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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 22 de mayo de 2017

La Liga menor número 33 / por Juan Manuel Rodríguez



 Que la Liga 33 no nos impida ver el bosque de lo sucedido ayer en el Camp Nou y esos dos penaltis pitados sobre Jordi Alba y Neymar, el primero cometiendo falta sobre sí mismo y el segundo sumergiéndose directamente en la piscina. Cosas como las de anoche, repetidas durante todo el año, incrementan el valor de esta Liga número 33 del Real Madrid.


La Liga menor número 33

El sábado escuché decir a Javier Ares que la Liga era un título menor. Así, como suena, sin preoperatorio ni anestesia previos. Por las bravas. Y a su colaborador Mister Chip ratificándolo: "Lo duro de las dos Ligas perdidas en Tenerife fue que al año siguiente no podías jugar la Copa de Europa, no como ahora". Efectivamente, la Liga ha sido un título menor muchas veces a lo largo de su historia, en concreto 33, que es el número de veces que la ha ganado el Real Madrid. Cuando la Liga la gana el Barça es la más potente del mundo, y ni qué decir tiene que cuando la ganaron el Atlético de Madrid, el Depor, la Real Sociedad o el Athletic fue un canto a la generosidad, una oda al trabajo bien hecho.

Porque todo, y no sólo la Liga, es menor cuando lo gana el mejor club deportivo del mundo. También la Copa de Europa, que hubo incluso una vez que el Madrid la ganó de forma vergonzante. Y sí, lo verdaderamente trágico de aquellas dos Ligas perdidas en Tenerife en el último partido fue que al año siguiente no se jugaba la Copa de Europa. Lo recuerdo como si fuera ayer, todos los madridistas hablando a la mañana siguiente del palo enorme que suponía no disputar la Copa de Europa y no del martillazo que acababan de recibir. En los bares no había otro tema de conversación. Tampoco se habló nada de la actuación de García de Loza y de Gracia Redondo, colaboradores necesarios de aquellas dos Ligas mayores que se llevó el Barça. Tanto uno como otro pidieron perdón el otro día en Marca. Me parece bien que sólo hayan tardado 25 años.

Aún así, contra viento y marea, el Real Madrid ha ganado su Liga 33. Se ha metido una presión terrible a todos los rivales merengues, desde el Valencia hasta el Málaga pasando por Sevilla, Granada y Celta de Vigo. Ayer Zidane resaltó el mérito enorme que, con esos equipos convenientemente excitados, ha tenido ganar los últimos tres encuentros en una semana sin ponerse nerviosos. 
No será porque desde algunos medios de comunicación no se les ha recordado a los Ramos, Marcelo, Cristiano, Benzema y compañía lo que sucedió en el estadio Heliodoro Rodríguez López. De los jugadores, presidentes y entrenadores de los últimos rivales del Madrid, de los que se ha puesto en duda su profesionalidad, lo hemos conocido todo, DNI, fecha de nacimiento, nombre de los padres, gustos musicales, razón social... pero de los rivales del Barça no se ha dicho nada. Que la Liga 33 no nos impida ver el bosque de lo sucedido ayer en el Camp Nou y esos dos penaltis pitados sobre Jordi Alba y Neymar, el primero cometiendo falta sobre sí mismo y el segundo sumergiéndose directamente en la piscina. Cosas como las de anoche, repetidas durante todo el año, incrementan el valor de esta Liga número 33 del Real Madrid.



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