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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 6 de febrero de 2016

CERTEZAS E INCÓGNITAS EN ESPAÑA / por Antolín Castro



"...Los resultados de las elecciones son los que fueron, así de simple, y eso hace que la aritmética se tenga que tener muy presente. Pero lo cierto es que lo único que se sabe es que estamos en una ratonera o en un lío sin una salida decente, más allá de la celebración de nuevas elecciones..."


CERTEZAS E INCÓGNITAS EN ESPAÑA

Antolín Castro
Todo ha cambiado para seguir exactamente igual. Nos estamos refiriendo a la iniciativa de Felipe VI de encargar a Pedro Sánchez el intento de presidir el gobierno de España.

Los resultados de las elecciones son los que fueron, así de simple, y eso hace que la aritmética se tenga que tener muy presente. Pero lo cierto es que lo único que se sabe es que estamos en una ratonera o en un lío sin una salida decente, más allá de la celebración de nuevas elecciones.

Pedro Sánchez, ‘Don NO’ para resumir sus respuestas contínuas al ‘indecente’ de Rajoy, no puede aspirar a que sea el PP quien le resuelva el presunto ‘diálogo’ que ofrece ahora y al que se ha negado de forma sistemática y hasta cansina cuando se le pidió a él. Tras despreciar olímpicamente a Rajoy y sus más de siete millones de votantes no puede pretender ahora que le pongan la otra mejilla por su cara bonita. Esa es la primera certeza.

Una vez así, la dichosa aritmética impide que pacte nada solo con Ciudadanos. Esa era la fórmula de los tres juntos, lógica, que ha venido y sigue proponiendo Rajoy y que él se la ha pasado por el forro de sus caprichos si el presidente era del PP. Menudo papelón, y ofensa a sus votantes, haría el PP dejándole el camino libre. Incógnita resuelta.

El acuerdo de cambio y regeneración, a derecha e izquierda, que cita Sánchez con Podemos y Ciudadanos, lo rechazan de plano las dos fuerzas políticas, cuestión de sentido común y de programas muy diferentes, y esa certeza de imposibilidad sería algo descabellado que pudiera darse y que durara más de un minuto. Por tanto, la incógnita de esa opción se descarta por si sola.

Nos queda la más natural por aquello de las izquierdas. PSOE, Podemos (con su potente oferta de gabinete ministerial) e IU, si tiene visos de ser viable, si bien es insuficiente dado que ni PP ni Ciudadanos les darían su bendición absteniéndose. Eso obliga a meter en el saco del acuerdo a otros, ya sean nacionalistas, independentistas, o incluso proetarras. Ahí la incógnita la debería despejar el propio PSOE, pero mucho nos tememos que si huelen a tocar poder, por el oportunismo que siempre ha caracterizado a este partido (hay pruebas en la historia y recientemente en comunidades y ayuntamientos) dejarían de rasgarse las vestiduras.

Aquí la incógnita puede ser la certeza, pero no por sentido de estado ni de lógica alguna, solamente por aquello de que el poder cambia las ideas. ¿Qué creen que pasa cuando luego aparecen tantos corruptos? ¿Eran así de nacimiento? No, la tentación desde el poder les hizo golfos. También eso es corrupción, pactar contra natura, no cabe mayor estafa a los ciudadanos que cambiar las promesas y los discursos por intereses de poder. No hay otra. Puesto a elegir, prefiero que unos pocos trinquen de una caja a que otros muchos cambien el modelo de país, de chaqueta, y hasta incluso de la caja.

Llegado ese final, tras las afiladas garras de Podemos, iremos perdiendo el sentido de estado, de nación, de país, para ser simplemente rehenes de políticas leninistas, chavistas y pasadas de moda, de rosca y de sentido común. 

El impávido y bobón de Rajoy, posiblemente haya sido honesto con su única propuesta de acuerdo entre los tres partidos constitucionalistas, la única salida lógica y digna a este embrollo, pero ha arriesgado demasiado dejando una ventana abierta por donde se ha colado el ‘ruin y miserable’ del ‘Sr. NO’. Cuando le llamó indecente se equivocó, o lo entendimos todos mal, quiso decir inocente, que para este caso es peor. España, tal como la concibe Pedro, no se merece un presidente ‘indecente’, al comportamiento de Sánchez nos remitimos, se merece uno más ruin y miserable.

Las últimas incógnitas, una vez que fuera cierto ese pacto de izquierdas con ‘papas fritas’, es, una, si el Congreso cambiaría de presidente, ya que esa fue la intención de Ciudadanos al nombrarle (que fuera distinto al partido en el gobierno). Nos tememos que Rivera va a ser otro inocente en las manos del ruin. La segunda, cómo van a salir adelante propuestas a la mesa del Congreso por parte de los que están en minoría, si pueden bloquearlas las mayorías de PP y Ciudadanos. Por último, menudo calvario, esto ya es una certeza, va a ser el tener que pasar las iniciativas por el Senado, con mayoría aplastante del PP. Una legislatura para rodar varias películas.

Para más INRI, de qué sirve prometer cambios en la Constitución si solo el PP tiene mayoría de bloqueo para parar la iniciativa. Sin olvidarnos, Grecia sabe de eso, que Europa ponga los puntos sobre las íes a las alegrías tan progresistas.

Promesas, fruslerías, arte de trileros… todo vale para llegar a la Moncloa, pero que no nos cuenten que es por los españoles, por la gobernabilidad del país, ya que es inviable prácticamente todo cuanto nos prometan u ofrezcan. Solo hay una certeza en todo esto, no les quepa duda, mientras se puedan ocupar los sillones algo caerá en sus zurrones.

El PP ha pecado en muchas cosas, demasiadas, y ahora hay que añadirle la de ser sensatos estando solo a un pacto, a la única salida lógica y natural. Hay que ser más abiertos a otros líos, aunque sean contra natura, ofreciendo y vendiendo al propio pueblo si hace falta, hay que ser más buitres. Le partieron la cara a Rajoy en la calle y ahora ha puesto la otra mejilla para que se la partan del todo. Nos queda la última incógnita y es el saber si la mejilla la tendrá tan dura (recuerden que en la otra siendo duro el golpe no cayó) que caiga de espaldas el agresor.

Si no es así, solo queda saber si votamos otra vez o nos botan.

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