"...Tengo la impresión de que, al ver a Raúl abrazándose sonriente al hombre que comparó con unos cerdos a los jugadores del Real Madrid, el madridismo sentenció lo mismo que dicen que exclamó César: "¡Tú también, Raúl, capitán mío!"... ¿Qué hacía ahí Raúl? ¿Qué hacía ahí el emblema madridista, el capitán más joven de la historia del club deportivo más grande de la historia?..."
- Tú no eres embajador de Tebas sino del Real Madrid y si te reconocen cuando vas por Nueva York no es por el Sporting, el Celta o el Villarreal sino porque fuiste uno de los tres mejores jugadores de la historia del once veces campeón de Europa.
Tu quoque, Raúl, capitán mío!...
Cuentan que, justo antes de ser apuñalado por Marco Junio Bruto en el teatro de Pompeyo, Julio César pronunció las siguientes palabras dirigidas hacia el sobrino de Catón El Joven: "Tu quoque, fili mi!", o sea "¡Tú también hijo mío!"... La sorpresa del dictador venía del hecho de que Bruto, de quien se rumoreó durante un tiempo que podría ser hijo de Julio, se había alineado con Pompeyo y contra César y, aún así, éste le había perdonado la vida e incluso acabó nombrándole gobernador de la Galia. Así, la locución latina "tu quoque" suele utilizarse para indicar la ingratitud por los beneficios recibidos respectivamente. La historia acabó mal para ambos porque, después del asesinato de César, Bruto acabaría suicidándose al arrojarse sobre su espada.
Tengo la impresión de que, al ver a Raúl abrazándose sonriente al hombre que comparó con unos cerdos a los jugadores del Real Madrid, el madridismo sentenció lo mismo que dicen que exclamó César: "¡Tú también, Raúl, capitán mío!"... ¿Qué hacía ahí Raúl? ¿Qué hacía ahí el emblema madridista, el capitán más joven de la historia del club deportivo más grande de la historia? ¿Qué hacía ahí Raúl estrechando la mano del directivo culé que en marzo dijo que el Real Madrid había ganado sus primeras seis Copas de Europa gracias a Francisco Franco?... Jordi Cardoner faltó gravemente al respeto a una de las generaciones de futbolistas más fantásticas de la historia; Cardoner faltó al respeto a Di Stéfano, Puskas, Gento... ¿Qué hacía Raúl compartiendo el mismo espacio físico que ese individuo?
"Tu quoque, Raúl, capitán mío!"... ¿Tú también?... Has destrozado el corazón a cientos de miles de madridistas que no aciertan a comprender cómo es posible que te fotografíes con Stoichkov, que hace nada le dijo a Figo que, si le viera por la calle, le insultaría. Tú no eres embajador de Tebas sino del Real Madrid y si te reconocen cuando vas por Nueva York no es por el Sporting, el Celta o el Villarreal sino porque fuiste uno de los tres mejores jugadores de la historia del once veces campeón de Europa. Aún en silla de ruedas, Di Stéfano habría salido pitando de ese acto. ¿Qué será lo próximo, capitán? ¿Posar con la camiseta del Barça? ¿Besar el escudo culé?... Esa embajada no vale ni la cuarta parte del precio que estás pagando por ella. Renuncia y libérate. Y pide perdón.
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