la suerte suprema

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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 4 de julio de 2021

Manolete: Aniversario de su nacimiento (1917)

Hoy se cumplen 104 años del nacimiento del legendario torero cordobés
 
Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, Manolete, torero nacido en Córdoba el 4 de julio de 1917. Muere el 29 de agosto de 1947 tras sufrir una cornada en la plaza de toros de Linares (Jaén),

Hijo, nieto y sobrino de toreros, Manolete está considerado como uno de los grandes toreros de la España de los años 1940, e incluso para muchos, de todos los tiempos. Es más, algunos consideran que fue más que un torero y más que una personalidad, dentro y fuera de las plazas. Su estilo es considerado por los expertos como elegante y vertical. Evolucionó el arte de la muleta toreando de frente y citando de perfil.

En Córdoba, es el Cuarto Califa del toreo.


Familia
Manolete vino al mundo en la casa número 2-A de la Calle Conde de Torres Cabrera, hijo del torero del mismo nombre y apodo Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete" y de Angustias Sánchez Martínez. Su familia, Familia Rodríguez estuvo muy vinculada al mundo del toro: su abuelo fue un modesto banderillero Manuel Rodríguez Luque "Manolete"; su tío paterno fue José Rodríguez Sánchez, Bebé Chico, y su tío abuelo fue José Dámaso Rodríguez Rodríguez Pepete.


Trayectoria profesional
Todavía en siendo un niño acudía con otros chavales del Barrio del Matadero Viejo a cortijos y tentaderos. En la fincha el Lobato dio sus primeros primeros pases a una becerra. Su dueño era un conocido señorito cordobés que se fijó en Manolo, como le llamaban cariñosamente, y lo llevó a Montilla para probarlo en la Escuela Taurina de esta localidad. Allí ingresó como alumno.

A partir de 1929, Manolete actuó como becerrista en varios festivales benéficos de la provincia cordobesa. En 1930 con el espectáculo taurino de la banda de Los Califas visitó las plaza de Arlés (Francia), dónde vistió por primera vez el traje de luces, alternando con Rafael Morales, Piripi y los hermanos franceses Gárcena, continuó toreando en Nimes, Málaga y Barcelona.

Novillero
Debuta como novillero el 16 de abril de 1933, Domingo de Resurrección, en la Plaza de Toros de Cabra -la más antigua de la provincia-, junto a Juanita Cruz. Su presentación de luces en Córdoba fue el 12 de agosto de 1933 en una corrida nocturna junto con Bienvenido Sánchez Niño de Palma del Río y Antonio Flores. El organizador de la misma José Flores González "Camará", que más tarde se convertiría en su apoderado. Actuó nuevamente en el coso cordobés el 1 de octubre del mismo año, junto a Agustín Diaz Michelín, lidiando ganado de Enriqueta de la Cova y Berzosa Hermanos.


El día 1 de mayo de 1935 debuta con picadores en la Plaza de Tetuán de las Victorias en Madrid, alternando con los mexicanos Liborio Ruiz y Silverio Pérez, y el español Bonifacio Fresnillo Valerito Chico, y novillos de Esteban Hernández, volviendo a actuar el 25 del mismo mes y año en la misma plaza. La presentación con picadores en la plaza de toros de los Tejares se efectua el 25 de julio de 1935, junto a sus compañeros Jaime Pericás y Edmundo Cepeda, estoqueando toros de la Cova. Cierra la temporada en Córdoba el 3 de noviembre, para lidiar cuatro novillos de García Pedrajas, mano a mano con el mejicano "El Indio", cortando una oreja a su segundo.

