"...Así, el partido contra el Levante es la primera de esas doce torturas ligueras, pongamos por caso que el toro de bronce, para todos los jugadores del Real Madrid... salvo para uno, para Borja Mayoral..."
Una tortura para todos... salvo para Mayoral
El partido que el Real Madrid tiene que ir a jugar esta noche contra el Levante es muy triste. En realidad es el primero de doce tristísimos partidos que al equipo blanco le quedan aún por disputar, doce torturas: el toro de bronce, la rueda de la muerte, el rack, la cuna de Judas, el ataud, el hombre de hierro, el destrozador de rodillas, el tenedor, la sierra, el tornillo de mariposa, la tortura de la rata y, por fin, el empalamiento. El de hoy, además, ante el colista de la clasificación, es un poco humillante porque, siendo como es, jugador por jugador, infinitamente mejor la plantilla del Madrid que la del Levante, ya nada extrañaría a nadie, tampoco que el equipo de Zidane cayera derrotado en el Ciudad de Valencia poniendo incluso en peligro la tercera posición. Casi podría confeccionarse un once titular con las bajas del Madrid que se verá obligado a jugar sin Marcelo, Carvajal, Ramos, Bale, Modric y Benzema, seis titularísimos.
Así, el partido contra el Levante es la primera de esas doce torturas ligueras, pongamos por caso que el toro de bronce, para todos los jugadores del Real Madrid... salvo para uno, para Borja Mayoral. Donde Casemiro, que con Zidane ha pasado al más absoluto de los ostracismos, o Jesé, de quien me aseguran que será suplente, pueden ver un problema, Mayoral tiene que ver necesariamente una solución, una oportunidad, su gran ocasión de triunfar. Salvo en contadísimas ocasiones, los canteranos del Real Madrid siempre han echado históricamente abajo la puerta del primer equipo con calidad o con épica, y casi siempre han tenido que salir a "torear" en situaciones de emergencia; así pasó con la Quinta del Buitre y, más recientemente, con Raúl e Iker. Mayoral podría ser uno de ellos, ¿por qué no?... Igual estamos ante un momento histórico para el club.
En el mismo barco, aunque con menos posibilidades de salir desde el inicio, se encuentran Tejero, Llorente y Odegaard. Odegaard, sí, Martin Odegaard, el chico que cometió el pecado capital de elegir al Real Madrid y no irse al Bayern, al City o al Barcelona, y al que, precisamente por ello, responsabilizaron de todos los males del Castilla... hasta que el Castilla empezó a ganar todos los partidos con el noruego como titular. El partido, como decía, es una tortura, sí, la primera de un total de doce, porque, con el Barcelona campeón "in pectore", el Real Madrid no tiene nada que ganar y todo que perder, pero es sin embargo una oportunidad de oro para ellos, para Borja, Tejero, Llorente y Odegaard. Si salen al campo, si acaban poniéndose la camiseta del primer equipo, seguro que no se les podrá acusar de falta de actitud. También deberemos estar más pendientes que nunca de titulares y de suplentes porque, si finalmente no juegan Isco, James y Jesé, habrán quedado clarísimamente señalados por Zinedine Zidane, que ya no es Benítez.
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