"...Pues ya estarán comprobando a donde nos han llevado. La espeluznante burla que España acaba de sufrir en el Congreso de los Diputados, supuestamente sede de la soberanía nacional, solo es el comienzo de lo que nos espera..."
Se acentúa la alerta taurina tras el bochornoso espectáculo del Parlamento
Después de contemplar y de escuchar atónitos, escandalizados y hasta asustados el bochornoso espectáculo que dieron gran parte de los nuevos diputados del Congreso en la jornada pre inaugural de la XI legislatura de nuestra democracia (¿), comprendemos por qué esta clase de gentupartidos políticos y hasta de cuantos hasta ayer, supongo, estaban más que dispuestos a coaligarse con toda esta gentuza para alcanzar la presidencia del Gobierno de la Nación Española o de lo que de ella quede, vienen buscando el fin de la Fiesta, además de todo lo que pretenden destruir políticamente.
No es de chocar porque la Fiesta, que es uno de los símbolos que más distinguen a España y a su proverbial cultura, viene conservando los ritos que la conforman desde hace más de tres siglos. Podemos afirmar, por tanto, que este por ahora inamovible conservadurismo choca frontalmente con lo que estamos empezando a padecer políticamente en nuestra patria. Y de ahí el empeño no solo en destrozarla, también y sobre todo de hacerla desaparecer.
Ya estamos viendo hasta donde están llegando las adulteraciones de otras tradiciones netamente españolas como acabamos de comprobar recientemente con las celebraciones Navideñas y con las cabalgatas de los Reyes Magos en las ciudades y en los pueblos en los que gobiernan la extrema izquierda y los separatistas, desgraciadamente en muchos casos con la ayuda del Partido Socialista. Pues a esto mismo van con los toros.
Llevamos ya mucho tiempo alertando a los aficionados taurinos sobre las nefastas consecuencias que tendría votar a estos partidos más o menos contrarios a La Fiesta. Lamentablemente y dados los resultados, ha quedado claro que en las pasadas elecciones generales se han abstenido o han votado muchos aficionados en contra de los partidos para nada contrarios al toreo.
Pues ya estarán comprobando a donde nos han llevado. La espeluznante burla que España acaba de sufrir en el Congreso de los Diputados, supuestamente sede de la soberanía nacional, solo es el comienzo de lo que nos espera.
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