la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 26 de abril de 2015

UNA TARDE AGRADABLE / por Domingo Delgado de la Cámara


Padilla y Fandi / Foto de Archivo.

"...Siempre acudo con pereza a ver a Padilla y El Fandi. Y luego resulta que me lo paso mejor que la mayoría de las tardes. Estamos ante dos grandes profesionales, que ponen todo de su parte para satisfacer al respetable..."



UNA TARDE AGRADABLE

  • "...Muerto el primero de la tarde, se lanzaron al ruedo dos antitaurinos, montando el numerito habitual, hasta que fueron retirados. Me conozco su cara, son los mismos energúmenos de Madrid y Valdemorillo. Si repiten el numerito, es porque no tiene malas consecuencias para ellos..."



Domingo Delgado de la Cámara
Antes de nada un pequeño comentario. Últimamente la duración de las corridas es excesiva. Antes duraban dos horas, ahora duran dos horas y media, a veces más. Hay que agilizar la lidia, retirando al caballo de picar por la puerta más inmediata y haciendo sonar los avisos con rigor. Entre toro y toro se debe aguardar lo justo para retirar al toro muerto y nada más. Y los toreros deben ser más sobrios dando la vuelta al ruedo. Antiguamente la daban rápido y desde el tercio, ahora la dan pegados a la barrera y abrazando hasta a su tía la del pueblo. Con tanta parsimonia las corridas se eternizan y acaban siendo un martirio. Un espectáculo no puede durar más de dos horas. A partir de ahí, se harta al público innecesariamente. Y digo todo esto porque todas las tardes estamos saliendo a las nueve de la noche. Y no puede ser.

La corrida de Jandilla de ayer lució una presentación impecable y dio buen juego en términos generales. Pero como ahora se dice, le faltó romper. Todos los toros se vinieron debajo de mitad de faena en adelante. A pesar de esto, y visto lo visto, aceptable encierro.

Siempre acudo con pereza a ver a Padilla y El Fandi. Y luego resulta que me lo paso mejor que la mayoría de las tardes. Estamos ante dos grandes profesionales, que ponen todo de su parte para satisfacer al respetable. Y que se pasan los toros más cerca y los aprovechan más cabalmente que muchos matadores de campanillas con mucho ringorrango. Y es que otra vez nos topamos con los tópicos. La popularidad de ambos, además, es verdadera. No se debe a unos apellidos famosos o a salir en las vomitivas revistas del cuore. Se debe a su buen hacer delante de los toros. Aunque no gusten a los exquisitos, toreros así son necesarios.

Padilla se fue a portagayola, pegó cuatro largas cambiadas muy limpias y cuando se puso de pie para torear a la verónica fue cogido sufriendo una voltereta espectacular. No sacó los brazos, de ahí el percance. No le amilanó el volteretón. Puso banderillas a sus dos toros y llevó largos y por abajo a sus oponentes en dos faenas animosas. A lo mejor no tiene clase, pero manda en las embestidas, sacando faena a dos toros bonancibles un poco venidos abajo. Cortó una oreja del cuarto. Y otra habría cortado al primero de haber estado acertado con los aceros.

El Fandi tiene una enorme facilidad para torear de capa. Con el capote hace lo que quiere. Lo ve con una claridad enorme. Lanceó a la verónica bien. Estuvo variado y lucido en todas sus intervenciones en quites, destacando un precioso quite de frente por detrás. Hacía tiempo que no veía al granadino tan bien con los rehiletes. En su primero destacó el para corriendo hacia atrás y otro de poder a poder. En su segundo, la forma de parar al toro tras haber culminado el tercio. Efectivamente, El Fandi baja con la muleta. Pero no tanto como dicen. Sí que es cierto que al Fuenteymbro que le cupo en primer lugar, le ahogó. Fue un toro bravito pero de fuerzas justas. Si le hubiera dado más sitio y atacado menos, el toro podía haber durado más. El sexto se paró pronto. El Fandi sacó algún natural muy largo.

Miguel Abellán estuvo por encima de un primer jandilla muy bonancible pero que sólo tuvo tres series y de un segundo, muy alto, que nunca se entregó.

