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'..Emilio de Justo es un torero cabal, no es sevillano… ni falta que le hace. Lo que si hace es triunfar de forma constante y, ojo al dato, ante ganaderías de las que no quieren los privilegiados y consentidos habituales. Pues le vale de muy poco a la hora de ocupar un sitio y al momento de elegir carteles en Sevilla. Le dicen 'esto es lo que hay'..'
Emilio de ¿Justo?
Antolín Castro
Opinión y Toros/16 Febrero 2025
Al torero extremeño le tratan en Sevilla de aquella manera, extremadamente mal.
Curiosa casualidad de apellido y de origen. No es Justo lo que le hacen y es totalmente extremeño la forma de hacérselo saber.
Lo cierto es que Sevilla es una plaza muy especial, no se rige por los mismos cauces que las demás. Hagamos el inciso para decir que todas las demás hacen también lo que les viene en gana a la hora de confeccionar los carteles de sus ferias, pero lo de la Maestranza es en exceso especial.
Tienen fijación por la sevillanía andante, con muy pocas excepciones, pero dentro de ello tampoco lo hacen al cien por cien. Lo principal es colocar a quienes consideran ‘los suyos’, que varían muy poco con el paso de los años.
El arte es fundamental en el toreo, pero en tratándose de Sevilla aparece otro muy singular: el arte de acaparar. Siempre fue así, y de tal modo, que Curro Romero escogía lo que y cuanto quería y ahora ese arte, además del de torear, lo tiene Morante de la Puebla. Cómo se va a discutir que lo primero es colocarse donde y como uno quiere y que se repartan los demás lo que quede.
No le ponemos pegas a esa condición de cabeza de serie, habrán ganado ese privilegio con creces previamente, pero lo que viene después ya es otro cantar. Ahí es cuando aparecen otros ‘méritos’ que se conjugan o enjuagan por mejor decir.
Si te llamas Manzanares, sevillano de adopción, no requiere acreditar estar en su mejor momento, distinto es si te llamas El Cid, quien siendo sevillano nunca fue santo de devoción de esa plaza, ni de ninguna (véanse los carteles de San Isidro de este año). Cosas de Don Ramón.
Pero volvamos al protagonista del titular. Emilio de Justo es un torero cabal, no es sevillano… ni falta que le hace. Lo que si hace es triunfar de forma constante y, ojo al dato, ante ganaderías de las que no quieren los privilegiados y consentidos habituales. Pues le vale de muy poco a la hora de ocupar un sitio y al momento de elegir carteles en Sevilla. Le dicen 'esto es lo que hay'.
Naturalmente en este año ha dicho no a lo ofrecido. Una cosa es que haga el esfuerzo de matar ‘victorinos’ por decisión propia y otra cosa es que se los impongan. Con el añadido de que se acartele con los de La Quinta también. Un mundo de ‘grises’ que a los que les han llamado antes ni siquiera han contemplado.
De Justo tiene muy poco el trato recibido por Emilio. Y es que el grupo de las figuras tienen privilegios de por vida y a ellos nada hay que exigir, para eso están otros que, curiosamente, suelen ser los toreros que luego se respetan en Madrid, al menos, y siempre, por la afición.
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