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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

viernes, 3 de octubre de 2014

Había olvidado lo divertido que era el fichaje de Neymar por el Barça / por Juan Manuel Rodríguez



Me habría gustado conocer a Neymar Sr. en otras circunstancias porque el tipo tiene que ser un cachondo mental de mucho cuidado. Eso sí, arrestos no le faltan: el tipo se planta en la Audiencia Nacional, con lo que eso debe imponerle a uno, se sienta delante de uno de los jueces estrella y le dice con un par que su hijo prefirió irse al Barcelona perdiendo más de 90 millones de euros... ¿por qué?... Y aquí viene lo más divertido: por su "poder de seducción".

Había olvidado lo divertido que era el fichaje de Neymar por el Barça
  • Por cierto que Florentino Pérez jamás reconoció que el Real Madrid hubiera ofrecido 150 millones por Neymar. Lo que sí dijo Pérez fue exactamente que el fichaje de Neymar se habría ido a los 150 millones,
Lo que, con todo el respeto del mundo y si su señoría me admite el consejo, debería hacer cuanto antes el juez Ruz es reconocerle su extraordinaria singularidad al contrato de Neymar con el Fútbol Club Barcelona. Porque lo que nadie podrá negarme es que, en un mundillo como el del fútbol en el que los representantes se arrastran por un euro, los jugadores matan por dos y los clubes regatean hasta el fin de los días por tres, no es singularísimo el contrato de un futbolista que pudiendo firmar por un club que le ofrece ni más ni menos que 150 millones de euros se va a otro que sólo le da 57,1 y punto. Así que Neymar y su padre, que además de progenitor del chico ejerce las veces de representante, renunciaron a más de 90 millones de euros por irse al Barça en vez de hacerlo al Real Madrid, que no es precisamente el Escalerillas.

Lo que le dijo Marta Ferrusola a su marido, el de la estatua, es cierto: "Aguanta, Jordi, que al final todo se olvida". Yo, sin ir más lejos, casi me había olvidado ya de lo divertido que era el fichaje de Neymar, de las horas de debate que nos brindó en el pasado y, a la vista está, de las que nos va a regalar en el futuro. Me habría gustado conocer a Neymar Sr. en otras circunstancias porque el tipo tiene que ser un cachondo mental de mucho cuidado. Eso sí, arrestos no le faltan: el tipo se planta en la Audiencia Nacional, con lo que eso debe imponerle a uno, se sienta delante de uno de los jueces estrella y le dice con un par que su hijo prefirió irse al Barcelona perdiendo más de 90 millones de euros... ¿por qué?... Y aquí viene lo más divertido: por su "poder de seducción".

Por cierto que Florentino Pérez jamás reconoció que el Real Madrid hubiera ofrecido 150 millones por Neymar. Lo que sí dijo Pérez fue exactamente que el fichaje de Neymar se habría ido a los 150 millones, y añadió a continuación: "Hubiera modificado el ecosistema del club". O sea que, en realidad, lo que Florentino Pérez dijo es que el Real Madrid jamás habría pagado 150 millones de euros por el chico. Por otro lado, ¿y qué si lo hubiera hecho?... Yo creo que sólo hay un club de fútbol en el mundo capaz de acometer una operación tan compleja como la de Neymar, y ese club no es otro que el Real Madrid. Hay otra cosa que me escama y es la presencia del club blanco en la declaración del generosísimo (uno no se encuentra todos los días a alguien que acaba de renunciar a 90 millones de euros) padre de Neymar. Está claro que habló por boca de ganso y que quienes le asesoran creen que decirle a un juez que el Real Madrid ofreció tres veces más por el jugador y que al final eligió el Barça por su "poder de seducción" es una línea de defensa inteligente. Cosas veredes.


PD: El periodista que cometió la temeridad de decir que Florentino Pérez había llamado a Aznar, éste a Gallardón y el ministro al fiscal sigue escondido debajo de la mesa. Y el diario que acogió aquella difamación, Mundo Deportivo, continúa sin rectificar. Aunque lo que peor llevo yo es no haber leído a Mónica Planas ni una línea al respecto. Me gustaría saber qué piensa esta profesora de periodismo al respecto, lo digo en serio. Pero todo se olvida, ¿a que sí Mónica?...

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