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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 2 de julio de 2014

Feria Burgos: lo que pasa en las plazas de toros es el reflejo de lo que ocurre en España / J. A. del Moral



"...lo que está aconteciendo este año en el Burgos taurino es un fiel reflejo de lo que ocurre en España con la locura que se ha desatado a cuenta de un impertinente sujeto que pretende acabar con lo establecido y meternos en un régimen bolivariano a la española. Algo que la mayoría silenciosa y razonable que domina en la piel de toro ibérica no debería consentir de ninguna de las maneras..."

J. A. del Moral
Los presidentes de las corridas de toros deberían ser sancionados y hasta destituidos si persisten en incumplir el reglamente que están obligados a defender y en estas estamos en la feria burgalesa que ayer terminó. Nunca fue lo que se dice entendido el público de la plaza de El Plantío. Pero si los presidentes actúan llevados por las plebeyas preferencias de sus paisanos, el desarrollo de los festejos termina por desvirtuar la esencia y los resultados de los espectáculos con lo que tal dislate lleva a la pésima educación de los espectadores, aquí tantas veces más favorecedores de lo vulgar y hasta de lo malo en detrimento de lo mejor.

Si lo que pasa en las plazas de toros es el reflejo de lo que ocurre en España – no se puede entender este país sin saber lo que ocurre en los ruedos taurinos como bien dijo el gran Ortega y Gasset -, lo que está aconteciendo este año en el Burgos taurino es un fiel reflejo de lo que ocurre en España con la locura que se ha desatado a cuenta de un impertinente sujeto que pretende acabar con lo establecido y meternos en un régimen bolivariano a la española. Algo que la mayoría silenciosa y razonable que domina en la piel de toro ibérica no debería consentir de ninguna de las maneras.

Cada vez que vengo a Burgos tengo por costumbre visitar la catedral y antier lo hice durante casi toda la mañana recorriendo detenidamente todas las dependencias, capillas, claustros y museos que alberga el maravilloso e histórico recinto. Y me emocioné además al pensar en lo que supone esta maravilla arquitectónica y religiosa como símbolo de lo que fue y es España, sus tradiciones católicas, sus valores y principios, su arte y su cultura que desde aquí expandimos a todos los confines que alcanzamos durante nuestro perdido imperio. Es absolutamente inexplicable e incomprensible que, al cabo de tanto tiempo y tras haber gozado del periodo más fecundo, pacifico y conciliador de nuestra historia, haya gentes jóvenes que sin saber siquiera lo que fue y es España, quieran destruirla en un pispás político de bajísima estofa.

Ayer terminó esta feria con la pena que siempre sentimos en los finales de todas y eso que esta fue muy corta. Pero más pena nos da haber sido testigo de una perversión taurina intolerable. Con estos pensamientos acudimos a la plaza del Plantío para ver cómo salían los toros de Alcurrucén y qué hacían con ellos Juan José Padilla, Sebastián Castella en pleno y satisfactorio trance de recuperación e Iván Fandiño. Ojalá que es esta no se nos vuelvan a caer los palos del sombrajo.


Valiosa oreja para Castella en muy importante actuación

La buena faena del espada francés al noble segundo toro de la muy desigual corrida de Alcurrucén y la realmente importante que construyó en el mansurrón quinto del que cortó una oreja de gran valor tras sacar lo bueno que llevaba muy dentro, pusieron de manifiesto la recuperación que está viviendo en sus últimas actuaciones. Parece que Castella vuelve por sus mejores fueros y hay que celebrarlo. Muy mala tarde de Juan José Padilla que evidenció un grave declive profesional. Y simplemente cumplidor el siempre entusiasta y valiente Iván Fandiño. Climatológicamente, la jornada fue tan invernal como molesta por el viento reinante.

Burgos. Plaza de El Plantío. Miércoles 2 de julio de 2014. Cuarta y última de feria. Tarde invernal y muy ventosa con media entrada. 
Seis toros de Alcurrucén, muy bien presentados con variedad de pelaje y de vario juego. Muy tardo hasta pararse el primero. Bravo y noble aunque a menos en brío el segundo. Tardo, escarbador y corto de viajes el tercero. Más que manejable el dócil aunque tardo cuarto. Bravucón con mucho que torear el quinto. Noble por el lado derecho aunque muy a menos el sexto.

Juan José Padilla (berenjena y oro): Media estocada caidita, silencio tras algunas palmas. Pinchazo, estoconazo traserísimo y veinte descabellos, dos avisos sin que el torero quiera seguir para volver a intentarlo y continuar hasta pegar el definitivo, palmas la toro y pitos para el matador. 
Sebastián Castella (marino y oro): Dos pinchazos y estocada, ovación. Pinchazo y estocada trasera desprendida, oreja muy valiosa.
Iván Fandiño (celeste y oro): Estoconazo muy trasero de lentos efectos y descabello, dos avisos y silencio. Tres pinchazos y estocada, silencio.


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