Muerto el primero de la tarde, se lanzaron al ruedo dos antitaurinos, montando el numerito habitual, hasta que fueron retirados. Me conozco su cara, son los mismos energúmenos de Madrid y Valdemorillo. Si repiten el numerito, es porque no tiene malas consecuencias para ellos. La ley taurina actualmente vigente, considera la alteración del orden público una falta grave. Si se les aplicara la correspondiente sanción prevista en la ley, a estos mamarrachos se les quitaría la gana de provocar. Nada como tocar el bolsillo del personal para hacerlo prudente. Por tanto, aplíquese la ley de una vez. 

A pesar de las ausencias toreras, desde el martes, la gente está acudiendo a la plaza. Las entradas están siendo buenas, y las cuentas están saliendo. En esta tesitura, cuando quieran volver las figuras absentistas, a lo mejor, la que no quiere es la empresa.

4 comentarios:

  1. UNA TARDE AGRADABLE pudo ser para Mariano Rajoy cuando apareció hace unos días en mangas de camisa contando MENTIRAS.

    Los datos sobre la evolución del paro y del empleo en el primer trimestre son malas noticias para Mariano Rajoy. Por mucho que el presidente aparezca en mangas de camisa contando mentiras, al PP le va a ser cada vez más difícil alzar la bandera de la recuperación económica como su gran baza electoral. Porque los expertos abrigan cada vez más dudas sobre la solidez de la misma, y están empezando a decirlo, y porque la gente se está convenciendo de que si no percibe una mejora real es porque no la hay. A una derecha ahogada por los escándalos de corrupción ya sólo le queda un argumento: el de acusar a sus rivales de carecer de una política económica mejor, el de que no saben cómo van a reducir sustancialmente el paro. No le va a funcionar, porque a quien está cayendo por la pendiente no le funciona nada. Pero, ¿hay algo de cierto en eso?.

    El debate preelectoral no está aportando demasiadas pistas al respecto. Es cierto que lo que en estos momentos se dirime es la suerte de las elecciones municipales y autonómicas y se supone que las cuestiones “macro” se abordarán más adelante. Pero a nadie se le escapa que lo que está encima de la mesa es la posibilidad de un cambio político con mayúsculas y que los comicios locales y regionales son sólo una pieza, un paso, de ese empeño mayor. Tanto es así que la campaña en curso está marcada, además de por la corrupción, por las definiciones generales, los modelos políticos y los principios, mucho más que por las propuestas concretas en materia municipal y autonómica. Estamos asistiendo a una primera vuelta de las generales más que otra cosa. Y el futuro de la economía española no ocupa un espacio significativo en la misma.

    No hay duda de que a la vuelta del verano, como muy tarde, todos los partidos de la oposición darán a conocer su programa económico. Ciudadanos ya lo está haciendo y aún es pronto para saber si esa anticipación es un acierto o un error. Del PP no cabe esperar mayores novedades sino más de lo mismo. Podemos y el PSOE no defraudarán a la hora de proponer medidas que, bien aplicadas, podrían cambiar en algo, o en mucho, las cosas. Cuentan, o pueden contar, con expertos capaces de hacer eso y bastante más. Desde luego, mucho mejores que Montoro.

    Para mejorar la situación económica se pueden hacer cosas que el PP no está haciendo y también erradicar prácticas que marcan la trayectoria del gobierno actual y que son muy dañinas para la mayoría de los ciudadanos. Nuevas normas en materia de contratación laboral, una reforma fiscal, una nueva reglamentación de los derechos y deberes de la banca privada, nuevos criterios para controlar el gasto público y evitar el despilfarro, incluyendo entre ellos una nueva visión de las atribuciones del estado central y de las autonomías, y, por supuesto, políticas eficaces para ayudar de verdad a los grandes perdedores de la crisis, a los millones de pobres y a los que están a punto de serlo. Todo eso es posible si la relación de fuerzas que salga de las urnas lo permite.

