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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

domingo, 12 de octubre de 2014

Hoy, justo hoy, yo no sentaría a Casillas / Juan Manuel Rodríguez



 Ahora Del Bosque ya no acierta ni cuando rectifica y se ha convertido en el verdadero problema más que en la solución.

Hoy, justo hoy, yo no sentaría a Casillas

Juan Manuel Rodríguez
12 de Octubre de 2014  
Vicente del Bosque ya no acierta ni cuando rectifica. La transición debió hacerla él en el pasado Mundial y no la hizo por comodidad y probablemente también por no enemistarse con los futbolistas que habían logrado uno de los mayores hitos de nuestra historia deportiva. Fue entonces cuando, ante la absoluta falta de decisión del entrenador, ante su ausencia de pulso y conexión con la vida real, hubo jugadores (Xavi, Alonso, Villa) que cogieron el toro por los cuernos y dijeron adiós, un portazo en toda regla. ¿O es que acaso alguien duda de que aún seguirían jugando con España de no haber renunciado en su día a la selección?... Si, como le pasa a la ministra Mato, Del Bosque tuviera un técnico detrás del que refugiarse lo haría pero el problema es que el técnico aquí... ¡es él!...

La teoría indica que toda una ex campeona mundial y vigente campeona europea debería pasearse en un grupo de clasificación compartido con Eslovaquia, Ucrania, Macedonia, Luxemburgo y Bielorrusia, pero no. De la derrota ante Eslovaquia, que está clasificada en el puesto 40 del mundo, Del Bosque no extrajo ni una sola conclusión y no vio mayor error que la capacidad del rival, que está por detrás de Austria y por delante de Cabo Verde. Hoy, ante Luxemburgo (nº 127) Del Bosque piensa introducir cinco cambios. Y lo mejor de todo es que dichos cambios, que serán interpretados inmediatamente como un castigo por la derrota del jueves, los decidió justo después de caer ante Eslovaquia y va a escenificarlos frente a un equipo que no es nadie en el panorama internacional. Todo al revés... otra vez.

No es de ningún modo admisible que sean los propios jugadores quienes, ante la falta de decisión, se jubilen a sí mismos, y que luego la prensa (hoy puede leerse en la portada de Marca "El relevo: Alcácer y De Gea son los iconos de una nueva España") marque las sustituciones. Y hay un cambio que entiendo menos que ningún otro, el de Iker Casillas: ¿Por qué sí ante Eslovaquia y no ante Luxemburgo? ¿No era tan malo cambiar de portero? ¿Cómo es posible que Del Bosque siguiera confiando en Iker cuando no era titular en el Real Madrid y, ahora que sí lo es, le dé un partido de dos? Si lo que pretende es proteger al jugador y dejar bien claro que sobre Casillas no se debate, ¿no debería alinearle hoy justo después de una derrota que nos hizo tanta pupa?...

Aunque de boquilla y de puertas para afuera, Del Bosque repite una y mil veces de cara a la galería eso de que entiende las críticas pero no, no las entiende, decididamente no ha comprendido nada de nada. Vicente no acaba de asimilar que al entrenador que ganó el Mundial de 2010 le estén lloviendo tantos palos. La expresión de esa falta de entendimiento por su parte queda materializada en la siguiente frase: "Entiendo las críticas... porque ya llevo muchos años", como si la gente se hubiera cansado de verle ahí. Pero el hastío no es producto de la cara o del nombre del seleccionador, tampoco de que lleve bigote o sea marqués, sino de la debacle de Brasil, telegrafiada por muchos antes de que se produjera. Ahora Del Bosque ya no acierta ni cuando rectifica y se ha convertido en el verdadero problema más que en la solución.

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