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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 24 de mayo de 2017

13ª de San Isidro en Madrid. Aunque la terna estuvo por encima de otra corrida desastrosa, esto ya no hay quien lo aguante / por J.A. del Moral




La minoría habitualmente protestante llevó toda la razón mientras el resto del público volvió a aguantar con infinita paciencia otro espectáculo insalvable. Quizá ayer fue porque muchos abonados dieron sus entradas a otras personas que no suelen ir a los toros. No fue un cartel de relumbrón. Pero los tres merecerían otra oportunidad. Especialmente Daniel Luque y Juan Leal. Al menos, Fortes pudo torear templadamente al sosito segundo de la diezmada y flojísima corrida de Valdefresno y Fraile Mazas – tanto monta –, remendada con un sobrero mansísimo que hizo cuarto al correrse el turno de Adelaida Rodríguez.

Aunque la terna estuvo por encima de otra corrida 
desastrosa, esto ya no hay quien lo aguante

J.A. del Moral · 24/05/2017
Madrid. Plaza de Las Ventas. Martes 23 de mayo de 2017. Decimotercera de feria. Sol con nubes, leve viento y calor sofocante. Dos tercios largos de entrada.

Cinco toros de Valdefresno, bien presentados y armados aunque mansos y en su mayoría sin fuerza ni casta. Un sobrero mansísimo, apenas noble y de muy corta duración de Carriquiri que hizo cuarto tras correrse turno y devolverse otro sobrero de de Adelaida Rodríguez por inválido. Por medio salvar uno, el noble aunque sosísimo segundo hasta que se paró antes de la cuenta.

Daniel Luque (grana y oro): Estocada tendida, silencio. Dos pinchazos, estocada tendida y descabello, aviso y silencio.
Fortes (agua marina y azabache): Estocada caída y dos descabellos, aviso y palmas. Estocada casi entera baja y descabello, silencio.
Juan Leal (malva y oro): Estocada y descabello, aviso y ovación. Pinchazo y estocada desprendida, silencio.

Finalizado el paseíllo sin deshacerse el desfile de cuadrillas, todos descubiertos, se guardó un largo y sentido minuto de silencio por el horrible atentado terrorista en Mánchester.

Nunca sabrán los ingleses del Brexi que en la plaza de toros de la capital de España se guardó un emotivo y muy largo minuto de silencio por el atentado de Mánchester. La sensibilidad del público de toros es tan enorme como admirable. El respetable lo fue ayer más respetable que nunca, incluso por su general paciencia mientras duró el frustrado espectáculo. Ayer los toros anunciados fueron de Valdefresno. Cada vez que se lidian en Madrid toros de esta ganadería, ¿quién no recuerda al famoso “Lironcito” que inmortalizó Enrique Ponce hace 21 años? – ¡cómo pasa el tiempo, Dios mio ¡ – y con el que se coronó como primera figura del toreo que aún ostenta cuando cumple 28 años de alternativa. ¿Qué está pasando, señores ganaderos, qué habéis hecho, como es posible que se haya llegado al desastre que estamos padeciendo? Si en las próximas corridas con figuras en los carteles, ocurriera lo mismo, puede que la paciencia se acabe y se arme la de San Quintín. Porque, díganme ustedes qué habrían hecho las figuras con los toros de ayer. En el mejor de los casos, matarlos bastante antes de cómo hicieron Daniel Luque, Fortes y Juan Leal.


Luque, para mí y creo que para todos los aficionados, está viviendo extrañamente una inexplicable y prematura decadencia tras haber dado sobradas prueba de buen hacer el toreo con el capote y con la muleta. Ayer careció de oportunidad de salvar el bache. Ayer no fue por su culpa. Al primer toro, que hubiera hecho de cuarto de no haber sido devuelto el anunciado, apenas pudo apuntar un par de lances, tres verónicas con caída del toro en la tercera como quite y muy al final de su porfía muletera un par de naturales y el de pecho mientras todos estábamos deseando que cortara de una vez su baldío trasteo muleteril. Fue más prolija y en momentos más lucida su labor con el sobrero de Carriquiri que fue mansísimo en varas, huidizo y no pasó de quedarse muy corto en la muleta, finalmente alargadas con la mano derecha y hasta con la izquierda. Nada. Un suspirito. Una quimera. Vana ilusión. Y mal con la espada.


Fortes, siempre, siempre, siempre valentísimo con moral indestructible pese a sus muchísimos percances, sin haberse podido lucir con el capote en la salida y durante la simulada suerte de varas, se fue a los medios para iniciar su faena de rodillas, citando con el cartucho de pescao que dio con la mano izquierda, siguiendo por naturales de igual guisa, varios más con la derecha templando y no digo mandando porque este toro tuvo muy poco que mandar porque se apagó enseguida mientras Fortes hasta quiso pegar circulares invertidos. Vana ilusión. Si, había toreado bien al moribundo… pero…

Inexplicablemente dadas sus pobrísimas condiciones, el malagueño se atrevió a brindar al publico la faena y la muerte del cuarto estando ya medio muerto el animal. Aguantó muy firme las primeras arrancadas que tuvo en la muleta. Pero no hubo segundas ni terceras porque se acabó mientras el torero pretendía seguir por naturales para nada. Fortes mantuvo su dignidad herida sin remedio.


Lo más emocionante de la tarde llegó del quehacer valentísimo de Juan Leal mientras duró el tercer toro en una faena de muleta llena de peligrosas coladas que el joven francés casi sevillano porque allá vive, aguantó impávido, firmísimo, ojedizado, tragón de embestidas inciertas hasta terminar en tablas por apurados naturales y con circulares invertidos incuajables con el animal ya rajado por completo hasta que sonó un aviso mientras mataba de estocada y descabello. Juan Leal escuchó y saludó la única ovación de la tarde. No así en el sexto, otro manso sin fuerza que fue aún peor que el tercero con el que también porfió en baldíos e irresolubles esfuerzos.

A ver qué pasa hoy con toros de Cuvillo para Juan Bautista, Talavante y Roca Rey. Muchos ya han encendido velas delante de los altares…

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