Al comenzar el año 1936 toma parte en varias novilladas en Córdoba, con fechas 3 y 31 de mayo y 15 de junio, alcanzando un éxito estimable. El parón de la Guerra Civil hace que se prodigue poco, fue llamado a filas, y sólo toreó en algunas festivales benéficos. Actuó en Ecija el 25 de octubre y el 6 de diciembre en Córdoba. La temporada de 1937 la comienza con nuevos festivales patrióticos en Córdoba, Lucena, Cabra, Priego y otros lugares, saliendo dos veces a torear en Salamanca. El año 1938 lo comienza con un festival en Córdoba el día 2 de enero, actuando bastante en esa temporada en corridas normales como novillero; se presenta en la Real Maestranza de Sevilla, el 26 de mayo de 1938 obteniendo un notable éxito e igualmente actua el 5 de junio y 9 de octubre alcanzando en esta última un gran triunfo. Comienza la temporada de 1939 como primer novillero, sus actuaciones son las siguientes: cuatro en Córdoba, dos en Sevilla, dos en Algeciras y una en Cádiz, Cabra y el 25 de junio en el Puerto de Santa María, siendo en esta plaza donde se despide como novillero, alternando con los novilleros Gallito y Paquito Casado, lidiando reses del Conde de la Corte.


Alternativa
Toma su alternativa en Sevilla, el 2 de julio de 1939, participando como padrino Manuel Jiménez Chicuelo y como otro espada a Rafael Vega de los Reyes Gitanillo de Triana, con reses de Clemente Tassara (Parladé). El toro de su alternativa se encuentra en el Museo Taurino de Córdoba, llamado originariamente "Comunista" aunque fue cambiado a "Mirador", negro con el número 6 al que le corto las dos orejas.

El siguiente diálogo fue el que mantuvo Manolete con Chicuelo en el momento que éste le entrega los trastos de matador.

Chicuelo: El toro es bueno: Manolo ¡suerte!

Manolete: Creo que está mejor por el derecho, ¿no?

'Chicuelo: Esta mejor por donde quieras. Tu eres Manolete y lo podrás torear por naturales. Pon aquí el capote y coge la muleta y la "espa". Un abrazo y ¡suerte!'

Manolete: Mi madre me ha "dao" recuerdos "pa Dora", su mujer.

Chicuelo: ¡Pero, hombre! Eso déjalo "pa" después. Ahora, ¡a por el toro!

Confirma la alternativa en Madrid en Las Ventas el 12 de octubre de 1939 -corrida de la Beneficencia-, con Marcial Lalanda, con toros de Antonio Pérez Tabernero, acompañado de Juan Belmonte Campoy, este último también confirmó la alterantiva. Actuó el inolvidable Juan Belmonte que lidió a caballo un novillo. Tan sólo participó en cuatro corridas esa temporada.

Los Años 1940
Fue en 1940 con 50 corridas cuando Manolete se reafirma ante los públicos como un gran torero. Desde ese momento será aclamado de una forma apasionada e igualmente discutido. Había llegado a ser comparado con las primeras figuras de toreo por su arte, personalidad, estilo torero y pundonor. En esta temporada actúa cuatro veces en Madrid obteniendo un gran éxito el 6 de junio. Hay que destacar también triunfos alcanzados en Sevilla, Bilbao, Barcelona, San Sebastián, Alicante y otras plazas de primera y segunda categoría.


La temporada de 1941 despacha 58 corridas. En 1942 termina la temporada con 72 actuaciones, destacando su triunfo en Barcelona. Casi finalizando al temporada participa en Madrid con dos veces siendo el 27 de septiembre corneado gravemente en el muslo. En la campaña de 1943 son 71 corridas en la que toma parte, de las cuales destacan los triunfos alcanzados en Madrid el 29 de mayo, 2 de junio y 15 de julio, fecha memorables para el que ya empieza a proclamarse como el IV Califa del toreo cordobés.

La temporada de 1944 suman 92 actuaciones, la mayoría con muy buenos resultados. El 6 de julio en las Ventas de Madrid -corrida de la Asociación de la Prensa- realiza la faena suprema de su vida torera, al lidiar el último toro de la tarde llamado Ratón, sobrero de la ganadería portuguesa de Pinto Barreiros; la lidia que efectuó Manolete fue completa y magistral cortándoles todos los apéndices, en ese momento demostró que era el Monstruo, el Maestro de maestros. Fue un delirio entre los espectadores, agasajándole con una inolvidable y prolongada ovación al dar la vuelta al ruedo, el público lanzó al ruedo toda clase de objetos e incluso alguna prenda íntima de señora que la censura periodísticas del aquel tiempo silencio. El año 1945 son 71 actuaciones las ejecutadas, muchas con brillantes éxitos. Pero perdió muchas corridas por culpa de un golpe que le produjo un toro en Alicante, fracturándole la clavícula.

