El triunfador del certamen tendrá la oportunidad de torear en la Feria de Albacete con picadores y ganará un traje de luces diseñado por Justo Algaba,
Así se ayuda a la Fiesta
El certamen patrocinado por la Televisión de Castilla la Mancha y organizado por la empresa Taurino Manchega de la que forman parte, junto a los hermanos Luisma y Pablo Lozano, los matadores albaceteños Manuel Caballero y Manuel Amador (hijo), es una forma seria y eficaz de ayudar a la promoción del toreo desde su raíz. Por primera vez se afronta un acontecimiento de esa clase, a imagen y semejanza de aquella célebre oportunidad que parió un gran torero como Sebastián Palomo Linares. Aquel histórico evento fue obra del padre y los tíos de los actuales Lozano y movió a la afición de toda España, haciéndole volver la vista hacia la romántica aventura de los que emprenden el camino del toreo con el único bagaje de su afición y sus ansias de triunfo. El escenario fue la plaza madrileña de Vista Alegre y los resultados un torero que apenas salido de la pubertad se vio lanzado a la fama por su casta, inteligencia y entrega. Palomo Linares protagonizó varias películas y se encaramó junto a las figuras de su tiempo, entre ella El Cordobés, disparado por aquel halo de grandeza que los hermanos de Alameda de la Sagra supieron insuflarle a la carabanchelera “Oportunidad”.
Ahora, tantos años después, son también unos Lozano los que se han fajado con las dificultades del crítico momento que vive la Fiesta –como todos los sectores de la economía del país- para darle un empujón a ese embrión del toreo que son las novilladas sin picadores, forja de tantos toreros en la época en que todavía los alevines de torero no salían del cascaron con la furgoneta con su nombre en los laterales y un rey del tocho pagando facturas para presumir de “conseguidor”.
Sebastián Palomo está llevando a cabo una concienzuda selección entre medio centenar de aspirantes a vestir el traje de luces bajo los focos de la televisión manchega. Y quienes están a pie de fábrica ya hablan de algunos de esos chiquillos entre los que destaca un albaceteño de nombre Filiberto. Que ya es llamarse, pero que dicen que se puede reproducir con él el caso de aquel Nicanor Villalta, que, cuando se presentó en Madrid, todo el mundo se acordaba de aquello de “Don Nicanor tocando el tambor” y por la noche su nombre torerísimo era repetido con admiración por todos los rincones de la capital de España.
La posibilidad de que el triunfador o triunfadores de la final de Albacete, debuten con los del castoreño en una de las dos novilladas de la Feria de la Virgen de los Llanos de la capital que fue cuna de Montero, Pedrés y Dámaso González, así como patria chica elegida por Chicuelo II, viene a darle mayor aliciente si cabe al empeño de RTV-CLM y la empresa Taurino Manchega.
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