"De Manolete a José Tomás"
(Aula Atº Bienvenida de Las Ventas)
EL TÍO VINAGRES:
"........y otros destacados miembros del taurineo de aquí y de allá, incluyendo al escritor español Carlos Abella, chufla donde los haya e incondicional de José Tomás hasta los límites del sospechosismo, que pegó el petardo de su vida frente al ala poncista del grupo. "
Berrinches taurinos
del tío Vinagres
Bajo este seudónimo escribe Gabriel Lecumberri
Veintisiete de diciembre del 2009
Adiós, Nicanor.
A falta de material para armar una crónica semidecente, le dedicamos estas líneas al ya expresidente de Bibliófilos Taurinos de México, cuyo apasionante bienio transcurrió como un suspiro, sobre todo para nosotros, que lo vivimos en calidad de socios foráneos desde las lejanas costas de Querétaro. Los demás, no sé.
del tío Vinagres
Bajo este seudónimo escribe Gabriel Lecumberri
Veintisiete de diciembre del 2009
Adiós, Nicanor.
A falta de material para armar una crónica semidecente, le dedicamos estas líneas al ya expresidente de Bibliófilos Taurinos de México, cuyo apasionante bienio transcurrió como un suspiro, sobre todo para nosotros, que lo vivimos en calidad de socios foráneos desde las lejanas costas de Querétaro. Los demás, no sé.
Así y todo, agradecemos cumplidamente el esfuerzo puesto en la coordinación de las visitas al grupo, particularmente la del Niño de la Capea, en fechas en que era aún suspirante el hoy ex, y que resultó en una velada interesantísima, con entradas y Bacardí agotados.
Estuvieron también de visita, con similar éxito, los ganaderos de Barralva, Rancho Seco, Santa María de Xalpa, San José, de Haro y San Mateo, así como los estupendísimos banderilleros Cristián Sánchez y el Bambam, y otros destacados miembros del taurineo de aquí y de allá, incluyendo al escritor español Carlos Abella, chufla donde los haya e incondicional de José Tomás hasta los límites del sospechosismo, que pegó el petardo de su vida frente al ala poncista del grupo.
Se acabó el hueso, Galeno,
sigamos la tradición:
hay que recordar lo bueno
y olvidar lo conflictivo,
¡viva el sufragio efectivo,
y muera la reelección!
En lo del toro, y con todo en contra – es difícil pensar en un cartel menos atractivo – se dio la octava corrida de la temporada grande en la plazota, última del año por la gracia de Dios.
A las cuatro en punto de la tarde hicieron el paseo ante dieciséis despistados, por orden de colorido, Humberto Flores y Morenito de Aranda, de grana y oro, el Capea, de verde botella y lo mismo, y Guillermo Martínez, de apoderado y pasamanería, para enfrentar a la enésima corrida parchada, esta vez con toros de San Marcos y Carranco.
En un cálculo rápido, cada uno de los diestros anunciados logró vender cuatro boletos por el sistema Ticketmaster, cuyas operadoras se rascaron ampliamente la barriga los días sábado y domingo, al igual que el resto de los ciudadanos de la capital, amodorrados aún por los efectos del pasón de romeritos al que tan fervientemente nos hemos entregado, a pesar de la crisis, del enroque Cordero-Carstens, del Programa Diputada Amiga, Diputado Amigo, de las bodas gay y de la tragedia de Ramón Ayala, el Rey del Acordeón, noticias todas que no mermaron en lo más mínimo nuestro espíritu navideño.
Por la puerta de los sustos salieron los sanmarqueños Setentaños, negro cornivuelto; Nachito, entrepelado, delantero y muy serio; Arqui, salpicado, bragado y bien puesto; y Buenpadre, cárdeno oscuro y cornicorto.
En distinto orden aparecieron los carranqueños Gondolero, entrepelado delantero; Miviejo, un cárdeno con carita de vaca y anovillado; Antiparro, negro acucharado; y Fundador, otro cárdeno, aunque éste cornipaso y no sólo con carita de vaca, sino francamente impresentable.
Humberto Flores
Don Juan, fue un pésimo presidente de la plaza de toros de Las Ventas, pero ahora, con lo que más alucino es con el brillo de sus correajes y sus charreteras. Qué poco ojo, qué poca clase y cuánta afectación.
ResponderEliminarCordialmente