la suerte suprema

la suerte suprema
Pepe Bienvenida / La suerte suprema

sábado, 6 de agosto de 2016

JJ.OO. : La sonrisa de Nadal


El balear se muestra muy emocionado al salir al frente 
de la delegación española con la bandera en las manos
Nadal, eufórico como abanderado de España en Río - AFP
La sonrisa de Nadal

LAURA MARTA
Abc / Río De Janeiro, 06/08/2016 
A pesar de las lesiones y las derrotas que ha sufrido a lo largo de su carrera, el momento más difícil de todos fue renunciar a los Juegos de Londres 2012. Por perderse la oportunidad de defender su oro de Pekín y, sobre todo, por no poder salir el primero en el desfile inaugural. Cuatro años después, Rafa Nadal ha podido quitarse una gran espina que tenía clavada desde entonces. Siempre había confesado que estaría más que orgulloso de ser el abanderado español y con creces lo demostró cuando el presentador de la gala grito «Espanha».

Con una sonrisa resplandeciente en la cara, Rafa Nadal lideró al equipo español bandera en mano. Aunque había asegurado que no estaba nervioso por el acontecimiento, al balear se le vio emocionado en esos momentos. No era para menos, pues Maracaná redobló los aplausos en cuanto salió el tenista a escena. El deporte le había dado la oportunidad de acudir a esta cita ya en Londres, y la lesión se lo impidió. Su constancia, su esfuerzo y sus éxitos le dieron una segunda oportunidad en Río. Y esta vez sí, Nadal luce con orgullo la bandera de España en unos Juegos Olímpicos.

No llega en su mejor momento y el dolor de la muñeca lo persigue desde hace meses, pero ya dijo que perderse dos veces esta oportunidad hubiera sido demasiado duro. Por fin, Nadal cumple su sueño.

Por detrás del de Manacor, unos eufóricos deportistas españoles, con el móvil como amigo íntimo para capturar la instantánea. Tan emocionados todos que hasta se adelantaron al abanderado, que no dejaba de mirar a todos los lados del abarrotado estadio brasileño.

De rojo y azul, y con sombrero, los deportistas que protagonizaron el desfile agradecieron el cariño del público con fotos y saludos. Algunos no han podido asistir al tener que competir en la mañana siguiente, pero la mayoría no se han podido resistir a reclamar su momento de gloria.

Aunque también muchos de los que desfilaron se marcharon después de un rato. La organización había dispuesto autobuses para que los atletas no tuvieran que esperar toda la larga ceremonia en caso de querer descansar antes de la competición. Fue el caso de las chicas de balonmano, que tuvieron libertad para asistir aunque el sábado se enfrenta en su primer partido contra Montenegro.

Pero antes de irse, compartieron autofotos con compañeros de deporte y de otros deportes. Era su momento. Como fue el de Nadal, por fin con la bandera en la mano. No extraña así su amplísima sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario