JOSÉ ANTONIO SALAS AFIANZÓ ESPERANZAS
CON ROTUNDO TRIUNFO
Jesús Ramirez EL Tato
Igual como nació la monumental plaza de Pueblo Nuevo hace cincuenta años, con el esfuerzo y empuje de un grupo de tachirenses, así se cumplió la realización de la novillada con picadores que marcó el inicio este año de la Feria de San Sebastián. Cuando se anunció que la novillada no la realizaría la empresa por imperiosas razones de la economía que no cuadra, saltaron el critico taurino Kike Rosales y Manolo Ordoñez, director de la Escuela Taurina local, quienes lograron despertar los sentimientos adormecidos de los taurinos que poco a poco se fueron sumando para cristalizar la idea del evento menor, con noveles venezolanos y la cooperación de ganaderos, subalternos y gente ligada al mundillo taurino, que ayer, tras el arrastre del ultimo novillo, han debido respirar henchidos de emoción con la cristalización de un sueño, que permitió valorar a jovenes novilleros de Mérida y Táchira, y redimensionar a uno, José Antonio Salas, con personalidad que logró triunfar con rotundidad, bañando con el brillo de su artístico toreo, las heladas cumbres merideñas.
Colaboraron los ganaderos con sus reses de "Rancho Grande", "El Prado", Campolargo y "Palmar de la Sierra", de variado comportamiento y presentacion
JUAN GOMEZ con novillo de "Rancho Grande" derrocho voluntad con afarolados de rodillas para luego cuidar las fuerzas del astado con pases a media altura pero con muchas intermitencias hasta recibir aparatoso revolcón y aplausos tras finiquitar con el acero.
ANYSON VANEGAS con el de "Palmar de la Sierra", variado con capa y desigual en banderillas, destacó inicio con buenos muletazos por bajo y trío de derechazos de pronta música para despachar de pinchazo y estocada siendo aplaudido.
JOSE ANTONIO SALAS llenó de torerismo y esperanza la tarde con lances de manos bajas y muletazos con sello personal por ambas manos, con temple y mando y además con cabeza fria y pasos firmes. Trincherazos de lujo señalando la salida del astado y al final ceñidas manoletinas hasta cumplirse la petición general de indulto al bravo "carpintero" número 135 de 330 kilos de "Rancho Grande". Con las orejas simbólicas dió la vuelta al ruedo entre nutridos aplausos.
"CHICO" PAREDES naufragó ante el verdor de su escaso aprendizaje sin poder descifrar los problemas que tenia el mas toro de la tarde con el hierro de "El Prado", que solo pedía la firmeza que no tuvo el novel merideño. Dos trompetazos sonaron antes de rodar por la arena el morlaco anunciado con 360 kilos pero que aparentaba unos 400.
JOSELITO VASQUEZ con el de Campolargo que toreó con aplomo a la verónica banderilleando con acierto, logro momento de interés con la muleta en la diestra y otros naturales que han debido tener el acompañamiento musical. Un aviso antecedió a la muerte del astado y el joven espada que regresaba tras notable ausencia en los ruedos, no dió la vuelta al ruedo mostrando enojo con la autoridad taurina.
YONATAN ORTEGA que de aficionado practico pasó a novillero no desentonó ante el compromiso. aunque desde luego con muchas carencias pero sobrada voluntad. La música le acompañó labor muleteril en derechazos y los de pecho. Eso sí, dejo la estocada de la tarde de buena colocación y rápido efecto que le valió para recibir una oreja.
REINALDO GIL "El TÁRIBA", precedido por su pasantía del pasado año en la Escuela Taurina de Badajoz, es mucho lo que tiene que aprender en esa escuela. Valor tiene, pero tiene que ir dosificado con el aprendizaje, la serenidad y la cabeza fría para desarrollar los conocimientos. Ayer fue zarandeado feamente por el novillo de "El Prado" que cerró el festejo y que pasaportó de repetidos viajes, entrando de cualquier forma.
Al final como decimos al comienzo de la reseña, se repitió la historia de los tachirenses soñadores y forjadores de la fe y la esperanza con la realización de la novillada que estuvo en vilo hasta ultima hora, porque para mas INRI, representantes de un tribunal con bien armados GN hicieron retardar el inicio del festejo, al cumplir una medida judicial sacando a los niños que ya habían entrado a la plaza, la mayoría con sus padres e impidiendo la entrada de los que venían llegando a disfrutar de la novillada. Pareciera que la arbitrariedad y la insensatez no cesan porque luego que el triunfador novillero de Seboruco, Manolo Vanegas sacara a a hombros a su colega Jose Antonio Salas tras contundente triunfo, veíamos alrededor de la plaza en tarantines de borrachos, a niños y niñas pidiendo mendrugos de pan para no acostarse sin algo en el estomago. Pareciera que para el estado esos niños no necesitan protección. Vaya usted a saber...
No hay comentarios:
Publicar un comentario