Cuando termina la temporada de 1945 marchó por primera vez a América, presentándose en la Capital Federal de Méjico el 9 de diciembre de 1945, alternado con los compañeros mejicanos Silverio Pérez y Eduardo Solórzano, adquiriendo una un oreja que le fue entregada en la enfermería al tener un percance al entrar a matar. Entre el final de 1945 y principios de 1946 actúa en 39 corridas en Méjico, Colombia, Perú y Venezuela. La Campaña de 1946 se la dedica especialmente a América, pues tan sólo toreó en Madrid -corrida de la Beneficencia- el 19 de septiembre, acompañado por Antonio Bienvenida y Luis Miguel Dominguín, lidiaron toros de Carlos Núñez, cortó una oreja. Vuelve en 1947 como segunda temporada a Méjico y Perú toreando 15 corridas; de vuelta a España, cuando está bien entrada la temporada se presenta en 21 cosos, tiene especial relevancia la corrida del 16 de julio en las Ventas, -corrida de la Beneficencia- en la cual, es corneado en una pierna por un astado de la ganadería de Bohórquez, siendo la última actuación en Madrid.


Sus temporadas fueron amplias, tanto en España como en América, especialmente en Méjico. Este hecho -el que llegara a torear cien veces en una sola temporada, entre España y América-, pudo ser una de las causas de que en la temporada de 1947 estuviera bastante agotado (uno de los testimonios más elocuentes es la entrevista que el mítico Matías Prats le hiciera pocos días antes de la tarde de Linares).


La última tarde
La tarde del 28 de agosto de 1947 el diestro hizo el paseíllo en la plaza de toros de Linares acompañado de los toreros Rafael Vega de los Reyes Gitanillo de Triana (que fue testigo de su alternativa) y Luis Miguel Dominguín. Se comenta que en el sorteo de la mañana, Islero le tocó a Gitanillo de Triana y a Manolete uno mucho más pequeño, pero el maestro le pidió que se lo cambiara a fin de acallar a algunos detractores que tenía.

Manolete hizo en el quinto toro Islero una faena memorable, de puro ensueño que le garantizaba la salida por la puerta grande una vez más, tras colocarle una buena estocada, pero aquel toro, de la ganedería Miura, negro entrepelado y bragado con el nº21, le empitonó al entrar a matar cogiéndolo por muslo derecho produciéndole una herida tremenda en el triángulo de Scarpa.


Llevado de urgencia al hospital de Linares, se le practicaron varias transfusiones de sangre, alguna al parecer contaminada (procedente de un donación hecha por el gobierno noruego tras la explosión del Polvorín de Cádiz días antes de su fatal cogida). Manolete murió a las cinco de la mañana del 29 de agosto de 1947. Tenía 30 años y entraba definitivamente en la leyenda como un mito del toreo, su muerte suposo una auténtica convulsión nacional. Fue enterrado al día siguiente en el panteón de la familia Sánchez de Puerta, íntimos amigos del torero, donde permaneció algo más de cuatro años, hasta el 15 de octubre de 1951, cuando, tras finalizar Amadeo Ruiz Olmos el mausoleo, se procedió a trasladar sus restos a su emplazamiento definitivo en el Cementerio de Nuestra Señora de la Salud


A título póstumo le fue concedido a Manolete el ingresar de la Orden de Beneficencia por su numerosas y desinteresadas actuaciones en corridas de orden benéfico.

