Foto La Loma
La realidad es que el planteamiento actual y el que va a seguir no es bueno ni para el futuro del toreo, ni para mantener una plaza de temporada, ni para la afición (que no va) ni para los los novilleros porque se llevan cornadas –este año raramente más- y silencios pero pocos sacan la cabeza. ¿Me quieren recordar los nombres de los que lo hicieron?
Madrid sin verano taurino
Ricardo Díaz-Manresa
Madrid necesita un nuevo verano taurino porque no lo tiene. Sólo un expediente que cubre con novilladas de relleno. Las Ventas está sumida ahora en la gran polémica del pliego, al que todo el mundo pone a parir, sobre todo empresarios y periodistas, o asimilados, algunos de buena fe y otros intentando proteger los intereses de los grandes contra la apertura que ha habido para nuevos aspirantes. Por lo que se habla parece que puede ser así o no. ¿Les han roto el coto cerrado?. El caso es que la crítica es feroz y extendida.
Los aficionados, de momento, salvo las propuestas de los licitantes, no parece que vayan a salir ganando. Se les olvidó la comodidad, ya imprescindible, de tendidos, gradas y andanadas. Ni tampoco más ascensores ni escaleras mecánicas. También igualar el trato para jóvenes y viejos (los primeros en tendidos y gradas y los segundos en el cielo de las andanadas). No tienen en cuenta el Día de la Mejora del Abonado, de momento, ni tampoco del agrupamiento de abonos familiares, también de momento. Y los aburren y les hacen desertar. Aunque hemos pasado del desprecio más absoluto a algún acercamiento.
Eso sí, algunos se empecinan en los precios, que no se tocan, quejándose de que las corridas buenas valen exactamente igual que las malas. Ocurre como en el cine y en el teatro y en otros muchos espectáculos. Parece, si es que pagan, que no salen de las plazas de toros. Hay más vida fuera de ellas.
Hay tres cuestiones : las comodidad y la modernidad, el cuido a los abonados para que no se sigan yendo que abarca los precios e instalaciones de este siglo y la mejora taurina.
Y en este aspecto, parece que el cambio del verano es importante para cuidar el futuro y el presente. Se ha paliado un poco, pero nada fundamental. Es el pliego del “Ni puñetero caso” que ya me adelantó Felipe Díaz Murillo cuando las peñas, la suya del Conde de Colombí y mis artículos iban preñados de propuestas. Acertó la experiencia y sabiduría de Felipe, salvo en pequeños detalles.
Del “Más cornás da el hambre” hemos pasado al “Más cornás da Madrid” ante el horror de Productions Casas, que parece un lugarteniente de la Carmena que quiere hacer desaparecer toros y…toreros. Crímenes contra la humanidad. Te pasaste un poco Simonet. Te recuerdo que vives de esto. Yo no. Mis abonos me cuestan un buen dinero.
La realidad es que el planteamiento actual y el que va a seguir no es bueno ni para el futuro del toreo, ni para mantener una plaza de temporada, ni para la afición (que no va) ni para los los novilleros porque se llevan cornadas –este año raramente más- y silencios pero pocos sacan la cabeza. ¿Me quieren recordar los nombres de los que lo hicieron?
Ya sé que el calor, las vacaciones y en general el verano invitan a otras cosas, pero díganme por qué Manolo Chopera, el último grande, llenaba la plaza hasta arriba en el mes de julio, tras el atracón de San Isidro. Sencillamente, presentando muy buenos carteles. El verano de Madrid es cierto que ahora no cuenta o sencillamente no sirve más que para cumplir un pliego. Las corridas en esta plaza de Domingo de Ramos y de Resurrección tampoco contaban hasta hace poco hasta que las llenaron de nombres de prestigio o muy esperanzadores. Es que la gente en Semana Santa se va. Sí, sí, ya lo vi en el llenazo de Fandiño.
Yo he estado en la Maestranza varios Domingos de Resurrección hace años con carteles de chichinabo y media plaza. Recuerdo uno con el mito, sí, de Curro acompañado de El Almendro y otro más y escaso público en los momentos en los que el camero estaba ahogándose, que fueron muchos. ¿Y ahora, qué? Pues le pusieron calidad y la vistieron de mucho interés –real o exagerado- y ahí están la ilusión y los llenazos anuales.
¿No se puede hacer algo en el desértico verano taurino de Madrid sin carteles apañados y sin público? Madrid no tiene verano taurino sino un sucedáneo que si desapareciera no pasaría nada. Ahora es el momento. Se queda uno de piedra viendo a matadores de mucho interés, de futuro o consolidados hasta hace poco con 5 ó 6 tardes en su haber cuando media agosto. Hay que darles cancha en Madrid para llenar de contenido y esperanza el panorama y…para no perder nombres que sirven o que pueden servir y evitar que se desesperen.
Ya sé que es difícil. No difícil, sino muy difícil. Pero con marketing, publicidad y precios de verano ¿no podrían venir los Cayetano, Fandiño, Curro Díaz, José Garrido, Paco Ureña, Joselito Adame y hasta el Cid, que torean tan poco cuando se merecen más? Y añadir a los Fortes, Morenito de Aranda, Rafaelillo, Juan del Álamo, Urdiales, Juan Bautista, David Galván, Alberto Aguilar etc.
Salvo los 10 primeros del escalafón pueden venir todos. O para labrarse futuro o para resucitar o para entrar de nuevo en los grandes circuitos de la temporada.
El caso de Román es para reflexionar. Lo sientan un año tras la mala experiencia con Santiago López-Casas, este año en San Isidro está cerca de las orejas, aprovecha después las oportunidades que le dan, triunfa rotundamente en la de julio de su Valencia y vuelve a Madrid el día de la Paloma intentando confirmar su buen momento.
Suscitar interés y apoyar estos festejos con publicidad e inteligencia.
Y hay más nombres, muchos más que necesitan toros : Javier Castaño, Fernando Robleño, Juan Leal, Antonio Puerta, los hermanos Jiménez, Antonio Nazaré, más para Pepe Moral por si cuaja o no. ¿Es justo dejar clavado a un torero de arte como Posada de Maravillas?
¿Y por qué no de los Ginés Marín, Álvaro Lorenzo y Varea, más parados que los del Inem? Tantas expectativas para tan poco.
¿Y no tienen derecho los mexicanos Silveti o Armillita y sobre todo El Payo y Arturo Macías que han venido de muy buenas temporadas en su país y aquí se han limitado a saludarles con un muy buenas y ni un pitón?
¿Y el caso de Ángel Teruel hijo? ¿Y el de Paulita? ¿Y Gonzalo Caballero?.Y muchos más.
Combínelos con los mejores y ofrecerán tardes sabrosas.
Y también novilleros. Faltaría más. Los hay. Ofrezcan buenas novilladas y algún dinero y tendrán a Luis David Adame, Pablo Aguado, Andy Younes, Rafa Serna tras la cornada y más para Alejandro Marcos y Juan Carlos Carballo. Y otros que la empresa conoce y suenan por ahí y sabe que están preparados y no vienen a la aventura de la Roca Tarpeya.
En Madrid apenas tiene verano taurino. Hay que crearlo. Hacia la gran feria de julio y agosto. El gran verano de Madrid.
¿No es mejor este planteamiento que novilleros sin futuro y plaza casi vacía? El tema es ponerse a ello y poder y querer lograrlo.
Prácticamente se empalmaría con el mes taurino de mayo, los 31 días, el gran San Isidro, marca mundial del toreo. Y una plaza de temporada, pero de verdad.
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