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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

martes, 19 de enero de 2016

LA AFICIÓN TAURINA DE ARTURO USLAR PIETRI / Por Rafael Dupouy Gómez


Arturo Uslar Pietri en los toros, recibiendo un merecido brindis.

LA AFICIÓN TAURINA DE ARTURO USLAR PIETRI

Rafael Dupouy Gómez
Muy pocos conocen la afición taurina que palpitó en el alma del insigne escritor, ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1990, por eso he querido en este artículo, recordar esa faceta prácticamente desconocida por sus biógrafos, historiadores y estudiosos de su vida íntima.

El Dr. Arturo Uslar Pietri, vivió su infancia y juventud en Maracay, Estado Aragua (Venezuela). Siendo hijo primogénito de doña Helena Pietri Paúl y del General Arturo Uslar Santamaría, quien fue funcionario del gobierno del Gral. Juan Vicente Gómez, Presidente de la República de Venezuela, ejerciendo el cargo de Diputado al Congreso de la República y Fiscal General del Estado Aragua.

Señalaba el Dr. Arturo Uslar Pietri en un programa transmitido por Radio Caracas Televisión, moderado por el periodista Emilio Santana, lo siguiente:

“Yo tuve la oportunidad de ver a Gómez desde niño, porque nací y crecí en la Venezuela de Gómez y en Maracay, además. Yo estuve viendo al Gral. Gómez diariamente desde que tenía 8 ó 9 años de edad hasta que fui un hombre, de modo pues, que lo veía casi diariamente. Muchas veces hablé y tuve contacto con él personalmente”.

         
Florencio Gómez Núñez en compañía de su fraternal amigo Arturo Uslar Pietri. Año 1928. Maracay, Estado Aragua (Venezuela). (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

De una gran amistad, nació su afición por los toros

La desbordada afición taurina de los hijos del General Gómez, contagió al notable escritor apasionándose por la Fiesta Brava. Arturo Uslar Pietri, fue cronista taurino en sus años mozos y utilizaba el seudónimo de “Don Critias, el exiguo”. Los entrañables amigos de toda su vida, Juan Vicente y su hermano Florencio Gómez Núñez, fundaron “Guayabita”, la primera ganadería de toros de lidia pura casta española en Venezuela y fueron propietarios e impulsores de la construcción de la hermosa plaza de toros Maestranza de Maracay, joya arquitectónica encomendada a su gran amigo, el arquitecto Carlos Raúl Villanueva.

La columnista del Diario “El Universal” Carolina Jaimes Branger, en su artículo titulado: “¡Hasta siempre, doctor Uslar!”, publicado el 5 de marzo de 2001, recordaba: Hablar de Maracay lo emocionaba mucho, porque su juventud había transcurrido en esa ciudad, y por las historias que contaba, era fácil inferir que fue una de las épocas más felices de su vida. Cuando hablaba de Maracay y decía “nosotros”, indefectiblemente se refería a su amigo Florencio Gómez Núñez, el hijo del General Gómez. Sus ojos se llenaron de lágrimas de emoción al evocarlo:

“Por donde tú vives ahora, nosotros montábamos a caballo y llevábamos a los caballos a tomar agua en la fuente del pabellón”. Y se le quebró la voz cuando nos dijo: “Maracay es para mí una ciudad de muchos afectos. Allí viví mis épocas de muchacho, hice amistades perdurables, tuve mis primeros amores”.

Arturo Uslar Pietri, recibe el Premio Príncipe de Asturias de las Letras de manos de Su Alteza Real el Príncipe Felipe de Borbón en 1990.

¡Cómo te gustaría España!

Su primera novela “Las Lanzas Coloradas”, es publicada y desde París, el 9 de abril de 1931, le escribe a su fraternal amigo Florencio Gómez Núñez, lo siguiente:

“Mi querido vale:

Yo he andado por España y Bélgica, en estos últimos tiempos. ¡Cómo te gustaría España! Pasé un mes en Madrid verdaderamente encantado. No puedes imaginarte que cosa tan simpática es el carácter y las costumbres españolas. Parece que todo estuviera hecho para nuestros gustos y costumbres.

En España arreglé el asunto de la publicación de mi novela “Las Lanzas Coloradas”, y, ayer justamente, acabo de recibir los primeros ejemplares. Por este mismo correo te mando un paquete con tres ejemplares, uno para ti, otro para Vicente, y otro para que me hagas el favor de dárselo tú mismo al General. Creo que la novela te gustará. Se trata en ella de la guerra de independencia, hay batallas, asaltos y el reflejo de la recia alma venezolana. No dejes de escribirme después que la leas, haciéndome saber lo que piensas de ella. Saludos para tu mamá, muchos cordiales recuerdos para Vicente, y para ti un abrazo con todo el cariño inalterable”.

Arturo Uslar Pietri

(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez)

A su regreso a Venezuela, acudió a presenciar las ferias de Maracay de 1934 y 1935, organizadas por los hermanos Gómez Núñez, a quienes les dedicó un hermoso poema sobre la Maestranza de Maracay (Venezuela).

