"...Morante en vez de matar el toro mató la profesionalidad y la dignidad de sus compañeros, porque las suyas demostró no tenerlas. Menos mal que sólo fue por unos minutos, hasta que Roca Rey puso "las cosas en su sitio"..."
MORANTE: MATADOR DE ¿QUÉ...?
Antonio Portillo
Córdoba, 20/08/2016
He preferido dejar pasar algo de tiempo para enfriar un poco mi indignación por la actuación de Morante el pasado 18 en La Malagueta.
A lo largo de mis mas de 60 años de aficionado he presenciado diversas situaciones en las que el matador ha recibido los tres avisos. Las mas, por no poder matar el toro, pese a intentarlo. Sin ir mas lejos dos dias antes en la misma plaza Javier Jimenez no pudo acabar con un Pablo Romero, pero el chaval tras el fallo lloró como un hombre por la rabia derivada del pundonor vencido, y para mí eso lo dignifica.
En alguna ocasión he presenciado la negativa del torero a matar el toro, por creer que no reunía las condiciones adecuadas según lo reglamentado, ya fuera por entender que el toro estaba toreado, o porque tenía un defecto en la visión que a su entender no lo hacía apto para la lidia.
He llegado hasta presenciar como a "Finito de Córdoba" le daban los tres avisos por pretender que le indultaran el toro, cuando el presidente con buen criterio no lo hizo.
Pero nunca había presenciado en una plaza de toros que un individuo vestido de torero se negara a matar un toro por cobardía. Eso es lo que ví en La Malagueta cuando Morante de La Puebla se negó a matar el "torete" que le tocó en primer lugar. Un toro tan manso como sus cinco hermanos y con menos peligro y fortaleza que otros. Pero a raíz del arreón que le dió al de La Puebla tras el pinchazo hondo que le suministró, le provocó una "espantá" tirándose de cabeza al callejón, y el sevillano entró en una fase de pánico, totalmente inadmisible en un torero. Torero además con un caché económico muy muy alto.
No he presenciado actuación mas indigna ni menos profesional que la de Morante el pasado jueves. El toreo es bastante mas que ponerse bonito toreando, incluso mas que hacerlo con arte, cuando el toro lo permite. El toreo es sobre todo dominio con respeto al toro, principal protagonista, con mas o menos arte, pero con dignidad y profesional respeto al público que hace ricos a los figuras como Morante.
Y Morante le faltó el respeto al toro, descabellando "a distancia" reiterada y voluntariamente en el morrillo, para tras su probada cobardía esperar a que sonaran los avisos. Prestándose después a descabellar con el toro devuelto detrás del burladero, ¡patética imagen!. Pero peor aún le faltó el respeto al público, y lo que no tiene perdón, le faltó el respeto a esa maravillosa profesión como es la de TORERO, propiciando una secuencia de imágenes favorecedoras del discurso "antitaurino".
Minutos mas tarde un HOMBRE casi con edad de niño, los mismos años que los que lleva Morante de alternativa, le dió una lección de valor, profesionalidad y torería que espero no se le olvide jamás. Andrés Roca Rey limpió con creces la porquería que Morante había vertido sobre la tauromaquia.
Morante en vez de matar el toro mató la profesionalidad y la dignidad de sus compañeros, porque las suyas demostró no tenerlas. Menos mal que sólo fue por unos minutos, hasta que Roca Rey puso "las cosas en su sitio"...
¿De qué es matador Morante...?
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