Datos
En su carrera profesional éxiten los siguientes datos: Toreó 448 corridas en España, 7 en Portugal, 4 en Colombia, 10 en Perú, 2 en Venezuela y 38 en Méjico, lo que supone un total de 509 corridas de toros, a las que hay que añadir 36 novilladas comprendidas entre los años 1936 y 1939. Alcanzó incontables trofeos taurinos a los astados estoquedos.

Características del torero
Su toreo fue serio y sobrio hecho con gran maestría y finura, con especial relevancia en el manejo de la muleta que le imprimía carácter personal. Contribuyó a divulgar la manoletina, pase de muleta que le dio su nombre. Fue escueto en los adornos, sobre todo con el capote que lo dominaba con elegancia, pero sólo hacía aquello que necesitaba el toro para ser bien lidiado. Los pases mirando al público eran únicos, nada de charlotatas, sino aguantando la embestida de su enemigo con temple. Los pases de pecho y por alto espléndidos, eran realizados con toda la elegancia, de forma que exaltaban al público por su postura elegante mayestática. La maestría en la suerte suprema era magistral, entregándose totalmente cada tarde a este menester, esto le permitió llegar a ser uno de los mejores estoqueadores de la historia taurina. La prueba de esta entrega a la suerte suprema la ratificó en la tarde funesta de Linares frente a Isleño.


La figura de Manolete en Córdoba
Existen en Córdoba tres conjuntos escultóricos dedicados al torero: un busto en la Plaza de la Lagunilla, el primero que se realizó poco después de su fallecimiento; un conjunto escultórico en la Plaza del Conde de Priego, construido gracias a donativos, y la imagen del diestro yacente en su panteón, en el cementerio de Nuestra Señora de la Salud. Además una placa señala su casa natal, en el número 2 de la Calle Conde de Torres Cabrera.


Anécdotas y dichos
Mediante la siguiente anécdota se refleja el carácter serio de Manolete, máxime cuando estaba a punto de iniciar una faena. Contaba Carlos Arruza que la primera vez que lo conoció fue en el ruedo de una plaza de toros. Se lo presentaron y respondió Manolete lacónicamente y sin mediar más palabras Hola que tal.

Estando sentado Manolete el Bar Dunia de Córdoba con un amigo y su novia, le dijo el califa a ésta: -“Éste quiere que sea testigo de vuestra boda, así que me tenéis que decir que regalo queréis que os haga. La novia algo corta le dijo: “mira... cualquier cosa... teniendo un recuerdo tuyo, nos da igual lo que sea. Él dijo: -Cualquier cosa no. No ves que el día de mañana podéis decir: ¡esta porquería nos la regaló Manolete!. Así era “el monstruo”, generoso e incondicional con sus amigos.

Algunas personas cuando llamaban a Manolete "monstruo" por la forma excepcional de torear él les respondía: - Mi toreo no tiene nada de mágico ni de milagroso. En lo clásico sólo me atengo a un estilo: el de mi tierra cordobesa, que es la única que he “tenio” más cerca “pa” poder aprender algo….

Al saberse Manolete ser un torero de multitudes siente gran preocupación a medida que se aproxima la hora de la corrida, preocupación que de cierta forma manifestó a un periodista diciéndole: -Mire usted, a mí la suerte que más me gusta es la de las mulillas... Porque es señal de que pasó el peligro.

Manolete manifestó su pundonor profesional a un amigo periodista diciendo: - Mi situación en el mundo del toreo tiene que ser heroica y fuerte. Yo soy un tío muy nervioso más que un flan. Y soy conciente que mi arte consiste en vencé, primero a ese "bicho" que se se llama "inquietud". Tengo una medida de mi ánimo torero, pues cuando despierto los días de "corría" y "ar mirá er" traje de luces, "preparao", lo contemplo con simpatía... diciéndome a mi mismo:¡adelante¡ Pero si no es así, y siento dentro rechazo... entonces me digo ¡malo!. Cosa que hay que superar...

