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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 27 de diciembre de 2012

El empresario es clave / Por Rafael Comino Delgado



El toreo tiene tres actores fundamentales o, si quieren, se sustenta en tres pilares fundamentales, que son el toro, el torero y la afición...

El empresario es clave

Por Rafael Comino Delgado
El toreo tiene tres actores fundamentales o, si quieren, se sustenta en tres pilares fundamentales, que son el toro, el torero y la afición. Si queremos que la Fiesta persista con buena salud debemos cuidar y potenciar estos tres pilares. ¿Cómo cuidar el toro? Pues presentándolo bien, íntegro, sano, siempre buscando que sea bravo y encastado, para que se mueva y transmita emoción.

¿Cómo cuidar al torero? Pues no cuidándolo demasiado. El torero tiene que justificarse todos los días y demostrar que está en el cartel por méritos propios, porque realmente interesa, sea por su calidad, por su maestría, por su valor, etc. Ahora bien, la mayor parte de los beneficios que genera deben ser para él, que se juega la vida, y eso no siempre ocurre.

Y finalmente, ¿cómo cuidar a la afición? Muy simple, aunque al parecer muy difícil. ¡Dándole verdad y comodidad a precio justo!

Y, ¿quién puede conseguir todo lo que exigimos? Pues entre todos (fundamentales los medios de comunicación), pero el empresario es el que está en mejores condiciones, es clave. Puede exigir el toro adecuado al ganadero, puede exigirle al torero, poniéndolo solo cuando lo merezca, pero dándole lo suyo, lo que le pertenece, y puede y debe dar verdad a su cliente, que somos la afición.

Sobre el papel esto parece fácil pero soy consciente de que no lo es; el empresario tiene que empezar por asumir que se debe a la afición, a la qué dará verdad por encima de todo y en primer lugar. Luego, en segundo lugar, debe ganar dinero porque para eso trabaja. Si invierte los términos y primero piensa en ganar dinero y luego, si es posible, servir a su cliente puede que se haga rico pero será mal empresario, y conste que no estoy pidiéndole que pierda dinero.

Seguramente habrá muchos buenos empresarios, pero de los grandes, de los más conocidos, pienso que Simón Casas ocupa el primer lugar, porque es muy aficionado, le gusta la calidad, es creativo, siempre anda buscando nuevas formulas y ofrecer lo que verdaderamente interesa; además viene desde abajo y está donde está por méritos propios, no por estirpe. Así lo pienso y así lo digo.
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