Y es que pasear por Úbeda es una sensación maravillosa, donde sus casas señoriales palacios ancestrales, nos trasladan a la época medieval y sus, plazas, calles y monumental conjunto arquitectónico religioso, con templos de una belleza y de una importancia arquitectónica universal.
ÚBEDA
DESDE MI ATALAYA
Es un orgullo y un honor ser de Jaén, por muchas razones, pero si uno se pasa por Úbeda o por Baeza ese orgullo se sublima en lo arquitectónico y en lo cultural pues la belleza y la historia de estas dos ciudades jienenses, Patrimonio de la Humanidad, son sin lugar a dudas el mejor exponente de satisfacción y de gozo para todos los españoles y de forma muy especial una extraordinaria herencia para todos nosotros las gentes de Jaén.
Y es que pasear por Úbeda es una sensación maravillosa, donde sus casas señoriales palacios ancestrales, nos trasladan a la época medieval y sus, plazas, calles y monumental conjunto arquitectónico religioso, con templos de una belleza y de una importancia arquitectónica universal, te embargan el ánimo y te transportan a aquellos años de historia en los que Felipe II decía: "En España nunca se pone el sol", porque éramos nosotros los que dominábamos el mundo.
Yo voy a menudo a Úbeda, con mi hijo y nietos, e independientemente de la época en que vayas la verdad es que siempre es una una gozada ese viaje, porque cuando caminas sobre piedras, no sobre asfalto, notas una gran diferencia que aunque te duele más el pisar ese antiguo pavimento pétreo, te compensa sobremanera el estar pisando y disfrutando las calles, las fachadas, los monumentos, y la belleza, que otros españoles, jienenses y ubetenses, hicieron realidad hace varios siglos.
Es esta bellísima ciudad todo un museo al aire libre, es toda una lección de turismo y de historia para lo niños, los adolescentes, y todos los demás, una visita por “los Cerros de Úbeda" es obligada, porque aquí aunque también hay muchos olivos, lo más importante hay que verlo, patearlo y disfrutarlo dentro de esas casas y calles que llevan más de VI siglos mostrando al mundo, quienes eran y quienes somos, los andaluces de Jaén.
Otro día que vaya por allí visitaré Baeza y escribiré sobre ella, que es la otra joya del medievo jienense y, esta además, tiene el particular privilegio de haber tenido en sus aulas, como profesor, al insigne, poeta y escritor D. Antonio Machado.
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