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  2. No hay duda de que medidas eficaces en las citadas direcciones tendrían un impacto en la marcha de la economía. Más bien a medio plazo, ciertamente. Pero para reducir el paro, y sustancialmente, que es lo que hace falta, sería preciso mucho más. El diagnóstico de los expertos es concluyente al respecto: sólo se puede lograr colmando el inmenso agujero que ha dejado la crisis de la construcción. Y no sólo porque una parte sustancial del desempleo procede, directa o indirectamente, de ese sector, sino porque éste era el motor de la economía, la clave de su crecimiento y mientras no se encuentre algo equivalente que lo sustituya seguiremos más o menos en las mismas.

    Está claro que el turismo no es una alternativa. Porque, más allá de los años malos que pasó al principio de la crisis, siempre ha estado ahí y a pesar de su potencia, de la que ya no se pueden esperar grandes crecimientos, no ha evitado el desastre. La solución, de haberla, tiene que estar en otra parte.

    Y no hace falta ser un genio de la economía para intuir que la única alternativa posible es un plan de inversiones públicas muy importante y muy bien pensado, capaz de reactivar la inversión privada y de desarrollar los sectores económicos que estén a la altura de los tiempos y, por tanto, que tengan futuro. Sin algo como eso, unido a todos los cambios que antes se citaban, no se va a poder romper el círculo vicioso.

    El problema es que el Estado español no tiene dinero para hacerlo. Y con una deuda pública que se acerca al 100 % del PIB tampoco puede endeudarse a esos fines. Sólo con el apoyo de la UE y del BCE se podría abordar ese empeño. Y llegados a ese punto surge la melancolía. Porque nada indica que los que mandan en Bruselas estén ni por asomo dispuestos a asumir el cambio de sus actuales postulados que implicaría financiar un plan de inversiones para reducir el paro en España. Su actitud ante las peticiones y propuestas que ha hecho la Grecia de Syriza, basándose en argumentos perfectamente compartibles, es una lamentable pero contundente prueba de ello.

    La batalla económica, y el consiguiente debate, está en España. Contra los privilegios y abusos que ha amparado el PP, contra sus interesados errores en materias decisivas, como la política de empleo. Pero también está en Europa. Y aunque ésta nos parezca un gigante inatacable, bueno es decirlo sin ambages. Desde ya mismo. Más allá de sus gravísimos problemas, que ya veremos si no terminan con sorpresas, Syriza tiene un gran activo en su favor: que los griegos que le votaron, y bastantes más, le apoyan sin reservas, al menos hasta ahora, en su pulso con la UE.

    Porque Tsipras y Varufakis les vienen diciendo desde hace años que es Bruselas donde está el gran problema, que es ahí donde están los malos, aparte de los muchos que tienen en su propia casa. No les han ocultado el problema. Sería oportuno que aquí se hiciera algo parecido. Aunque no sea políticamente correcto. Porque si un día se llega al poder, contar con la gente en la pelea, aunque sea desigual, puede ser muy bueno.

    Y en el suma y sigue, ahora aparecen los gastos a todo lujo de Rita Barberá: coches con chófer, 'suites', viajes y comidas en resorts.

    Las facturas de los gastos de representación que ha sacado a la luz Compromís revelan que la alcadesa de Valencia no reparaba en gastos: pagó 4.912 euros por tener a su disposición un vehículo con conductor en un viaje de dos días a Londres.

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  3. Entre noviembre de 2009 y septiembre de 2014 Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, no reparó en gastos de protocolo y representación. Compromís ha publicado en la web ritaleaks.compromis.net 446 facturas cargadas al Consistorio valenciano en concepto de gastos de representación de la Alcaldía. En total, 278.000 euros en tres años y medio gastados en viajes, coches, hoteles de lujo, comidas, celebraciones varias y regalos. Compromís ya ha anunciado que va a denunciar esos gastos ante la Fiscalía.

    Los gastos son de todo tipo: 57.000 euros en billetes de avión, más de 41.000 en restaurantes, 81.000 en hoteles o 25.000 en gastos navideños.

    A nombre de la propia Rita Barberá constan 89, que suman 42.000 euros de 2011 a 2014. En ellas se puede apreciar que la alcaldesa de Valencia no tiene pudor alguno a la hora de gastar el dinero de los contribuyentes. El cargo más alto es uno de 4.912,99 euros por disponer durante dos días de un coche de alquiler con chófer para moverse por Londres durante durante un viaje que hizo a la capital británica en diciembre de 2011 para ver a Bernie Ecclestone, el patrón de la Fórmula 1.

    Las 89 facturas atribuidas a la alcaldesa de Valencia en 'Ritaleaks' ascienden a 42.000 euros de 2011 a 2014.

    Barberá debe tener querencia por los coches de alquiler —y ninguna por los taxis— pues ya en 2009 se gastó otros 6.641 euros por tener a su disposición hasta tres automóviles en viajes a Milán y a Copenhague. Barberá tiene un coche personal en Valencia que ha estado acumulando polvo en un garaje desde que se hizo con el bastón de mando de la ciudad.

    Los gastos en hoteles merecen mención aparte. Las suyas eran estancias cortas pero onerosas. La factura más alta corresponde a una noche en una suite doble en el hotel Gallery Art de Florencia (Italia): 771 euros en 2010.

    Y es que a Barberá, además de los coches con chófer, también le gustan las suites de los hoteles de lujo, en concreto, las del Hotel Palace en Madrid: sirva como ejemplo que la alcaldesa de Valencia cargó a las arcas públicas 685,56 euros por pernoctar una noche en una suite del lujoso hotel madrileño a principios de 2012. Al día siguiente asistió a un desayuno informativo.

    La alcaldesa valenciana no se gastó menos de 152 euros en dormir en un hotel —es la factura más baja en este apartado—, pero llama la atención un cargo de 37,62 euros en agosto de 2013 por "gastos extra realizados durante su estancia en el hotel Villarreal de Madrid". En esa ocasión asistió a una comparecencia del presidente Mariano Rajoy.

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  4. Tampoco se quedaba corta en las comidas. Otro ejemplo: en agosto de 2011 Barberá cargó 472,01 euros en concepto de "Almuerzo Rita Barberá". Dicho almuerzo tuvo lugar en el balneario Resort del hotel Las Arenas de Valencia.

    A Barberá tampoco le gustaba escamotear en billetes de avión o de tren. En noviembre de 2009 se gastó 1.881,62 euros en un billete de avión para ir a Milán haciendo escala en Madrid. En el viaje que realizó a Florencia en 2010 —ese en el que pagó 771 euros por una noche de hotel— se dejó otros 1.747,87 euros en el viaje en avión. Y otros 1.551 euros en volar a Londres, donde alquiló el coche con chófer por casi 5.000.

    El apartado de los gastos de viaje hay casos especialmente sangrantes: dos billetes a razón de 781 euros cada uno por ir en avión a Madrid en 2009 para asistir a una entrega de premios del Comité Olímpico Español (COE). Entonces no había AVE, pero sí en 2012: el 14 de febrero de ese año se gastó 375 euros por ir y volver a Madrid. Hay varias facturas así, y eso que la alcaldesa tenía la Tarjeta Dorada de Renfe que le asegura descuentos y por cuya renovación cargó al Ayuntamiento de Valencia 10,15 euros en febrero de 2013. Esta la factura más baja a su nombre.

    Pero hay muchas más facturas aunque no estén a nombre de Rita Barberá. Llama poderosamente la atención una emitida a nombre de la Alcaldía de Valencia: 5.953,13 euros por "productos de mantequería". Y viene detallada: 268 euros por 36 botellas de Martini Blanco; 179 por 24 botellas de Martini Rojo; 561 euros por 72 botellas de Marqués de Cáceres, 730 euros en 50 latas de berberechos —serie limitada, eso sí— y 337 en mejillones. Y eso que esos precios incluían un descuento del proveedor.

    Tras conocer la publicación de las facturas, Barberá señaló que no son "facturas de la alcaldesa", sino del conjunto de la corporación, y ha anunciado que los servicios jurídicos estudiarán si su difusión vulnera la Ley de Protección de Datos.

    "No hay ninguna Wikileak", ha dicho Barberá, que ha aprovechado la ocasión para acusar a Compromís de hacer un "aprovechamiento de la transparencia municipal".

    Diego Barceló

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