Cuando fue Manolete por primera vez a América antes de llegar a la Habana hizo el avión escala en Curaçao. Le abordó un periodista y le pregunto: -¿Usted es Manolete, no? Tengo el honor de ser el primer periodista de este continente que le saluda, pues en la Habana hay esperando medio centenar más. Monolete le devolvió la pregunta: -¿Por qué no me espero “usté” también allí? El reportero espabilado contestó: -No puede ser... yo hago sólo las primicias informativas. Seguidamente le propuso al maestro su plan de actuación, consistente en hacer tres entrevistas: la primera al pisar tierra americana que ya lo estaba haciendo, luego, antes de marchar camino de la plaza de El Toreo, en México capital federal. Silenciando el periodista la tercera, a lo que preguntó Manolete: -¿ Y la tercera? En listillo del periodismo le dijo sin pensarlo. –Cuando le hiera un toro. Manolete le echó una mirada socarrona diciéndole: -Hombre... ¡No sea "usté"... mala sombra! Me parecen lógicas las dos primeras, pues son de “usté”. Pero la tercera... no la escriba. Porque a quien le duelen las “cornás”... es sólo a mi. A entendido amigo.

Viajando Manolete en avión desde Madrid a Alicante en un vuelo especial, estuvo conversando con los pilotos diciéndoles: -Si no fuera torero, me hubiera “gustao” ser piloto. El capitán de la nave cuando llegó a la capital mediterránea, dio una vuelta en redondo a la capital, haciendo una filigrana para pasar por encima de la plaza de toros como centro del viraje. Al ver Manolete la destreza del piloto le comentó: - ¡Qué arte “habeí echao ustede” a esa media verónica! “Ezo” es pasar los pitones de un bichaco a un centímetro de la faja.

Cuando le presentaron a la señorita Lupe se entabló una animada conversación entre ambos, ella le dijo: -Me gustaría ser famosa como tú. A lo que contestó Manolete: -Hay que trabajar y arriesgar mucho chiquilla. A Lupe le gustó la respuesta, ofreciéndole un cigarrillo. Al ver el gesto Camará que estaba presente le dijo: -Manolo estás fumando mucho. Él contestó amigablemente: -Pepe...¡hombre!, que estamos ya “desmarcaos” de los toros. Al empezar la "temporá" me cuidaré. Además no voy a rechazar la invitación de una señorita.

Lupe así enjuiciaba el toreo de Manolete a un reportero: -¿Usted ha visto valor más escalofriante que el suyo.- ¿Y su serenidad? -¿Y su desprecio de la vida?.... Mire, en la corrida de la Beneficencia, después de lo que hizo de aguantar al toro cuando se arrancó hacía el engaño, eso fue algo apoteósico, se me rompió el reloj de tanto aplaudir. Después, cuando pasaba por el callejón a la altura de mi localidad de barrera, no pude contenerme y el grité: -Eres lo más grande del mundo. Me miró, me dio las gracias muy atento... pero sin sonreírse. -¡Ah, si Manolete sonriera!

Estando convaleciente Manolete de una cornada recibida en la corrida de la Beneficencia de Madrid en el año 1947, le hicieron una entrevista. Entre las muchas cosas que manifestó el califa dijo esta frase premonitoria de su muerte: -Si la muerte me llega, nunca me cogerá en ese momento feo de la cobardía, sino con el gesto rabioso del luchador…. si ha de venir la Muerte, que sea en una tarde de existo. Camará con voz grave y autoritaria, intervino en el diálogo diciendo: - ¡Vamos “Manué” no digas tonterías! ¿“Pa” qué hablar de esas cosas?

Parece que Manolete tenía una superstición, al no querer torear nunca vestido de grana y oro; sus colores preferidos eran siempre los tonos claros, como el rosa palo. Alguien le preguntó: - Manolo, ¿cómo no torear vestido con el color de los valientes, el grana y oro? Manolete con gesto serio contesto: -“El grana “pa” la muleta”. Un detalle de su vestimenta era la montera, pues desde que empezó sus primeros pasos en la Plaza de Toros de los Tejares de Córdoba, siempre fue la misma. Nunca lo dijo, pero para él era una prenda de vestir que le daba suerte. Ella la mantuvo hasta la fatídica corrida de Linares.


