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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 24 de abril de 2019

CR7, ¿publicidad engañosa? Juan Manuel Rodríguez


Cristiano cayó con la Juventus

Cristiano anunció que su llegada venía acompañada de una Copa de Europa bajo el brazo y, al verse frustrado un objetivo tan extraordinario, es lógico que haya quien piense que no ha cumplido, probablemente el primero que lo piense es él mismo..


CR7, ¿publicidad engañosa?

Como la del año pasado o la de hace tres años del Barça, la celebración liguera de la Juve del domingo fue una celebración triste. Por eso de la rivalidad extrema, a la Juve le cabe el consuelo de que, al menos, el Milan o el Inter no están en disposición de ganar la Champions, que es lo que le lleva pasando al Barça los tres últimos años con el Real Madrid, pero a nadie se le escapa que el objetivo de los propietarios del equipo bianconeri no era ganar el scudetto sino la máxima competición continental, más que nada porque la Liga llevan ocho años seguidos ganándola y la Copa de Europa la conquistó por segunda y última vez en el año 1996. A la Juve se le achaca precisamente eso, la tremenda descompensación que existe entre el equipo de los Agnelli y, por ejemplo, el Milan, hoy en horas bajas, por eso la celebración juventina del domingo sonó a fingida y la sonrisa de sus jugadores recordó un poco a la sonrisa enigmática y en el fondo triste de la Gioconda. Fue, en definitiva, una celebración protocolaria, una fiesta administrativa, una alegría burocrática.

Porque, además, y por si todo lo anterior no fuera suficiente, esta Juve era ni más ni menos que la Juve de Cristiano. En un alarde al cincuenta por ciento de sinceridad y vanidad, Cristiano decía hace poco que la Champions tenía que llevar su nombre y pasar a denominarse CR7 Champions League. Eso es lo que compró la Juventus de Turín; eso es lo que vendió, a precio de coste, el Real Madrid; eso es lo que Cristiano publicitó: "Soy Cristiano y gano la Champions". La Liga la ganaron con Mario Mandzukic, Cristiano era otra cosa y venía para escalar un ochomil, el ochomil de la Copa de Europa que se le resistía a la vecchia signora desde hacía más de veinte años. Así que si a la necesidad de la Juve por pegar un manotazo encima de la mesa europea añadíamos el interés personal de Cristiano por demostrar que las Copas de Europa las ganaba él solo, nada podía fallar. Con el Real Madrid fuera de la competición, eliminado por el Ajax, rival con el que quedó emparejado el equipo italiano, todo estaba en su sitio.

Pero no, nada estaba en su sitio en realidad y la Juve caía en los cuartos de final ante el mismo equipo que venía de eliminar al Real Madrid en octavos. Es tan cierto que Cristiano ha cumplido con su parte como que los mismos que le atribuían al crack portugués la facultad para decidir con su mera presencia hacia dónde viajaba la Copa de Europa tratan ahora de diluir su responsabilidad, de difuminarla, tratan de mimetizar a CR7. Cristiano ha cumplido pero tú no te compras un Ferrari para cumplir sino para lucir, y la Liga no luce; tú no compras Chanel para cumplir sino para oler mucho mejor que el otro, y la Liga no huele mejor que la Champions sino peor. Andrea Agnelli pasaba a diario por delante de una valla publicitaria en la que se veía a Cristiano y un lema, "Yo soy tu hombre, llámame CR7 Champions". Y el dueño de la FIAT cogió el teléfono y llamó, fichó a Cristiano y la Juve, con él, quedó eliminada en los cuartos de final.

Decía Alfredo di Stéfano que no hay futbolista en el mundo más importante que los once juntos; eso lo dijo un jugador que, según cuentan testigos presenciales, subía, bajaba, atacaba, defendía, marcaba muchos goles y también los regalaba. Di Stéfano, el jugador orquesta, probablemente el futbolista más completo de la historia, decía que no había en el mundo un jugador más importante que todos juntos; La Saeta no anunciaba las Copas de Europa, La Saeta las ganaba. Yo soy de la opinión de Di Stéfano, no hay un jugador más importante que todos juntos, pero Cristiano, que yo creo que a nivel individual ha hecho un año buenísimo en la Juve, no publicitó eso; él anunció que su llegada venía acompañada de una Copa de Europa bajo el brazo y, al verse frustrado un objetivo tan extraordinario, es lógico que haya quien piense que no ha cumplido, probablemente el primero que lo piense es él mismo. Pero una de dos, o hay un futbolista que te garantiza ganar la Copa de Europa o no lo hay, y a las pruebas de que no lo hay me remito. ¿Publicidad engañosa?

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