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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 24 de julio de 2015

Erratas / por Ignacio Ruiz Quintano




¿Por qué asaltamos iglesias y amenazamos con quemar a los que rezan? ¿Por qué nos descojonamos de la Shoá? ¿Por qué hacemos chistes de niñas violadas y asesinadas y lo llamamos humor negro? ¿Por qué queremos bombardear plazas de toros? ¿Por qué controlamos a los periodistas? ¿Por qué en la parábola de Lucas, pudiendo ir con el publicano, vamos siempre con el fariseo?

Abc
En Madrid el Ayuntamiento tapa a la Comunidad con dos erratas: Carmena, que es la errata sin fe (de erratas) de Carmona, y Carmona, que es la errata a secas de Carmena, una errata a la izquierda.

En virtud del sistema proporcional de listas de partido, ni Carmona ni Carmena representan a nadie, salvo a los jefes que los pusieron en las listas,Pedro y Pablo, los guías que lo que quede de Providencia ha reservado para lo que quede de España.

A Carmena, que, según el periódico global, nos trajo las “libertáes”, la han hecho alcaldesa, pero lo suyo es la mayéutica.

–¿Por qué vamos de putas? –fue la interrogación socrática de la campechana señora en la sede de Pedro (el Vaticano, no Ferraz).

Carmena fue a Roma a luchar contra el cambio climático de la mano de Bergoglio, quien, en lugar de aclarar el episodio de la higuera evangélica, condenada por no dar fruto fuera de temporada, dijo: “La ecología es total”.

Carmena viajó en avión, con el calentamiento global que eso supone, sin contar los niños madrileños que podrían llevarse un cuscurro a la boca con el dinero de ese billete. A cambio, eso sí, dejó un tuit que desafía a la escolástica: “Contra el cambio climático también hay que dar ejemplo. ¿Por qué siguen ustedes usando corbatas en plena ola de calor?”

Pero en Roma de lo que se hablaba era de las putas de la alcaldesa de Madrid, que, como buena profesional de la bondad, al preguntar por qué vamos de putas cometió, además de pecado de género, pues no habló de putos, uno de soberbia, pues no aprovechó el púlpito vaticano para,Socratesa desatada, seguir preguntando.

¿Por qué asaltamos iglesias y amenazamos con quemar a los que rezan? ¿Por qué nos descojonamos de la Shoá? ¿Por qué hacemos chistes de niñas violadas y asesinadas y lo llamamos humor negro? ¿Por qué queremos bombardear plazas de toros? ¿Por qué controlamos a los periodistas? ¿Por qué en la parábola de Lucas, pudiendo ir con el publicano, vamos siempre con el fariseo?

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