Sevilla siempre acogió bien a Manolete. Su apoteosis en la ciudad Hispalense fue el año 1945; toreó cuatro corridas en la feria de abril tres de ellas con Carlos Arruza y el sevillano Pepe Luis Vázquez. En la tarde que se celebró la última de esas cuatro corridas, una vez terminada ésta, y con la elegancia que le caracterizaba, se presentó en el Café Gayango, donde estaban reunidos toreros ganaderos y empresarios. Al aparecer Manolete todos se pusieron en pie y se oyó la ovación más grande que cuantas pudieron escuchar los reunidos. No se pueden olvidar nunca las palabras del torero de Córdoba, al recibir aquel clamoroso recibimiento: - No es para tanto, no es para tanto… Así era Manolete, un caballero que nunca se enardecía de sus triunfos.

En una plaza andaluza cuando estaba Manolete haciendo el paseíllo se oyó una voz potente de un espectador que decía: -Vamonos ya, que hemos visto bastante. La frase se refería a la elegancia y porte con que Manolete ejecutaba el rito de este acto torero. El respetable comprendió, que si hay que dar una regla de cómo se debe andar en el ruedo, en ese momento se verificaba.

Se comenta con estas frases como definía Manolete su toreo:- Mi postura en el toreo a de ser fuerte y heroica. Tengo que dominar con arte los nervios que me hacen dan malos ratos antes de cada corrida. Lo que pretendo es que el toro esté dónde yo le mande. Esto es lo que entiendo del torero: hacer que el toro embista únicamente a lo que se mueve. Por ello, yo en la plaza tengo que hacer de poste, porque así, mandado con la muleta y llevo al toro por el recorrido justo. Así se pude torear con tranquilidad y evito el ser cogido. Puede que la res se tropiece o cambie de trayectoria y entonces todo va al traste.... con consecuencias imprevisibles.

Manolete nunca estuvo al tanto de lo que cobraba en sus corridas, prueba de ello, es la frase que el dijo a su sobrino Rafael Soria Molina “Lagartijo” cuando “Camará” estaba negociando con la comisión de festejos de Segovia: -Niño, vamos a dar un paseo, que me da vergüenza del dinero que Pepe le va pedir a estos.

Como epílogo de su vida, cuando estaba entre la vida y la muerte en la cama del hospital de Linares, le dijo a su sobrino Rafaelito Lagartijo: -Esto no me pasa "na" más que a mí, por lo tonto que he "sio". Esta frase resume el pundonor que tuvo con su profesión, pues estuvo en sus manos evitar la tragedia, pero la presión social y de su entorno no le dejaron retirarse a tiempo.

En cierta ocasión comentaba Manolete con José Flores González "Camará" sobre la responsabilidad que tenía frente al público con estas frases: -Don José, pagan “pa” verme y no hay que hacer distinciones, de plazas grandes o pequeñas. Y al público rico no le cuesta pagar la “entra”, pero a los pobres les cuesta el “jorna” que se lo quitan de comer “pa” verme, así que no puedo decepcionar a nadie.

Siendo Fernando Fernández de Córdova Hermano Mayor de la Cofradía de los Dolores de (Córdoba) allá por los años cuarenta, se encontró con "Manolete" recién venido de América. Éste estaba rezando en el mosaico que la Virgen de Dolores tiene erigido en la subida de la cuesta del Bailío. Fernando le preguntó: ¿Manolo, por qué antes de entrar en la iglesia vienes a rezar al mosaico?. Manolete le respondió: Mira Fernando esto es como en los toros, antes de entrar a la a la plaza hay que entrenarse. Eso de ir a la iglesia y ver a la Virgen de sopetón es muy duro.

