Tal repetición, corregida y aumentada de derroche valor y entrega, le abrió otra vez la Puerta Grande, por donde salió desmadejado pero feliz, mientras, que se sepa, nadie de los asistentes sufrió el infarto, pero a punto estuvieron. Porque el valor de Sergio no es apto para cardiacos. Con menor merecimiento le acompañó a hombros el también paisano Rubén Pinar, cual aconteció con ambos en la Feria de 2021. Aunque esta vez sólo hubo dos funos, tercero y cuarto, con casta y relativa y exigente calidad, que dentro de las condiciones de la divisa, ofrecieran también relativa facilidad para el triunfo. El resto, en líneas generales, mansurronearon sin dejar de ser lo listos que son los victorinos.
La mejor faena de la tarde, y puede que de la Feria, que concluyó este sábado tras 10 funciones, 10, la festoneó Sergio a su segundo, 'Playero', un animal largo, feo y abueyado, de mucho peso, aunque único que cumplió en el caballo, al que había que hacerle las cosas bien y Sergio apasionado y compulsivo lo sacó a los medios y con mando, temple y ligazón –muy a lo Dámaso González, su ídolo- le toreó por los dos pitones siempre en un palmo de terreno.
Con el público entregadísimo, era una labor de doble trofeo, pero al volcarse en el morrillo, la espada quedó baja a la par que el burel le derribó y le cazó en el suelo hiriéndole en la pierna derecha. No obstante, el palco presidencial cerró el abono con la tómbola orejera abierta de todo el serial y no sólo le concedió dos al espada, sino una excesiva vuelta al ruedo al bicorne.
Sergio, también muy valiente ante su primero, reservón y que se quedaba corto, salió de la enfermería cojeando visiblemente para enfrentarse al último, que, como ya se relata líneas arriba, pudo herirle de mucha gravedad. El bicho, de cabeza derrotona, nunca humilló y Sergio tras intentarlo con mucha emoción y jugándose de nuevo la vida lo despenó para relajo de los espectadores. Pinar también anduvo con oficio en el que abrió plaza, que por su flojera se defendía y cortó una oreja del tercero, un animal encastado con el que estuvo bien a secas sin apostar por jugársela en busca de las dos orejas como se esperaba
Otra cortó al quinto en una faena sin lucimiento y perdiendo pasos, que remató a la primera con una fea estocada contraria y desprendida, obteniendo el último y sorprendente óbolo ferial que le abrió la Puerta Grande donde salió en volandas con el indudable protagonista del festejo y del abono: Sergio Serrano.
FICHA
Toros de VICTORINO MARTÍN, de desigual presencia, mansos excepto 3º y 4º -premiado con vuelta al ruedo-, y flojos; manejables y de escaso juego menos los encastados 3º y 4º. RUBÉN PINAR: ovación; oreja; oreja. Salió a hombros. SERGIO SERRANO: ovación; dos orejas; ovación. Salió a hombros. Plaza de Albacete, 17 de septiembre, 10ª y última de Feria. Más de tres cuartos de entrada.
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