Cuando los gaditanos aún están preparando su Carnaval, en el Parlamento español lo iniciaron ayer a bombo y platillo.
Carnaval en el Parlamento
Rafael Comino Delgado
Quede claro que esto lo digo pidiendo antes perdón a todo Cádiz, y especialmente a los aficionados a su tradicional y famosa, en el mundo entero, fiesta, pues decir Carnaval en la tacita de plata es decir ingenio, talento, alegría, amabilidad, cordialidad, cadialidad (cordialidad, amabilidad y simpatía típicas de los gaditanos), diversión, fraternidad, y lo que ayer se vivió en el Parlamento español fue un aquelarre de vulgaridad, mediocridad, odio contenido, mala educación, populismo, mal gusto, ignorancia, analfabetismo, en el que bastantes botarates y botaratas, mochilleros y mochileras, descamisados y mal aseados/as (algunos daban la impresión de no haberse duchado hacía muchos meses. Incluso alguno llevaba un sucio chándal) retozaron a sus anchas. La peor chirigota que imaginarse pueda.
Muchos de todos los componentes del aquelarre celebraban, jubilosamente, que a partir de ahora van a cobrar su primer sueldo por no hacer nada , es decir, por lo mismo que llevan haciendo desde que nacieron, salvo que contabilicemos el organizar huelgas en la Universidad, asistir a manifestaciones, romper lunas de escaparates, quemar coches, insultar a la policía, asaltar capillas, y muchas más tareas parecidas a las mencionadas. A todos estos les tendremos que pagar, a partir de ahora, con nuestros impuestos. Cuando paguen Vds. sus correspondientes impuestos recuerden que parte de ellos van para toda esta gente.
Allí cada uno juró o prometió su cargo con formulas muy diversas (creo que ilegales), inventadas por ellos, pero en las que había muy poca imaginación, muy poco ingenio (lo contrario de lo que pasa en el Carnaval de Cádiz).
Hubo quien dijo, ¡por fin el pueblo ha entado en el Parlamento! Bueno yo opino que no, tal vez porque no lo deseo, pues si eso representaba al pueblo español, apaga y vámonos, porque este país va cuesta abajo y sin frenos, por lo que después de cuatro años de carnaval en su Parlamento (pues tengo la impresión de que mientras dure la legislatura durará ese grotesco , soez y poco ingenioso Carnaval), España será un sucio solar .....
La guinda la puso una señora que empezó ya a utilizar a su bebe, de siete meses, para sus fines políticos, por lo que es previsible que en el futuro lo seguirá utilizando según le interese. ¿Señora respete Vd. a su hijo, aunque sea un poquito y, de de paso, respétese a sí misma, si es que sabe lo que es eso!
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