José Jiménez Poyato que empezó a trabajar como fotógrafo en el estudio "Linares" padre, que estaba ubicado en la calle Concepción, le confiaron la ampliación del retrato de Manolete donde aparecía con la cicatriz de "marras". Pepe que era un aficionado al toro, se metió con ardor en la cámara obscura para revelar la ampliación. Con el acuerdo de su jefe, se empeñó en borrar la cicatriz de la mejilla izquierda del retrato, pensando hacer un gran placer a Manolete. Cuando mostró el retrato retocado al Maestro, éste señalando con su dedo su propio rostro le dijo: "Mira muchacho, quitar a un torero sus cicatrices es como quitar a un militar sus condecoraciones".

Testimonios
Manuel Medina González prestigioso periodista del Diario Córdoba escribió en su libros Coplas al aire de Córdoba estas letras sobre "Manolete".

Bueno... Aquí tenemos al que fue aclamado como “monstruo”, en el mismo sentido que Juan Belmonte fue tildado de “fenómeno”. Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, de una brillante dinastía de toreros cordobeses de mayor lustre llegó a ser considerando unánimemente como el “mejor torero de todos los tiempos”. Alfredo Marquerie le distinguió como torero senequista, por su modo de torear y hacer frente a los pitones de la Muerte. En esta aspecto hallé sugerencia del libro que tengo inédito “Córdoba, entre Séneca y Manolete”.

Como Manolete nadie
hizo un toreo más perfecto.
Con la capa y la muleta,
y también con el acero.

Tiene la manoletina
un aire de tiempo lento
y una elegancia divina.

Grande entre los grandes fue
igual que los "Rafaeles",
aún llamándose Manuel.

Cuando murió Manolete
templó Córdoba torera
con temblores de la Muerte.

José María Pemán, poeta y académico, escribió el siguiente verso dedicado a Manolete:

Escucha el verso, Córdoba, buscando las estrellas.
¡Nada de romancillos con ángeles toreos!
¡El que ha muerto tenía los ojos pensativos
como dos pozos negros!

Hay que llorarlo, Córdoba, como pasa tu río,
bajo los arcos altos de tu puente, en silencio.
elegante y sereno.
Un medio tono, lleno de tristeza en el verso.

Son las siete doradas de su tarde infinita.
Ha dejado el capote de grega, y, en silencio,
con un gesto tranquilo de victoria y descanso,
ha tomado el capote del último paseo.
Y se ha marchado erguido, contra la tarde quieta
de espaldas a las rosas, y -¡por fin!- sonriendo.

Manolete, con los españoles exiliados en México

Hay un testimonio gráfico realizado en el viaje de Manolete a México, temporada 1945. En la foto, está reunido Manolete con exiliados cordobeses en la Embajada de Ecuador en la capital azteca. En esa reunión, al ver Manolote' la bandera de republicana dijo: -Pido por favor, quiten la bandera, pues puedo tener problemas cuando llegue a España. Se puede considerar esta foto como histórica, ya que el régimen franquista nunca la divulgó ni dijo que el monstruo del toreo estuviera con sus paisanos exiliado: Antonio Jaén Morente, Juan Rejano, Francisco Azorín, Pedro Garfias y otros españoles republicanos. Lo que sí se dijo, es que en la plaza El Toreo de la capital mexicana estaba izada la bandera republicana y Manolete se negó a torear. Hecho que lo niegan algunos que estuvieron presentes.

Manolete en el cine
En vida de Manolete, el cineasta francés Abel Gance filmó una película-documental, que al parecer no llegó a estrenarse por la muerte del diestro, y de la que hay poquísimas copias.

En 2006 se rodó Manolete, una producción inglesa de Menno Meyjes con Adrien Brody interpretando al diestro cordobés y Penélope Cruz como Lupe Sino, su novia. Diversos problemas hicieron que su estreno se fuera posponiendo. Actualmente, sólo se ha estrenado oficialmente en Francia (marzo de 2010), donde obtuvo muy malas críticas. Como curiosidad, pese a narrar la vida del torero cordobés, la película se rodó en Madrid, Alcoy, la Plaza de Toros de Alicante y El Puerto de Santa María, Cádiz. Ninguna escena se rodó en Córdoba.
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