Para mi suerte, en calidad de aficionado, han sido muchas las veces que me rasgué las vestiduras por este torero salmantino que, como siempre ha sucedido cuando se ha enfrentado a un toro con normalidad, su toreo ha tenido un empaque singular y, en muchas ocasiones, incluso frente a los leones de turno, además de jugarse la vida cada vez que un enemigo se lo ha permitido, ha aflorado su torería innata. Toma nota, Manzanares.
Como decía, ahí lo tienes, Manzanares. Si no te gusta este torero para el menester en el que andas ocupado, sin duda serán un gran torero, pero un mal aficionado porque, de los veteranos, ¿quién podría hacer mejor papel que el diestro salmantino? Hay otros, es cierto, pero la calidad de este hombre cosido a cornadas de toda índole, más fuertes las de los despachos que las de los toros, como digo, el diestro citado tiene empaque natural, torería de la buena, gusto en lo que hace y, dada su veteranía, con toda seguridad, que no molesta; no tiene que escalar nada, salvo lograr el respeto que siempre le han negado y, ante la ocasión citada, sería ahora el momento justo de impartirle justicia y, muchas de las figuras hasta se quedarían de plástico porque verían torear en plenitud a un diestro admirable.
Nuestras palabras servirán de poco, nada es más cierto. Pero lograremos lo que siempre pretendemos, concienciar al aficionado que pasa por taquilla para recordarles a todos que, además de sota, caballo y rey, la baraja taurina tiene muchos ases y, Domingo López Chaves uno de ellos. Es cuestión de apostar por parte de los empresarios, eso sí, con la anuencia de los diestro que, no siempre están de acuerdo con los planteamientos empresariales si de compañeros hablábamos.
Por ejemplo, Morante, en vez de quejarse con lamentos de niños chicos como hace Manzanares, abre carteles, torea con los humildes, se enfrenta a todo tipo de toros, dentro un orden claro está, pero sin quejas ni vicios de otros compañeros que, más que toreros parecen niños de pañales por aquello de sus llantos y pretensiones.
Como digo, respetemos a Domingo López Chaves, hagamos justicia para con este hombre que, ahora, casi con cinco lustros de matador, algunos bobos hasta se dan cuenta de que es un gran torero.
Para mi suerte, en calidad de aficionado, han sido muchas las veces que me rasgué las vestiduras por este torero salmantino que, como siempre ha sucedido cuando se ha enfrentado a un toro con normalidad, su toreo ha tenido un empaque singular y, en muchas ocasiones, incluso frente a los leones de turno, además de jugarse la vida cada vez que un enemigo se lo ha permitido, ha aflorado su torería innata. Toma nota, Manzanares.
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