A ALBERTO CORTEZ
Siempre le escribo a un amigo, Cuando un amigo se va. Hoy te escribo a ti Alberto Cortez a pesar de no haber tenido la suerte de tenerte en la lista de mis amigos o conocidos. Nunca coincidimos tanto, cosa rara, a pesar de que te admiraba como cantautor y de ser contemporáneos.
Le doy Gracias a la vida por haber disfrutado de tu voz y de tus canciones. Siempre que te escuchaba en La vieja plaza imaginaria de la vida Volverán las oscuras golondrinas, me hacías sentir, como sevillano, un nuevo Bécquer.
En esa época, debido a la juventud, era normal formarse uno mismo Castillos en el aire e ir como tú Soñando caminos y aguardando que se cumpliera siempre la promesa de que Llegara esa rosa a la que siempre le haríamos hueco En un rincón del alma.
A partir de mañana ya no cantarás más Me llevaré conmigo por el camino de Las palmeras a El abuelo en donde Mi árbol y yo pensábamos darle la dulce sombra de La vejez.
Ahora sí que tienes motivos para decir No soy de aquí. Ahora perteneces al Universo de la Gloria de los elegidos.
Manuel Herrero Presa
Con mis respetos, tu admirador
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