Poema Inédito del Dr. Arturo Uslar Pietri

A Juan Vicente y a Florencio, para su circo, con mi cariño fraternal.

Tras estos muros de Arabia
que pálida está la arena,
huele a peligro y a sangre
a vino y a petenera;
las sombras caen oblicuas
y detrás de cada puerta,
como una arteria, palpita
un toro de seda negra.
Blancas manos hay cruzadas
en un desmayo que reza,
hondos ojos de mujer
iluminan la tragedia.

Tras estos muros de Arabia
ya va a estar roja la fiesta.
Antes que el toro solemne
y la cuadrilla serena
en el silencio del circo
dos imágenes se sueñan:
las de dos mozos parejos
en dos jacas pintureras,
el zahón hasta la bota,
el cordobés en la ceja,
el pecho fuerte ceñido
en la estrecha guayabera,
el uno claro y sonriente
tipo fiel de Venezuela,
el otro majo y moreno
como nacido en la sierra;
mucho metal el jaez
mucha pólvora la bestia,
al ritmo de cada paso
tintinea una cadena,
los ojos adormecidos
y una estrella en cada espuela.

Tras estos muros de Arabia
dos imágenes campean. 

Arturo Uslar Pietri, Maracay, 20 de enero de 1934.

(Archivo: Hnos. Dupouy Gómez)

En el hermoso poema, donde se refleja el palpitar de su afición taurina, Arturo Uslar Pietri, describe a sus fraternales amigos, los hermanos Gómez Núñez, como dos mozos parejos. A Juan Vicente con semblante “claro y sonriente tipo fiel de Venezuela” y a Florencio “majo y moreno como nacido en la sierra”.

Entre los toreros contratados por los hermanos Gómez Núñez para la Feria de Maracay de 1934, figuró Manolo Bienvenida, quien había toreado en la pasada Feria del año 1933, inaugurando la Maestranza de Maracay. En esta ocasión, incluyeron en los carteles a Pepe Bienvenida, para que debutara en su plaza, alternando con su hermano. Manolo y “Pepote” Bienvenida, eran grandes amigos de juventud de los hermanos Gómez Núñez. Durante la Feria, vino acompañando a sus hijos don Manuel Mejías Rapela el “Papa Negro”. Los otros matadores de toros españoles que vinieron contratados, para completar los carteles junto a Manolo y Pepe Bienvenida, fueron Nicanor Villalta y Antonio García “Maravilla”.

Rafael Dupouy Gómez en compañía del Dr. Arturo Uslar Pietri. Caracas. Año 1994. (Archivo: Hnos. Dupouy Gómez).

Para las Ferias de Maracay de 1935, contrataron los hermanos Gómez Núñez a la gran figura del toreo de España, el genial artista sevillano, Manuel Jiménez “Chicuelo”, al diestro venezolano Eleazar Sananes “Rubito” y el valenciano Vicente Barrera que participó en las tres corridas de las Ferias de Maracay de 1935, al igual que “Chicuelo”. También vino el matador de toros mexicano David Liceaga y el español Juan Martín Caro “Chiquito de la Audiencia”.

Arturo Uslar Pietri, fue invitado muchas veces por Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez, a la ganadería “Guayabita” y tuvo la oportunidad de conocer, conversar y fotografiarse con los famosos diestros Manuel Jiménez “Chicuelo” y Vicente Barrera en la dehesa aragüeña.

En raras ocasiones, el notabilísimo escritor, se atrevió a poner en práctica su afición ante la cara de una vaquilla en las haciendas “La Providencia” y “Guayabita” de los hermanos Gómez Núñez. Amenas tertulias y sabrosas terneras formaban parte de la vida sana en el campo, en compañía de sus amigos Efraín Gómez, Mario Pacheco, Roberto Santana Llamozas, Ramón Martínez Ruí, Vicente Martínez, Heriberto Ramírez, Alejandro Funes, Abelardo Martínez Machado y los comandantes Diego Rodríguez Garmendia, Pedro Francisco Pereda Bermúdez y Francisco Leonardi.

El Dr. Arturo Uslar Pietri, celebró en varias ocasiones su cumpleaños en Madrid, porque coincidía con la Feria de San Isidro. Muchas veces se le pudo ver en la Monumental de Las Ventas disfrutando las corridas de toros que tanto le apasionaban.

El maestro Sebastián Palomo Linares, gran amigo del intelectual venezolano y de su hijo Federico Uslar, le regaló un capote que conservó el escritor en un lugar especial de su hogar.

Entre los innumerables premios y condecoraciones nacionales e internacionales, Arturo Uslar Pietri en 1959, fue elegido Miembro Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua. En 1973, conquistó el Premio Hispanoamericano de Prensa Miguel de Cervantes, le concedieron la Gran Cruz de la Orden de Isabel La Católica en 1984, el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, promovió la “Semana del Autor” en 1986 y recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1990 como un merecido homenaje al más importante exponente de la intelectualidad venezolana. Falleció el 26 de febrero de 2001, a la edad de 94 años en su residencia caraqueña.

Su afición taurina se evidencia en este artículo, que dedico como afectuoso recuerdo a su memoria.

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