Detalle cartel taurino Barcelona 1897 - Ministerio Cultura.
'..El problema es muy grave. Porque la tauromaquia se remonta en la península Ibérica a tiempos inmemoriales, a un par de milenios antes de que se constituyera la nación española. Y lo extraordinario es su persistente vitalidad, más fuerte que el tiempo, sus modas y sus costumbres. Según los últimos datos, más de 18 mil festejos taurinos se celebran anualmente en España..'
EN CORTO Y POR DERECHO
La dictadura antitaurina
José Carlos Arévalo
En las últimas semanas se ha publicado en el diario El País un anuncio a toda página que pide firmas a los ciudadanos para que la tauromaquia deje de ser patrimonio cultural de España. Dicho anuncio no tiene remitente. Pero como la iniciativa procede del Ministerio de Cultura es de suponer que lo haya pagado el mencionado ministerio con dinero público, el de todos los españoles, los que no son aficionados y los que lo son.
Hace pocos meses un juez ha prohibido el “Toro Júbilo” de Medinaceli, festejo secular cuyos orígenes se remontan a los milenarios festivales del “toro de cuerda” que se celebraban en el Mediterráneo oriental. Por supuesto, la sentencia es pública, pero nadie la ha difundido y defendido. ¿Por qué?
En esta legislatura, el ministro de cultura ha suprimido el premio a las bellas artes que se concedía a los autores de la tauromaquia. Que yo sepa, dicho ministro no ha explicado las razones que avalan su decisión.
Lo más curioso de esta oleada antitaurina, ahora apoyada por el ministerio encargado de conservar y promover la cultura, es que evita un serio debate sobre la tauromaquia. Su titular prefiere el ordeno y mando que exponer los fundamentos culturales, éticos y educativos que justifican el talante represivo -¿personal, oficial?- de su política contra la tauromaquia.
El problema es muy grave. Porque la tauromaquia se remonta en la península Ibérica a tiempos inmemoriales, a un par de milenios antes de que se constituyera la nación española. Y lo extraordinario es su persistente vitalidad, más fuerte que el tiempo, sus modas y sus costumbres. Según los últimos datos, más de 18 mil festejos taurinos se celebran anualmente en España. Más de mil quinientas plazas de toros de fábrica son el escenario de las corridas. Cerca de 400 mil hectáreas, gran parte de dehesa ibérica, todas ellas de alto valor ecológico, conservan el hábitat paradigmático que preserva el ecosistema del toro de lidia, bovino superdotado, el más emparentado con el uro primordial.
Y ahora vienen las preguntas del millón al represor oficial de la tauromaquia:
¿Por qué no justifica con argumentos su política abolicionista?
¿Cómo piensa desmontar las investigaciones biológicas que demuestran que el toro palía su estrés y bloquea su dolor durante la lidia y que por eso embiste?
¿Cuáles son sus argumentos para negar que la lidia es un método etológico deslumbrante, el toreo un arte primordial y el sacrificio del toro una ceremonia radicalmente opuesta a la tortura?
¿Puede aportar alguna investigación que los niños y jóvenes aficionados a jugar al toro en los festejos populares o que presencian corridas son más malos que los ajenos a la Fiesta?
¿Por qué el movimiento antitaurino y su representante oficial, el ministro de Cultura, han elegido la campaña propagandística y no el debate cultural?
Me temo que estos interrogantes queden sin respuesta. Nunca los dictadores, políticos o culturales se han prestado a dar explicaciones.
Burladero.tv / 11 Enero 2025
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