Había ganas de toros. Lo demuestra que siete de cada diez espectadores sigan habitualmente los encierros a través de Televisión Española. Casi cuatro millones de españoles ven algún encierro. El primero de este año alcanzó un 89,8% de cuota de pantalla. Cerca de 100 personas componen el equipo del ente público para ofrecer los sanfermines en un dispositivo que cuenta con 32 cámaras distribuidas a lo largo de todo el recorrido. Sin embargo, a los nuevos encargados de poner voz a las retransmisiones “les falta conocimiento del toro bravo y además omiten hacer cualquier referencia a las corridas que por la tarde tienen lugar en la plaza”, de ello se ha quejado la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia al director de la Corporación audiovisual.
Había ganas de toros porque hasta Remírez y Cerdán no pudieron resistirse a acudir a la plaza de Pamplona. Santos Cerdán, miembro del Congreso de los Diputados de España y mano derecha de Pedro Sánchez en Ferraz, y Javier Remírez, Consejero de Presidencia y Vicepresidente del Gobierno de Navarra, disfrutaron de una corrida en primera línea en un burladero reservado para asuntos de trabajo, por supuesto sin pagar entrada. Y todo después de dejar a los toros fuera del bono cultural para jóvenes a pesar de ser uno de los mayores bienes culturales de nuestro país, y de apoyar los ataques antitaurinos de Podemos y EH Bildu que acabarán poniendo en riesgo las corridas y encierros en otras localidades de Navarra.
Las imágenes de la puerta grande de Pablo Hermoso, El Juli y Roca Rey demostraron las ganas de toros que había. Impresionante. Jamás vi tanta gente agolpada en los aledaños de un coso para ver una salida a hombros. No cabía un alfiler en lo que daba la vista. Este 7 de julio fue tan especial que Morante vistió un terno curioso y original: chaquetilla roja y taleguilla blanca, los colores tradicionales de San Fermín. Con tan insólito vestido el sevillano firmó dos faenas de categoría y luego lo donó al hotel donde suele pernoctar durante sus estancias en la capital navarra. No habrá más puestas. Cosas del genio de La Puebla.
Había tantas ganas de toros que las corridas las querían presidir unos y otros, entendidos y advenedizos, aficionados y políticos. Al final un desastre. Palco heterogéneo con criterios cambiantes. Tardes de exigencia incomprensible y otras de generosidad desmesurada. En las calles unos 14.000 corredores participan en los encierros y en los tendidos las charangas interpretan la "Chica ye ye" de Concha Velasco, ‘Vino griego’ de José Vélez y hasta la "Marcha Radetzky" de Johann Strauss con una parte del público tarareándolas enloquecido de espaldas al ruedo. A cambio los toreros se llevan una suculenta bolsa, que si no…
San Fermín acapara tanta atención mediática que a veces se olvida que hay más noticias, algunas demasiado serias como para despreciarlas. El 7 de julio, día del santo, el becerrista Miguel de Juan resultó herido en la Maestranza de Sevilla, en el primer festejo del Ciclo de Promoción. El chavalito sufrió una cornada a nivel de margen anal que le provocó una extensa presencia de sangre en la cavidad peritonea. Se encuentra ingresado en la UCI y su pronóstico es “muy grave”.
No conviene olvidar que en otras plazas donde no se canta la "Chica ye ye" hay jóvenes que se juegan la vida por su sueño de convertirse en matadores y, quién sabe, torear algún día en Pamplona.
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