Serio, largo, amplio de cuerna y un tanto degollado y jorobado fue el toro que abrió plaza, al que Cortés recibió con garbo capotero. Mal picado, quedó dolorido en banderillas para después evidenciar su recorrido y buen comportamiento en la muleta del diestro madrileño, que fue pura firmeza. Impecable estuvo el torero, que no se dejó tocar las telas en una faena en la que puso en liza el momento que atraviesa. Seguro y sereno rubricó una actuación inteligente y de profundos naturales para cortar la primera oreja de la tarde.
Cortés continuó demostrando su dimensión con el cuarto, un astado de imponente trapío que fue largo y humilló con codicia tras recibir un buen puyazo. Toreo de mano baja ante un astado que metió la cara con nobleza y clase, pero que en el turno de espadas no hubo tino y el diestro fue ovacionado en una tarde muy completa.
Echó Adrián el capote con soltura al primero de su lote al que llevó como dictan los cánones al caballo para recibir un justo y medido puyazo. Noble, con clase y calidad fue un extraordinario toro con el que el madrileño toreó a placer. Largo y templado estuvo Adrián, que cortó una merecida oreja tras un pinchazo. Hubo petición de la segunda, pero no fue concedida al igual que el ejemplar de Valdellán no fue reconocido con vuelta al ruedo.
La seriedad del quinto, con caja, cara y las puntas para arriba, marcó otro punto álgido en la tarde. Un toro bravo que se empleó con todo. Por el lado izquierdo metió la pala del pitón a ras del albero riazano: una maquina de embestir. Extraordinario. Adrián tiró de valor para estar a la altura con un trazo poderoso y con dominio. Efectiva estocada y dos orejas y vuelta al ruedo al toro.
Otro animal de buena condición fue el lidiado en tercer lugar, al que Román firmó una entregada actuación, aunque en ocasiones le costó acoplarse. No terminó de conjuntar la faena y su labor fue silenciada. Puso el broche a la feria el valenciano, con ejemplar de buen juego, con el que estuvo digno. Se justificó Román con firmeza, aunque concluyó con un sainete con los aceros. Se puso fin al ciclo riazano, en el que los triunfadores terminaron siendo Adrián y la ganadería Valdellán.
Ficha
Plaza de toros de Riaza. Séptima de la feria de la Virgen del Manto y Hontanares. Lleno en los tendidos. Toros de Valdellán, bien presentados y de muy buen juego en líneas generales. Destacaron el segundo y el cuarto por su clase y nobleza y el extraordinario quinto, que fue reconocido con la vuelta al ruedo.
Javier Cortés, oreja y ovación.
Fernando Adrián, oreja con petición de la segunda y dos orejas.
Román, silencio y silencio tras dos avisos.
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