"El proyecto de "humanización" promovido por los profesionales y consistente en la plena anulación del toro y de lo que representa, limitando al mínimo sus recursos y capacidades naturales, es una verdadera infamia.Quienes lo están imponiendo son simplemente jugadores de ventaja, que no saben vivir sin hacer trampas y que además se ciegan con la simplicidad de su triunfo. No alcanzan a comprender el absoluto fracaso que se avecina, porque su "fiesta degenerada" no interesa a nadie.
Frente al ambiente creado en torno a las grandes ferias del calendario que se mantienen gracias a un par de figuras y un desproporcionado aparato publicitario, cada día crece más el desierto de cemento en plazas prácticamente vacías. Lo que ofrecen no resulta mínimamente atractivo y los clientes se alejan entre desencantados y aburridos. Y eso es muy perjudicial para los propios diestros que, excepciones al margen, tienen cada día más dificultades para mantener su prestigio profesional y unos honorarios dignos."
Estas duras palabras las escribió Adolfo Rodríguez Montesinos hace 22 años, augurando ya lo que se venía encima...
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