Juan de Castilla. Foto: Jorge Arturo Díaz Reyes
El novillero antioqueño recibió tres generosas orejas, mientras el venezolano Colombo solo una por dos faenas de gran predicamento. Encastada novillada de Paispamba.
Jesús Enrique Colombo
El palco juzgo con distinta medida su primera faena dando una oreja y desoyendo la fuerte petición de segunda y de otra más en el sexto al cual había pinchado dos veces y rodado de gran volapié. ¿Por qué sería?
Juan de Castilla en hombros
Manizales, Colombia, I 02 17
Don “Kike” Álvarez trajo un encierro digno y embestidor para la inauguración de la feria 62 de Manizales. Hechuras Juanpedreñas , cuatro negros y dos jaboneros. Moderados de armamento pese a que el sexto era playero. De romana, hubo plausible simetría, sin excesos ni hambruna. Tres tumbos pregonaron que los caucanos vinieron desayunados y no precisamente a jugar. Si algún defecto acusaron fue ir a menos al final de las faenas largas que ahora cuando el toreo se ha hecho más espectáculo que rito están de moda. Todos los arrastres fueron aplaudidos, menos el del quinto cuya lidia deslavazada lo hizo ver menos bueno de lo que era. Pasa con nota el ganadero español afincado en el Valle del Cauca.
Juan de Castilla, Tras larga cambiada postrada y lanceo a dos manos fue desarmado cuando remataba otra vez de rodillas. El trasteo al primero correcto pero poco expresivo fue acogido con algarabía incluso en el nuevo desarme al natural. La estocada desprendida recibiendo convenció a la clientela pero más al palco que arrojó la bandera doble antes de que se lo pidieran. Con el cuarto, picado en la puerta por Adelmo Velasaquez tras derribo aparatoso de Diego Ochoa, la cosa fue de cal y arena temple y trompicones, unipase y poca ligazón, más emoción en la grada que en la arena. El pincho, la estocada delantera caída y el descabello no fueron óbice para la tercera peluda cortesía de la autoridad.
Andrés Manrique, uno de los huelguistas de la Santa María, pasó silenciado en sus dos turnos con dos novillos ni peores ni mejores que los de sus alternantes. Quizás lo más relevante lo realizó en el quite por saltilleras al aplaudido segundo. Tras un trasteo sin brillo ajustó cuentas con espada vertical pasada y descabello.
El venezolano Jesús Enrique Colombo, ya tiene cauda electoral en esta plaza y refrendó los argumentos con que se la ha ganado. Toreo de tres tercios, con la emoción como razón de ser. Fresco, alegre, carismático, varió con el capote y la muleta, bulló en banderillas. Verónicas, chicuelinas, largas, nicanoras, faroles, revoleras. Pares al sesgo y la cuarteo, no todos en sitio pero sí de impactante ejecución. Toreo en redondo de rodillas, cites de largo, derecha e izquierda, ayudados, trincheras y firmas. Aguantado y creativo prendió fiesta ruidosa con sus dos utreros. El palco juzgo con distinta medida su primera faena dando una oreja y desoyendo la fuerte petición de segunda y de otra más en el sexto al cual había pinchado dos veces y rodado de gran volapié. ¿Por qué sería?
Comenzó bien la feria, con un sol esplendoroso, embestidas a granel y público entusiasta que copó tres cuartos de aforo, pese a que la corrida comenzó quince minutos tarde por un trancón monumental que produjo la cabalgata simultán ea. Ojalá sigamos así pero que Usía se ponga serio y equitativo.
FICHA DEL FESTEJO
Lunes 2 de enero 2017. Monumental de Manizales. 1ª de feria. Sol. Tres cuartos de plaza. Con picadores.
Seis utreros de Paispamba (en Parladé), bien presentados y encastados aunque con poco fondo.
Juan de Castilla, dos orejas y silencio.
Andrés Manrique, silencio y silencio tras aviso.
Jesús Enrique Colombo, oreja y ovación de despedida tras fuerte petición.
Incidencias: Al terminar el festejo Juan de Castilla salió a hombros. Saludaron Emerson Pineda y “El Popis” tras parear al 1o, y Ricardo Santana al 5o.
No hay comentarios:
Publicar un comentario