movimiento. Pues más difícil debe ser con una espada y con un toro que viene hacia ti con una fuerza enorme. A Manzanares le ha salido bien hasta ahora, por la gran convicción personal que ponía en el empeño, pero lo lógico es pinchar como ayer. Se necesita mucha suerte. Y ayer no la tuvo. Lo malo es que al volapié no lo ve claro. Tengo la impresión de que Manzanares ha matado por cojones, no por una técnica asumida y racional. Y eso no puede sostenerse a diario.
Últimamente se ha puesto de moda defenestrar a Manzanares. Es de muy buen aficionado ponerle a caldo. Y le ponen a caldo los mismos que le alababan hasta el delirio hace tres años. Pues ni tanto, ni tan calvo. Ni hace tres años era tan bueno, ni ahora es tan malo. Desde luego no es un figurón decisivo, pero sí es un torero de clase, que a veces, con la espada logra lo imposible. Avales muy superiores de los de muchos toreros tratados con mimo por los críticos influyentes. Y yo que nunca le alabé en los días de vino y rosas, tampoco estoy dispuesto a subirme al carro de los francotiradores. Porque es injusto. Además, el empaque siempre tuvo su lugar en el Toreo.
D.Domingo dice Vd en su ,por otra parte, excelente crónica:
ResponderEliminar“…el bondadoso e ignorante público feriante que llenaba la plaza. Porque en realidad existen dos plazas de Sevilla. Está la de media entrada, con un público frío y conocedor, hilando muy fino. Y está la de plaza llena, con medio Bollullos y media Castilleja de la Cuesta en el tendido, aplaudiendo todo y jaleando cualquier cosa. Porque en realidad existen dos plazas de Sevilla. Está la de media entrada, con un público frío y conocedor, hilando muy fino.”
Suena a peyorativa la mención al público de Bollullos y Castilleja que pertenecen al Aljarafe sevillano, cuna de grandes profesionales de la Fiesta y de una afición al toreo y sobre todo al toro,proporcionalmente mucho más numerosa y entendida que la de Madrid ,por ejemplo.
Afición que ,por causas sobradamente conocidas,no suele ser la que llena la Maestranza en “farolillos”.
Honor y respeto para esa afición y aguantoformo para soportar a los que llenan la Maestranza procedentes de los más variados lugares,incluído madrileños, que vienen a “las ferias”.
Por otra parte,estoy completamente de acuerdo con todo lo demás expresado en su reseña.