"...En un mundo con tanta información merced al internet y a todo lo que ha dado en consecuencia como las redes sociales, la gente sabe de primera mano lo que acontece, y de ahí que busque a su portal o periodista predilecto, que no les va a fallar, porque les habla con la verdad sin compromisos..."
OneToro, la falta de credibilidad y la necesaria honestidad
Toros en el Mundo/ 1 Marzo 2023
Anunciaron la Feria de San Isidro 2023 –de la que les informamos los pormenores– y con ello se hizo realidad todos los comentarios insistentes que cotilleaban, chismeaban, hacia poco más de un par de semanas, la salida de Movistar Toros de Las Ventas, ya que no transmitirá en definitivo las próximas tres temporadas del coso venteño, incluidas, por supuesto, la emblemática Feria de San Isidro, así como la de Otoño. Durante 3 años será OneToro la emisora responsable de hacerlo.
Y no sólo salió de Las Ventas sino de Sevilla –en donde también les ofrecimos toda la información– y de más plaza hasta ya anunciar la extinción de Canal Toros para marzo.
Desde hace varios años se veía venir esto, sobretodo después de la necesaria salida de, Manolo Molés, al ir en vertiginosa caída el número de abonados. Después con los cambios no acabaron funcionando y la debacle se veía venir.
Un año antes de la adquisición de la televisora Plus por Movistar, según trascendió, les pidieron a los de canal Toro, que multiplicaran los abonados; no ocurrió así, según se comentó en ese momento, le concedieron el año de gracia para que se despidiera Molés.
De acuerdo a informaciones que se comentaron a la salida del muy veterano narrador, el reto era sumar más abonados de lo contrario pasarían a ser una sección de los informativos de Movistar Plus; y a pesar de cambiar de conductores eso, según se dijo, no ocurrió.
Los abonados no llegaron y sí se restaron más.
Una empresa se constituye, hasta donde se entiende, para ganar no para perder dinero; sobretodo, si una televisora cobra por una suscripción y por el llamado pago por evento.
Serán el número de abonados los que le darán razón de ser para fundamentar su solidez como medio de comunicación.
El problema, todo hace ver, estaba en toda la estructura informativa; si, en la forma de informar, o quizá, hasta en algún momento, de desinformar lo que provocó huir al público.
A los lectores, a los televidentes -y más en estas épocas cibernéticas-, no les gusta que les cuenten fábulas para encubrir a la verdad; puede que hasta en cierto momento la sentencia de Göbbels, les hubiera funcionado… contar mil veces una mentira para hacer creer que es la verdad; sin embargo, ahora…
… ahora, no.
En un mundo con tanta información merced al internet y a todo lo que ha dado en consecuencia como las redes sociales, la gente sabe de primera mano lo que acontece, y de ahí que busque a su portal o periodista predilecto, que no les va a fallar, porque les habla con la verdad sin compromisos.
Es fundamental que se recuerde que los lectores, los televidentes, los radioescuchas tienen capacidad de elección y no están al servicio de los intereses particulares, personales de quien tiene la responsabilidad de un medio de comunicación.
El público no quiere ni fábulas ni cuentos graciosos ni que les digan que el cielo es azul y las estrellas tiritan por la noche, quieren la verdad por delante.
No hay de otra…
A Movistar, les sustituye un streaming alemán, que ha tenido éxito en el fútbol, OneFootball, que fundó, Lucas von Cranach, y ahora mismo tiene la nada despreciable cifra de 100 millones de aficionados, fundamentalmente de la liga de segunda división de Alemania.
¿Logrará sumar tanto en los toros?
Eso sí que será un reto a resolver, porque no basta con tener una infraestructura de primerísimo orden tecnológico.
No es suficiente la tecnología sino no se tiene el sólido argumento de la verdad informativa.
Cuando se daba esta noticia en Madrid, recordaba que en México se ha intentado algo similar.
Se creó una plataforma en streaming que ha dado por transmitir corridas, cobrando, según ha trascendido, la jugosa suma de 180 mil pesos (algo así como 8 mil seiscientos euros) por dos horas de transmisión.
Esto pudiera funcionar si como abonados superaran los 500 mil; pero con un promedio de 80 entradas, resulta improductivo.
¿Por qué la gente se resiste a ver esta propuesta tecnológica?
Simplemente, porque quienes son los responsables de la parte informativa no se apegan a la verdad de lo que están transmitiendo. Las imágenes informan una cosa y los gritones parlanchines pretenden -en estas épocas y con imágenes de por medio- convencer a los que decidieron entrar a ver de una fábula inexistente.
Algo más que imposible.
Una cosa curiosa…
… sí, una cosa curiosa fue, que en medio de este alarde tecnológico, apareció un bien intencionado hombre, quien con su celular (móvil) y una pila para que no se le descargue su teléfono portátil, transmite en directo los festejos por las plazas de Dios, y tiene un promedio de 1500 seguidores por evento.
Sin tanta tecnología convoca a más gente que las sofisticadas transmisiones.
¿Por qué será?
Simplemente, porque pasa las imágenes, no da juicios críticos alternos, deja ver el festejo y algunas veces interrumpe sólo para mandar saludos a los que se conectan.
Esto es, no intentan conducir a la gente para que vea en las corridas de toros o novilladas los intereses que él pretendiera imponer.
El reto de OneToro será no ensuciar sus transmisiones con información tendenciosa, para que conquiste la confianza de los televidentes.
OneToro debe estar fundamentado en la verdad y tiene necesariamente que actuar en consecuencia sumando gente honesta con ética, porque el gran público ya conoce a toda la prensa corrupta y podría decir que no a este proyecto.
De lo contrario, sólo le basta voltear a ver a Movistar plus toros y a muchas más opciones en el internet que el gran público las ha dejado de ver por no ofrecer, cumplir y defender la verdad
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