Sebastian Vargas en su debut por plazas venezolanas ha hecho “caída y mesa limpia”, tras cortar tres orejas en la ultima función de la Feria de Tovar 2011. Foto: EFE
Decepcionan los toros de La Ahumada en la tarde de cierre
APOTEOSIS PARA SEBASTIAN VARGAS, CON OREJA DE PESO PARA OTTO RODRÍGUEZ
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
TOVAR (Mérida, Ven.).- Tarde que en pocas palabras se define en nueve letras: Decepción. Así fue el juego en conjunto de los toros del ganadero colombiano Carlos Roldan, quien lidia a nombre de La Ahumada , uno de los hierros a su cargo. Fue un saldo de corrida en cuanto a presentación y juego, y eso en parte influyó en el resultado del mismo. Mansos, mirones, protestando el castigo de varas, y sobre todo no entregándose en la muleta. Protestando, escarbando, aprovechando cualquier resquicio para ir al cuerpo del torero, los pupilos de Roldan han reprobado examen en su debut en Tovar.
Leonardo Benítez cumplía su segundo compromiso de la feria. Se le vio toda la tarde apático, sin ese deseo y garra que le caracteriza. En su primero, su labor con la pañosa tuvo el merito de aguantarle entre las rayas de picar las aviesas intenciones del astado, por ambos pitones, gazapón y sin intención alguna de seguir con regularidad los vuelos de la muleta. Bien es cierto que el viento molestó mucho, lo que a la postre hizo que el torero no se diera coba, despachándole con celeridad.
Misma historia que se repetiría ante el cuarto, morlaco que paulatinamente desarrolló sentido, a la vera de los tobillos del torero y desparramando la vista, que incluso ya en banderillas ya había avisado su fondo, tras los dramáticos momentos que hizo pasar en las tablas del tercio de matador al banderillero Jesús Martínez, luego de salir de clavar un par de rehiletes. El capote milagroso de la fortuna le hizo un quite al joven subalterno que sin un rasguño saldría indemne de la metralla de cornadas que intentaron hacer carne debajo del estribo. Benítez, al no ver materia de lucimiento, cortó por lo sano, para nuevamente tras tres cuartos de ración toricida ligeramente traseros, ser silenciado. De las pocas veces que uno ve a Leonardo conformista y resignado.
Sebastian Vargas ha pasado como un ciclón por Tovar. A simple vista, sus rasgos son un símil de nuestro buen torero Manuel Medina “El Rubi” combinado con detalles del espectacularidad de Antonio Ferrera, por la forma como cita y clava banderillas. Lo de la muleta es otra cosa. Ligero de pies, pasó por ambas manos sus dos ejemplares, por cierto los que más se dejaron del envío, sacando provecho de un toreo bullidor y variado. Y el público ávido de emociones, le vino como “agua de mayo” los pasajes del cucuteño coleta.
En su primero, rodillas en tierra, dos largas cambiadas dejó como tarjeta de presentación, para en banderillas hacerse con el publico en vibrante tercio, desde todos los terrenos, destacando un ajustadísimo par “al violín” cerrado en tablas. Cambiando por la espalda, inicio trasteo muleteril, para luego por la derecha derrochar su eléctrica versión de derechazo y natural, antídoto a la sosería y rebrincado talante del toro. La estocada caída dio pie a una de las orejas más pueblerinas que haya visto en este ruedo.
Ante el quinto, las ambiciones del torero no fueron otras que lograr el triunfo y así fue. Nuevamente las banderillas fueron catalizador para colocar en vereda los presentes, ofreciéndole todas la ventajas al toro, comenzado por alto sentado en el estribo de tablas, para luego en los medios decantarse por un recital de toreo populista, arqueando la figura, dejándose tocar en exceso los engaños, en tandas cortas, dosificando con ello el escaso carbón del toro. El espadazo, ligeramente desprendido dio pie a la pañolada unánime de los presentes, no quedando opción a Usía que sacar por doble ocasión los pañuelos y de esta manera complacer al conclave.
Otto Rodríguez ha tenido una tarde de suma importancia de cara a su futuro. A pecha con un lote nada fácil, donde la disposición y entrega del coleta valenciano ha jugado papel determinante. Y su convicción por no venirse abajo tras haber pasaportado al tercero, animal remolón, insípido, el cual tal vez acusó la excesiva sangría que se le hizo en varas. Aún así, solo una tanda por la derecha dejo aroma caro, para tras necesitar tres viajes con el acero, ser silenciado.
Motivado y entregado se le vio en el sexto, astado de un comportamiento cambiante con las telas, donde la paciencia, la colocación, el temple fueron elemento indiscutible para sacar partido y desengañar lo que traía dentro el morlaco. Su labor, seguida con interés por los aficionados tuvo la sima de una serie por la derecha, sin duda lo más torero de toda la función. El espadazo entero tendido, y ligeramente trasero hizo calado para tras doblar el toro se le pidiera la oreja, la misma que reafirma la recuperación de un torero para paladares caros.
Bendita sea la suerte que por segunda tarde consecutiva ha tenido el que se le haya escogido el toro más bravo de la función al rejoneador José Luis Rodríguez. Anovillado el Paispamba de nombre «Dominguín» que despachó, tuvo tranco en su brava embestida suficiente para aprovecharle en largos pasajes de templado viaje sobre las grupas, dejando con solvencia rejones y banderillas. Destacar nuevamente la polifuncionalidad de su cuadra, quien tiene gran parte del merito. Un rejón de muerte trasero que no hizo efecto, para al final, quedar en palmas su labor, mientras muchos desalojaban con premura la que fue punto de encuentro de pasiones encontradas por estos días como lo fue la Feria de Virgen de Regla 2011.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros Coliseo de Tovar. Domingo 11 de Septiembre de 2011.
III corrida de la 168ª Feria de la Virgen de Regla.
Con poco más de dos tercios de aforo, en tarde ventosa a lo largo de todo su desarrollo, se han lidiado toros de la vacada colombiana de LA AHUMADA (Carlos Roldan), dispares de presencia, descastados, a menos en la muleta, y en general protestando al castigo en varas, el más potable fue el 5º. Para rejones se corrió un novillote de PAISPAMBA, bravo, el cual se creció al castigo.
Pesos: 425, 460, 435, 440, 430, 470, 400.
Leonardo Benítez (Palo de rosa y oro con cabos blanco), silencio en ambos.
Sebastian Vargas (Nazareno y oro), una oreja y dos orejas. Salida en hombros por la Puerta Grande Cristo Rey.
Otto Rodríguez (Celeste y oro con cabos y golpes negros), silencio y una oreja.
José Luis Rodríguez (Casaquilla azul a la usanza portuguesa), palmas.
INCIDENCIAS: Sebastian Vargas debutó en Tovar frente a «Bailador» Nº 818 de 460 kilos. *** Dos hora antes del festejo el personal de seguridad hizo un plantón, al no recibir sus honorarios, solventadose dicha situación escasos 30 min. antes.
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