"...En los toros, a los toreros, básicamente las figuras, no les gusta que haya reglas, normas ni árbitros que decidan, lo que permite que puedan utilizar ventajas, quedando lejos de que nadie rompa o impida el poder hacer las cosas como quieran..."
FUERA DE JUEGO
Antolín Castro
Es una expresión muy habitual en el mundo del fútbol esta frase de ‘fuera de juego’, fruto de discusión y controversia cuando no de abiertas guerras a la hora de dirimir si lo conseguido, el gol o el triunfo, fue legítimo o fruto de una trampa o ventaja permitida por el árbitro.
Se delimita con esa expresión la no validez de una jugada, su falta de legalidad, su autenticidad. De ahí las encarnizadas polémicas que suscita cuando se comprueba que, efectivamente, existía ese ‘fuera de juego’.
Qué darían Cristiano Ronaldo, Messi y compañía por que no existiera esa regla del fuera de juego en el fútbol, que todo pudiera ser como a ellos les gustara o les apeteciera para lucir mejor sus cualidades goleadoras. Cambiaría tanto la dinámica del juego que seguramente sería otro. Sin embargo nada dicen al respecto, por muy ‘balones de oro’ que sean, conformándose con aceptar que la regla exista y que, pese a su a veces difícil delimitación, pueda discutirse de vez en cuando su correcta y acertada aplicación.
En los toros, a los toreros, básicamente las figuras, no les gusta que haya reglas, normas ni árbitros que decidan, lo que permite que puedan utilizar ventajas, quedando lejos de que nadie rompa o impida el poder hacer las cosas como quieran.
Sin embargo, no debería ser así. Deberían aceptar y someterse a las reglas del juego, a las del toreo auténtico. Entonces, jugando con las mismas reglas que los demás, las figuras fundamentalmente, lo que harían sería demostrar que tienen capacidades muy superiores al resto.
Sí existe el deber de hacer las cosas bien, sin alivios ni ventajas, asumiendo que dejar la pierna atrás o utilizar descaradamente el pico de la muleta, es tanto como estar fuera de juego.
En el fútbol, la posición de una parte del pie o la cabeza por delante de la del rival invalida la jugada. Pues bien, en el toreo, una pierna atrasada debería invalidar o quitar valor a lo ejecutado, causa de falta de autenticidad. Y puede ser que el árbitro, en este caso el público, no lo haya detectado ni discutido, pero la faena habrá carecido de autenticidad.
Los profesionales de los medios sí estarían obligados -así lo hacen en el deporte- a citar en sus crónicas la falta de autenticidad o legalidad en el triunfo. Sería lo mínimo, pudiendo utilizar la moviola cuantas veces fuera preciso para hacerlo ver a los espectadores despistados y/o interesados solamente en el triunfo del ‘suyo’.
De ahí que ésta, como otras reglas que rigen el deporte, serían bienvenidas en el toreo. Muchos aficionados se posicionan ante elfuera de juego diciendo ‘Quién lo pillara en los toros’.
Por mucho que sean buenos esos jugadores citados, los mejores de una época, tienen que seguir demostrándolo a diario contra todas las reglas y los adversarios que se ponen y les ponen por delante.
Igualito que nuestras figuras… que son capaces, abusando de las ventajas, de pedir hasta el balón deshinchado.
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