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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 24 de noviembre de 2022

Falta pedagogía / por Pla Ventura


"...La fiesta de los toros –y ahora más que nunca- necesita de personas –hombres o mujeres- en calidad de periodistas que enseñen, informen sobre todo aquello que acontece en el mundo de los toros y practiquen, ante todo, un ejercicio de pedagogía al más alto nivel porque, como se sabe, de dicha fiesta queda mucho por enseñar..."

Falta pedagogía
Pla Ventura
Toros de Lidia/22 noviembre, 2022
Los aficionados a los toros, como le pueda suceder a cualquier actividad que nos distraiga, todos buscamos en los medios informativos algún tipo de noticia, crónica, entrevista, reportaje para que nos refresque la mente al tiempo que nos distraiga en este tiempo de parón si de toros hablamos. Dicho lo cual, lo que si vemos a diario es la información repetitiva de cualquier noticia que atañe al mundo de los toros; muchos no se molestan ni en cambiar algún párrafo o darle un sentido diferente a la noticia en cuestión, copian y pegan y se quedan todos más anchos que largos.

Y para tal fin tienen periodistas de nueva ola que, como se comprueba no cautivan a nadie. La noticia, como dijera en su día el irrepetible José María García, o existe o se inventa, pero no podemos quedarnos parados o, lo que es peor adoptar el sistema del plagio en que, si un medio ha dicho una cosa los demás lo dan por bueno para que todo sea una repetición de la “película” que hemos visto con anterioridad.

Un medio de comunicación tiene que informar, pero nunca copiar aquello que han dicho los demás porque, tal signo evidencia falta de recursos, de ideas, de creatividad en definitiva. Si todos dicen lo mismo puede ocurrir que mientan todos puesto que nadie repara en la veracidad de la noticia o el asunto a dirimir. ¿Dónde está la creatividad de antaño respecto a los periodistas taurinos?

La fiesta de los toros –y ahora más que nunca- necesita de personas –hombres o mujeres- en calidad de periodistas que enseñen, informen sobre todo aquello que acontece en el mundo de los toros y practiquen, ante todo, un ejercicio de pedagogía al más alto nivel porque, como se sabe, de dicha fiesta queda mucho por enseñar. Es verdad que, para este tipo de periodismo no existen pedagogos puesto que, la práctica totalidad de los que firman crónicas taurinas no se esfuerzan en adentrarse en las recovecos más difíciles del espectáculo puesto que, la inmensa mayoría se quedan en lo cotidiano que no deja de ser otra cosa que la vulgaridad más aplastante.

Un ejemplo de la ordinariez a la que aludo es que, como es notorio, Morante ha toreado cien tardes en esta temporada pero, ¿hemos visto algún análisis pormenorizado al respecto de sus actuaciones? Ni lo hemos visto ni aparecerá por lado alguno. Sobre este diestro, puesto que de él estamos hablando, ha tomado protagonismo el triunfalismo con el que se ha desatado su temporada cuando, como es evidente, dentro de la misma ha habido lagunas inmensas, la primera es que pese al anuncio de Morante para que todos los bobos le secunden, anunciaba a bombo y platillo esa variedad de encastes con las que quería asombrarnos y, la realidad ha dicho todo lo contrario.

El año de Morante, como algunos lo han definido, ha transcurrido con la más absoluta normalidad respecto al diestro y los toros que ha lidiado que, en el noventa por ciento todos han sido de la rama Domecq directamente de Juan Pedro o de sus ramas derivantes. Algún que otro escarceo al margen de otras ganaderías como pueda haber sido los toros de Paco Galache y poco más. Recordemos que, por ejemplo, se anunció en Linares con los Miura para hacer el ridículo y lo que no sabe la gente es que los dos sobreros que había en los corrales eran de Juan Pedro. Siendo así, ¿a qué jugamos?

Asuntos como el citado son los que nos deberían de servir en bandeja de plata a los aficionados para que todos supiéramos la verdad de todo aquello que se cuece entre bastidores del toreo pero, eso es mucho pedir. Sería como desnudar al santo en la misma procesión. ¡Qué indecencia! ¿Verdad? Aquí no se desnuda a nadie y mucho menos existe revelación alguna respecto a lo que se cuece entre bambalinas. Dicho en cristiano, -salvo las excepciones que todos conocemos- nadie pretende contarle la verdad al aficionado porque, unos por cobardía, otros por intereses con el mundillo y los más por aquello de llevarse un bocadillo a casa, descubrir la verdad se ha tornado una tarea imposible.

-En la imagen vemos a Morante regando la plaza de Alicante mientras que, los empleados asisten estupefactos ante el favor que les hizo tan magno diestro.

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