Fotografías de Ricardo R. Relvas / El Redondel Taurino
PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS
Domingo 30 de Septiembre de 2012
NOVILLADA CONCURSO DE GANADERÍAS
Partido de Resina, Jaral de la Mira, Hros. de Alonso Moreno, Coquilla de Sánchez Arjona, Aurelio Hernando y Cubero-Buendía
para
Miguel Hernández Miguelín, Raúl Rivera, Alberto Escobar
El jurado declaró el premio desierto
El toro de Partido de Resina fue merecedor al premio porque se arrancó por tres veces a los caballos, cada vez a más distancia, fue duramente castigado por la varita mágica de Domingo García, acudió con presteza a banderillas, dando ocasión para que Rafael González colocase un perfecto par de sobaquillo en el mismo estilo de Joselito Calderón, que hoy oficiaba de asesor artístico, y se mantuvo atento y presto a los cites de su matador, sin abandonar los medios más que cuando le llevaron al tercio a tundirle a estocadas y descabellos; se murió a la manera antigua, sentado en los cuartos traseros sin abrir la boca más que al final de su particular vía crucis de aceros, verduguillos y puntilla. Si a eso añadimos una esmerada presentación, la seriedad de su presencia y los aplausos del respetable en el arrastre, hay muchos elementos de juicio como para darle triunfador de la corrida y no dejar el premio desierto. En el debe del novillo habría que poner una ligera falta de fuerzas, no desmesurada, pero que le llevó a no empujar con riñones en el penco y a perder las manos un par de veces así como el hecho de que no saltase la barrera, pues es sabido que, para los conversos de Nimes, Abella entre ellos, ése es el signo extremo de qualité en toros de indulto. Leer más...+
(José Ramón Márquez)
La ovación de la tarde se la llevó Pandero en el arrastre
Una injusticia manifiesta a cargo de un jurado de paniaguados -con escasas excepciones- a las órdenes de las subvenciones e influencias de ese personaje depredador de la plaza de Las Ventas llamado Abella, mamporrero de sus jefes y conocido copista de autores taurinos que le hace figurar como escritor. Por distintos intereses, si los novillos de Coquilla o de Urcola lidiados hubieran dado el juego del pablorromero con la gran ovación al ser arrastrado hubiéramos visto los aletazos del gerente de la taurino de la CAM manipulando a los doctos para conceder el premio.
ResponderEliminarPara los organizadores de este festejo un suspenso. A ver si el próximo añpo s elo toman en serio y respetan a los aficionados con mejor selección de ganado y toreros, incapaces para estos menesteres.
Y preparados ya para la feria de otoño. Ya veremos.
Saludos.
Pepe Colmenar
el de partido de resina no fue un toro como para premiarlo tampoco no empujo en el caballo justo de fuerza y soso en la muleta lo que pasa que en el pais de los ciegos el tuerto es el rey asique me parece muy bien que el premio se quede desierto y con los toreros estoy totalmente deacuerdo dejando aparte a alberto escobar que poco pudo hacer con toros desclasados con medias arrancadas y deslucido como el tercero de casasola que por cierto volvemos al domeq y con el manso con genio con sentido grandon y fuera de tipo coquilla de sanchez arjona que hizo sexto
ResponderEliminarNo es por crear polémica, pero es que no me entero de qué hablamos. El toro fue un buen toro. Habría que haberle puesto una cuarta vez al caballo, para dejar fuera de dudas los asuntos cruciales, pero si tenemos en cuenta la ineptitud de su matador, el desprecio del picador por el animal y las pocas ganas que tenía de que se le arrancase de largo y especialmente la manera de asegurar su posición sobre el penco a base de cargar la mano en el primer puyazo, si pensásemos más en el toro y en las deplorables circunstancias en las que se desarrolló su vida pública, en su seriedad en su fijeza, en como no toleró la peste de las lopecinas... a lo mejor le dábamos más nota de la que el amigo anónimo de las 19:38 le cicatea. Ya quisiera yo ver en cada novillada al menos uno así. Creo que lo fácil es ponerse exquisito y ser aficionado durísimo, para eso no hacen falta matices, y la grandeza de esta afición no está en el trazo grueso, sino en los matices.
ResponderEliminarAtentamente, Fermín Quilón.