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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

lunes, 21 de julio de 2014

Di María, otro Özil / Juan Manuel Rodríguez

















 "...Di María quiere irse y James quiere venir del mismo modo que en su día quiso venir Gareth Bale, el jugador que tenía una hernia pero que, lesionado y todo, marcó el gol que le dio al Madrid la Copa del Rey y el segundo en la final de la Champions, el que acabó por desplomar anímicamente al Atleti. ¿James es Di María?..."

Di María, otro Özil
  • Di María quiere irse y James quiere venir del mismo modo que en su día quiso venir Gareth Bale, el jugador que tenía una hernia pero que, lesionado y todo, marcó el gol que le dio al Madrid la Copa del Rey y el segundo en la final de la Champions, el que acabó por desplomar anímicamente al Atleti.
Cuando un futbolista dice que quiere irse de un club es porque ya se ha ido, y Ángel di María lleva demasiado tiempo dejando entrever que no quiere seguir aquí. Di María es muy bueno, buenísimo, y creo que ha sido fundamental en la conquista de La Décima, pero el Real Madrid es mucho mejor que Di María, cuyo único motivo de insatisfacción no puede ser otro que el dinero. Por dinero se marchó de aquí aquel jugador llamado Özil, un futbolista único e irrepetible, genial e indispensable, un crack sin cuya presencia el club blanco entraría en una profundísima crisis deportiva de la que sólo Dios podía saber cómo se llegaría a salir algún día, muy lejano por supuesto; un año después, Özil está perdido en la Premier y le acaban de rescatar en el Mundial de Brasil entre Kross, Müller y Khedira. Con parte del dinero que dejó Özil, que se esfumaba de los partidos cuando tocaba entrar a matar, el Madrid fichó a Bale, que es un jugador que gana finales.

Creo que Özil ha estado llamando continuamente a Benzema para que se fuera con él al Arsenal, y el francés, que no sé si será gato o perro pero que de tonto no tiene ni un pelo, siempre le repetía lo mismo: "¿Tú estás loco?... Yo de aquí no me muevo. Si quieres hablo con el presi para que te traiga a ti aquí de nuevo". Mi amigo José Luis Morales me repite siempre lo mismo: "Juanma, mi mayor error fue marcharme del Real Madrid. Uno no puede irse nunca por propia voluntad del Madrid, de aquí te tienen que echar". Özil se fue por dinero del mismo modo que Robinho (que iba a ser el nuevo Pelé) se marchó porque quería ser el mejor jugador del mundo. Ahora quiere irse Di María, otro futbolista sin el cual no podrá seguir sobreviviendo el Real. Veremos. Yo sigo pensando que el Madrid es más importante que el argentino, igual estoy confundido.

Para sustituir a Di María vendrá James Rodríguez, que ha sido la gran sensación del campeonato del mundo de selecciones y cuyo sueño desde niño no es otro que jugar como local en el estadio Santiago Bernabéu. Por James el Mónaco pagó en su día 45 millones de euros y ahora se dice que podría vendérselo por 70 al club blanco, que ingresaría entre 50 y 60 por Di María, que se quiere ir por dinero como en su día Özil. Di María quiere irse y James quiere venir del mismo modo que en su día quiso venir Gareth Bale, el jugador que tenía una hernia pero que, lesionado y todo, marcó el gol que le dio al Madrid la Copa del Rey y el segundo en la final de la Champions, el que acabó por desplomar anímicamente al Atleti. ¿James es Di María?... Por supuesto que no: James es mejor y, como Bale, pondrá en pie al estadio Santiago Bernabéu. Es una apuesta a caballo colombiano y ganador.

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