El reto de recuperar la Venta del Batán

"...Con los medios que hoy disponemos, ya sea en las tareas de promoción y marketing, ya en el campo tecnológico, ya en el propio ámbito ganadero, las posibilidades de explotación en todos los sentidos del recinto son bien numerosas..."

Un compromiso para todos los taurinos
El reto de recuperar la Venta del Batán

Se ha abierto en estos días una posibilidad, real y concreta, de promoción de la Tauromaquia: recuperar la Venta del Batán, con una utilización integral de todas sus instalaciones, hoy en gran medid abandonadas y en desuso. La decisión del Ayuntamiento madrileño de ceder la gestión del recinto a la Escuela Taurina "Marcial Lalanda" facilita que sobre lo ya existente se pueda dar forma a un proyecto ambicioso, que permita la aproximación de cuanto representa el toro de lidia y la propia Fiesta al gran público. Solo hace falta que los profesionales del planeta taurino den el paso al frente a la hora de colaborar desinteresadamente en el proyecto. /Taurología/

Cuando ahora todo se vuelven buenos deseos --que los hechos reales bien parecen que caminan por otros senderos-- de trabajar a favor de la Tauromaquia, el Ayuntamiento de Madrid a medias con el consorcio de la Escuela Taurina “Marcial Lalanda” han puesto encima de la mesa de los taurinos una verdadera “patata caliente”: la posibilidad de recuperar para la Fiesta la histórica Venta del Batán, hoy en un práctico abandono, con el deterioro de unas instalaciones que dieron lustre y prestigio a la afición de la capital de España.

Prácticamente desapareció a estos efectos su homóloga sevillana de la Venta de Antequera, y detrás de ella vino, con la dichosa “lengua azul” como excusa, el punto final para El Batán. Sin embargo, en las actuales circunstancias recuperar El Batán constituye un reto necesario, que debiera ser afrontado por el conjunto del mundo taurino.

Con medio siglo de historia a sus espaldas, el viejo recinto de esta Venta ofrece hoy muchas más posibilidades de explotación y de servicios que cuando se creó. Pero, además, en un momento como el actual, incluso tiene mucho más sentido que en aquellos años iniciales.

Si damos por cierto el repetido aserto de que quien se acerca a la realidad del toro de lidia se acerca indisolublemente a la propia Tauromaquia, aproximar cuanto representa la ganadería brava a los aficionados, a los sencillamente curiosos y a los propios turistas --que con tanto éxito visitan el Museo Taurino de Madrid--, no constituye precisamente una ocurrencia propia de estos tiempo de calores veraniegos. Es mucho más que todo eso.

Con los medios que hoy disponemos, ya sea en las tareas de promoción y marketing, ya en el campo tecnológico, ya en el propio ámbito ganadero, las posibilidades de explotación en todos los sentidos del recinto son bien numerosas.

Y así, por ejemplo, ¿por qué no va a funcionar en Madrid una adecuada adaptación de los espectáculos camperos, tanto taurinos como ecuestres, que se dan hoy en distintos mundos de España? Pero también, haciendo unos de las nuevas opciones tecnológicas que sobre la sociedad de la información, caben exhibiciones virtuales de las labores ganaderas en el campo, la propia historia del toro de lidia, las facetas principales del toreo, etc. Y con el complemento, además, de la opción de hacer demostraciones de toreo práctico, con la presencia de los profesores y alumnos de la propia Escuela Taurina.

No hay que inventar nada. En la realidad ya se cuenta con muchas iniciativas que ahora pueden ser adaptables al caso de la Venta del Batán y a la singularidad del propio turismo internacional y nacional. Tan sólo hace falta que se tenga la voluntad necesaria de empeñarse en esta iniciativa.

Pero a nadie se le oculta que afrontar un reto de esta naturaleza exige de suyo la colaboración decidida y desinteresada de todo el mundo taurino. Si los ganaderos se resisten a exhibir sus toros en las corraleras de Batán, si la empresa que en cada momento sea concesionaria de la plaza de Las Ventas abriga dudas a la hora de colaborar, si la generalidad de los profesionales taurinos no asumen este proyecto, nos estaríamos empotrando en el muro de la inacción y la Tauromaquia en su conjunto estaría dando de lado a una oportunidad magnífica para su propia promoción.

Desaprovechar la oportunidad que ahora brinda a la Fiesta el Ayuntamiento de Madrid y su Escuela Taurina, obligaría a cerrar muchas bocas que tanto reclaman la promoción y el fomento de la Tauromaquia. Ahí tienen una posibilidad bien real y práctica para desarrollar todo eso que viniendo pidiendo con insistencia.

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