Pla Ventura
Toros de Lidia / 15 septiembre, 2022
Los oscuros interés del toreo son inescrutables porque a cualquier aficionado le cuesta un mundo comprender los motivos por los cuales Curro Díaz no está presente en las grandes ferias cuando, como sabemos, algunos mediocres se pasean por todos los circuitos de las consabidas ferias sin mayor argumento que la voluntad que muestran en sus actuaciones. Insisto que, el crucigrama es difícil de resolver porque, si de Curro Díaz hablamos, nos encontramos con un torero de arte que, para su dicha, es capaz de enfrentarse a cualquier ganadería y, lo que es mejor, triunfar con las mismas.
Para colmo, otro dato que debería de favorecer a Curro Díaz es su antigüedad como matador de alternativa, un hecho que les debería de servir a los taurinos y a los matadores consagrados para que el diestro de Linares abriera cualquier tipo de cartel, cosa que anhelan muchos de los que torean todos los días pero, a su vez, claro, a las figuras les gustaría que actuara en primer lugar un “don nadie” y eso tampoco sirve porque si tres máximos toreros de relevancia no son capaces de congregar más allá de nadie plaza, si el cartel se queda cojo, apaga y vámonos.
Nos queda, como digo, ese rescoldo de los pueblos que, gracias al romanticismo de sus empresarios son capaces de contratar a uno de los toreros más puros de la actualidad puesto que, si de artistas hablamos, Curro Díaz lo es en grado sumo. ¿Acaso puede dudar alguien de su naturalidad cuando se abandona y lleva a cabo esa obra soñada? Lo dicho es algo que hemos palpado muchas veces mal que les pese a tantas gentes que, metidos de llenos en la cruel mercadotecnia del toreo, el arte y las singularidades del mismo les importa un pimiento.
¿Puede un torero, en este caso Curro Díaz, rebelarse contra el destino? Es tarea baladí porque la vida es como es y no como nosotros quisiéramos que fuera. ¿Está siendo injusta en cuanto a trato empresarial la carrera de Curro Díaz? Rotundamente, sí. Claro que, pese a todo, el diestro, en su grandeza, es capaz de entresacar todo lo bueno que le ha sucedido en la vida y quedarse con ello porque, pese a todo, jamás he escuchado el menor lamento en boca del diestro de Linares.
Lo dicho es cierto porque, siempre hay algo bueno a lo que aferrarnos pero, en calidad de aficionados, cualquiera siente desasosiego ante el trato que recibe Curro Díaz por parte de las empresas puesto que, su calidad es acreedora para mejores premios. Como decía, han sido los pueblos los que le han rescatado, así como en varias intervenciones en México, Colombia y Venezuela en las que, como siempre, ha dejado allí presente su tarjeta de visita que no es otra que su propio arte.
Por cierto, como quiera que Curro Díaz es capaz de lidiar cualquier encaste, en ocasiones, como sucediera ayer, un toreo le volteó de mala manera en Tordesillas sin que sepamos el alcance de la lesión pero, como fuere, le deseamos una pronta recuperación.
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