"...Como los pintores que pintan a pleno aire, Pepe Luis torea a naturaleza abierta. El aire es la clave de toda gran obra de arte. ¿Qué sería de Las Meninas sin aire ?..."
EL SUEÑO TANGIBLE
Jesús Cuesta Arana
Pintor y Escultor.
EL SUR DE LUCES
En este puñado de imágenes el sueño pierde su “razón incorpórea” o su abstracción para poder percibirse con las manos. O mejor dicho: poner y disponer el aire de un sueño al alcance de los sentidos. El aire ensoñador que toma proporciones reales. Basta con mirar –no ver– estas instantáneas de Pepe Luis Vázquez para confirmar lo dicho. El nieto del Sócrates de San Bernardo quiere revivir la gloria, tan cercana en la sangre y vivida en las entrañas, desde los primeros trazos del conocimiento. Si la bondad de las hadas y los hados acompañan, el firme propósito es alargar la memoria de tan coronado y elevado nombre y obra para la historia. Ahí está el torero, pisando firme, muy joven, con toda la vida por delante toreando con el temple y la gracia marcada. Toreando más a las ilusiones, que brotan por momentos, que a la vaquilla. En la tranquilidad del campo se va cimentando, poquito a poco, el renombre. Quedan todavía muchos pitones y dificultades que sortear. Mucha solanera y sombras; escarcha, agua y vientos. Vientos extraños que presagian el miedo. A la espera del clamor, del rugir de los tendidos. Dos atmósferas distintas para un torero que sueña soñando que sueña. Se juega el ser pero también el estar ¡Casi nada!
De nuevo, Pepe Luis en el ruedo, ahora pasando por el soplo innato, moviendo los engaños con el mismo temple y para colmar hasta luce el físico parejo; pero diferente. Los tiempos ya no son los mismos del excelso abuelo. Ni los públicos. Ni los toros. Ni el sistema. Pero la historia pesa y la vida es breve pero el arte es largo. El arte no conoce fronteras porque se mueve en el tiempo y en el espacio entre lo real y lo imaginado. El arte grande nace y muere con uno mismo. Por aquello de que la vida es una obra de arte, el joven Pepe Luis comprende claramente ante la becerra que el arte es expresión de él mismo. Como Juan Belmonte, se deja atrás el cuerpo. Se olvida del cuerpo y quiere atrapar al vuelo los ángeles que tantas veces acompañó al inconmensurable abuelo. Cuando se torea dándole toda la candela a los sentimientos, poetizando cada embestida, siempre se va el santo al cielo y se termina olvidando que está uno en la tierra. Pura catarsis. Una honda y purificadora experiencia vital.
Como los pintores que pintan a pleno aire, Pepe Luis torea a naturaleza abierta. El aire es la clave de toda gran obra de arte. ¿Qué sería de Las Meninas sin aire ? Entre el aire atmosférico, que se puede tocar, y el aire interior intangible va pasando la vaquilla el joven torero. Mientras que por el horizonte va llegando, empujada por los buenos vientos, la gloria con los destellos de un traje de luces. Pronto la gloria, con todo su rompimiento, se podrá tocar como los sueños.
"...De nuevo, Pepe Luis en el ruedo, ahora pasando por el soplo innato, moviendo los engaños con el mismo temple y para colmar hasta luce el físico parejo; pero diferente..."
"..Toreando más a las ilusiones, que brotan por momentos, que a la vaquilla. En la tranquilidad del campo se va cimentando, poquito a poco, el renombre..."
"..Por aquello de que la vida es una obra de arte, el joven Pepe Luis comprende claramente ante la becerra que el arte es expresión de él mismo..."
"... Entre el aire atmosférico, que se puede tocar, y el aire interior intangible va pasando la vaquilla el joven torero. Mientras que por el horizonte va llegando, empujada por los buenos vientos, la gloria con los destellos de un traje de luces..."
Magnífico artículo.Jesús Cuesta es capaz con sus palabras emocionar a los que nos gusta el toreo con duende y hacernos soñar con la pronta irrupción en el panorama taurino de un joven torero, capaz de generar y transmitir sentimientos, algo tan necesario para el presente y futuro del toreo.
ResponderEliminarJuan,totalmente de acuerdo.Primero emocionar y luego todo lo demás. De
ResponderEliminartodo ésto tu puedes dar razón en tu doble condición de músico de gran talla y amigo-amigo.Algo nos quedò de los buenos tiempos de maletillas que fuimos.Un abrazo muy toreramente.