"...Sin la BBC, sin Pepe, Kroos, Modric y Keylor, con una alineación con siete españoles por primera vez desde la conquista de La Octava (3-0 ante el Valencia, que en 2000 partía como claro favorito... como todos) y después de ver cómo el árbitro pitaba un penalti dudosísimo y le anulaba injustamente a Ramos un gol absolutamente legal, contra todo y contra todos... el Real Madrid volvió a resucitar..."
La Supercopa es pasado, ahora... ¡a por el Mundial!
El otro día leía a un afamado periodista antimadridista, y por lo tanto objetivísimo, que Asensio era el "fracaso de Florentino" y que, aunque al entrenador le entusiasmase su fútbol, Marco no entraba "en el negocio del presidente". Es curioso porque fue precisamente Pérez quien trajo al chico hace dos años (¿estará conspirando Florentino contra sí mismo?) antes de que Zidane llegara al puesto de primer entrenador, y ayer, en la Supercopa ante el Sevilla, me pareció ver en el once titular a un lindo gatito muy parecido al balear: un metro y ochenta centímetros, moreno, buen manejo de balón, gran pase... Es más: si no fuera porque tengo en alta estima las opiniones del susodicho colega de la prensa, juraría que fue Asensio quien abrió el marcador con un soberbio golazo. Así que Marco Asensio, que le costó 3,7 millones de euros al Real Madrid, jugó en lugar de James Rodríguez, cuyo precio rondó los 80 millones y que, según el mismo periodista, vino aquí para engrasar los negocios de ACS en Colombia. Todo encaja.
Sin la BBC, sin Pepe, Kroos, Modric y Keylor, con una alineación con siete españoles por primera vez desde la conquista de La Octava (3-0 ante el Valencia, que en 2000 partía como claro favorito... como todos) y después de ver cómo el árbitro pitaba un penalti dudosísimo y le anulaba injustamente a Ramos un gol absolutamente legal, contra todo y contra todos... el Real Madrid volvió a resucitar. Lo hizo, por cierto, con un golpe de autoridad con tintes temerarios de Zinedine Zidane, alineando como decía a Asensio por delante de James, dejando de salida en el banquillo a Benzema, que se notó que aún no anda bien, y a Modric o aparcando directamente en su casa a Bale, tras conversación con el propio jugador. Zizou tomó más decisiones y asumió más riesgos en un sólo partido, y de enjundia además, con un título europeo en juego, que muchos de los entrenadores que han pasado por el equipo blanco a lo largo de la historia. Lo que anoche demostró Zidane es que se ha hecho definitivamente con las riendas.
Capítulo aparte merece sin duda la aportación de Ramos, la mejor cabeza europea después de Winston Churchill, por supuesto que con permiso de don Telmo Zarra. Sergio volvió a rescatar al Real Madrid y, como en Lisboa, de nuevo en el minuto 93, cuando los de Sampaoli ya estaban festejando el primer título de la temporada. Dentro de veinte días se cumplirán once años desde que Ramos fichó por el Real Madrid y después de ese tiempo, y con los lógicos altibajos que existen en toda relación duradera que se precie, sigo diciendo que, para ser justos, Florentino Pérez tendría que coger el primer AVE para pagarle otros veinte millones de euros más a Pepe Castro. Ya no lo recuerdo porque ha transcurrido mucho tiempo desde entonces pero supongo que aquella decisión de fichar a Ramos ("el primer fichaje español de Florentino") sería tambien controvertidísima y es probable incluso que el jugador viniera para engrasar los negocios de ACS en Sevilla, lo mismo da que da lo mismo. La Supercopa es pasado, ahora... ¡a por el Mundial!...
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