Abc
Fue el hallazgo del comunismo científico: por el bien del pueblo, el “hombre nuevo” sólo puede ser o madero o chota. La fórmula fraguó con la Stasi en la Alemania del Este, cuyo artífice, Erich Honecker, recibió en el 88 la Medalla de Oro de la Complutense.
El número de Rato, con ese guardia sobón que nadie sabe a quién obedecía, ha hecho salivar al hijo más preclaro de la Complutense, Pablemos, que se las echa de líder robespierrista de “les Colérer” y que se propone acabar con el paro y la pobreza por la vía rápida.
La pobreza es un término de comparación, de modo que, eliminando a los ricos, desaparecen los pobres.
Ricos, según la definición socialdemócrata de Garicano, que como demagogo es un Carmona para cursis, serían los que van en Ave (como yo, hoy, a Sevilla, a ver al Cid con los victorinos), y para eliminarlos tiene Pablemos la idea de convertir a los cinco millones de parados en mitad chotas y mitad maderos.
Los chotas de Pablemos serán anónimos y estarán protegidos. Ni siquiera Monedero, al comerse el roscón de la Lomana, podría estar seguro de que el muñeco de la sorpresa no fuera un micrófono fiscal.
Varoufakis lo ha puesto en marcha en la Hélade y Grecia es una locomotora de la economía de barrio, donde te puede denunciar desde el tío del bar que te pone la caña sin factura hasta la novia del mantero que te pilla con una película facha.
–El Mayor Strasser ha sido asesinado –diría Pablemos, que es tan peliculero–. Detengan a los sospechosos habituales.
Un poco de capitán Renault por aquí (hombre, sin el cinismo inteligente de Renault), un poco de Robespierre por allá (hombre, sin la elegancia indumentaria de Robespierre), y a mandar. La dictadura de comité como forma de gobernación, sin Estado.
–La virtud, sin la cual el terror es funesto; y el terror, sin el cual la virtud es impotente.
Es la cultura familiar del abuelo, con el Chaparro, el Vinagre, el Cojo de los Molletes y el Ojo de Perdiz. Y en eso consiste la Revolución.
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Una investigación revela que la Stasi mató en 1983 a Eigendorf, que huyó de la RDA para jugar en la Bundesliga.
ResponderEliminarLos servicios secretos de la desaparecida República Democrática Alemana (RDA), la tristemente célebre Stasi, asesinaron en un accidente de coche provocado, en marzo de 1983, al futbolista internacional Lutz Eigendorf, que tenía 26 años en el momento de su muerte. Así se desprende de una investigación periodística difundida estos días en Alemania.Eigendorf, que en su equipo, el Dynamo Berlín, se había ganado el apodo de Beckenbauer de la RDA, aprovechó un partido en Kaiserslautern para escapar y fichar por el equipo de la Bundesliga. El presidente del Dynamo, nada menos que el recientemente fallecido jefe de la Stasi Erich Mielke, ordenó entonces, según los datos que ahora se conocen, dar "muerte al traidor". Éste es, al menos, el título del reportaje realizado para la televisión alemana por Heribert Schwan tras bucear en los archivos de la Stasi y entrevistar a las dos esposas del jugador, amigos, entrenadores y aquellas personas que lo vieron con vida en la noche del 5 de marzo de 1983 en Braunschweig, antes del mortal accidente, cuatro años después de su deserción a Kaiserslautern.
¿Es suficiente?
G. L