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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 11 de abril de 2019

La realidad de José Tomás / por Rafael Comino Delgado



La cuestión es si la estrategia de José Tomás hace bien o mal a la Fiesta y la respuesta es variada; para unos hace bien y para otros es un fraude eso de torear solo una o dos corridas, obligando al aficionado a comprarse el abono completo.

La realidad de José Tomás

Rafael Comino Delgado
El anuncio de que el maestro José Tomás toreará en la Feria del Corpus de Granada es lo que por ahora genera más conversación en el mundo del toro. Va a Granada, pero para matar cuatro toros, abriéndole cartel un buen rejoneador, no de los de cabeza, Sergio Galán.

El martes se abrieron las taquillas para renovar abonos y vender nuevos, y a las 20:00 horas había ya unas 60 ó 70 personas haciendo cola para comprarse el suyo. Se presume que en un par de días estará vendido todo el abono y entradas sueltas no quedará ni una, aunque hace dos días -por el domingo- se podían comprar por Internet a precios disparatados, cinco o seis veces el precio de taquilla.

La cuestión es si la estrategia de José Tomás hace bien o mal a la Fiesta y la respuesta es variada; para unos hace bien y para otros es un fraude eso de torear solo una o dos corridas, obligando al aficionado a comprarse el abono completo. Al respecto, pienso que:

a) José Tomás es un torero grandioso, inmenso y es dueño de hacer lo que crea conveniente para su interés

b) Si lo hace es porque puede hacerlo

c) En general hace bien a la Fiesta, puesto que se habla de toros -en Granada estos días no se habla de otra cosa-, restaurantes, bares, cafeterías, hoteles... aumentarán su negocio durante la feria. Granada estará en los medios de comunicación, etc.

d) Por otra parte, el aficionado con escasos recursos económicos, que solo podría comprar una entrada, se quedará sin verle, puesto que no puede comprar el abono y como tampoco se deja televisar, resulta que torea solo para los más pudientes. Esto es una realidad incontestable y no solo en Granada, sino allá donde actúa. Luego en este sentido hace mal a la Fiesta

e) Además, en esta ocasión ni siquiera hay otro diestro a pie en el cartel, no compite con nadie y con toros cuidadosísimamente seleccionados -Cuvillo, El Pilar, Garcigrande, Domingo Hernández-. Una gran figura del toreo tiene que competir con los demás en todas las ferias importantes, y por lo menos alguna vez matar ganaderías, no ya de las duras, al menos de las consideradas exigentes, enrazadas y encastadas. De lo contrario, no se puede llamar verdadera figura.

En definitiva, la realidad de José Tomás es que toreando solo una (a lo sumo dos o tres al año) y sin competir, sigue siendo el mandamás, pero, ¿qué pasaría si toreara cincuenta acartelándose con todos los demás? ¡Pues que otro gallo cantaría!

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