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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

jueves, 20 de enero de 2022

Haaland Land / por Juan Manuel Rodríguez

 Erling Haaland, en un partido con el Borussia Dortmund

Haaland Land

Si las finanzas se lo permiten, y parece que eso es efectivamente así, al Real Madrid no le va a quedar más remedio que ir a por el delantero noruego del Borussia Dortmund Erling Haaland. No es sólo ya un fichaje estratégico propio, que lo es, sino también ajeno puesto que el aparente interés y la insistencia, sea fingida o real, de Laporta por hacerse con el futbolista obligan al presidente del Real Madrid, que tiene mejor mano que el Barça. Es cierto lo que el otro día dijo aquí mismo Pepe Herrero: a la pregunta de si existía alguna posibilidad de que Haaland recalase en el equipo azulgrana, un alto ejecutivo del equipo blanco respondió que no; y a la pregunta acerca del esfuerzo que el Real Madrid tenía pensado realizar por el goleador del 0 al 10, éste mismo alto ejecutivo contestó que entre 0 y 1. Y, ante la sorpresa que generó dicha respuesta, repreguntado por el motivo, el señor Real Madrid respondió que no creían que Mbappé y Haaland pudieran funcionar en el mismo vestuario. Y esa, queridos amigos, no es una respuesta futbolística sino psicológica; tampoco es una respuesta económica, nadie dijo que la operación estuviera fuera de su alcance, no, sino que alguien, quien fuera, pensaba que esos dos gallos acabarían siendo un problema si se veían obligados a convivir en el mismo vestuario. Es, insisto, una respuesta médica y no deportiva o económica: son jugadores compatibles, complementarios y cuyo estilo de juego puede verse beneficiado por el del otro.

El Real Madrid tiene que ir, está obligado a hacerlo. Y tiene que ir porque si, por esas cosas que tiene el fútbol, al final es cierto que Laporta se topa con una sorprendente solución económica, el presidente del Barça va a tratar de hacerse fuerte en lo que respecta a su amistad con Raiola. Y si el Real Madrid trae, como está previsto, a Mbappé mientras que el Barça consigue atar a Haaland, el equipo blanco habrá hecho un pan con unas tortas y el gran triunfador será indudablemente el club catalán. Y no porque Haaland sea mejor que Mbappé, que yo creo que no lo es, sino porque teniendo en las arcas más dinero que el tío Gilito y pudiendo abusar de una situación económica de quiebra del máximo rival nacional, no sería de ningún modo entendible que el Madrid no acudiera a la subasta por un hipotético problema de egos, que deberían solucionar los jugadores y el entrenador, que para eso son los profesionales. Si además el Real se ahorró este verano entre 160 y 180 millones de euros, que fueron rechazados por el PSG para traer en verano a Mbappé, que no se explorara la posibilidad de traer a Haaland, impidiendo así que lo hicieran el Barça aquí o el City allá, sería un error histórico.

Sería un error histórico, además, porque yo creo que el chico está loco por la música y quiere venir al Madrid. Salvo que sea Mbappé el que pretenda torpedear su fichaje, y no le veo haciendo eso, a mí no me vale que en el club haya quien piense que ambos jugadores no podrían convivir en el mismo vestuario. ¿Quién lo piensa? ¿Y por qué? Hay dinero, Haaland es uno de los mejores futbolistas del mundo, al equipo le vendría extraordinariamente bien su incorporación y el chico hace guiños constantes que dejan en evidencia su querencia por el blanco. En el Dortmund quieren verle levantando la Champions en el Bernabéu, el Real está en vísperas de estrenar un estadio de fútbol que va a ser la envidia mundial, el padre está encantado, la madre ilusionada, la novia (si tiene) maravillada, Noruega es blanca ... ¿Entonces? ¿Dónde está exactamente el problema?

Así que, Florentino, hazlo. O, al menos, inténtalo. Otra cosa bien distinta sería que fuera usted a la casa del jugador a preguntarle y éste le dijera que ya se había decidido por la Premier. Pero si queda una mínima posibilidad (y más aún si dicha posibilidad es grande, como yo creo que lo es), lo que no puede ser es que a una cuestión deportiva se responda con un matiz de carácter psicológico o psiquiátrico. Y mucho menos puede ser que a alguien en la T4 se le venga por ejemplo a la cabeza el Madrid de los galácticos y cómo acabó aquella aventura. Esta es otra aventura, es la aventura que toca escribir hoy, ni ayer ni mañana sino hoy, ahora, en este momento. Y el Real Madrid tiene que ir porque ahora mismo Haaland es la gran ilusión merengue porque todo el mundo da por hecho que Mbappé ya lleva un rato largo calentando en la banda del estadio Santiago Bernabéu. Si Joan Laporta tiene pánico a que Haaland vista de blanco y está tratando de torpedear la operación es porque sabe que, con Erling y Kylian en el equipo, el Real Madrid se asegura años de éxitos y títulos. Hazlo, Florentino, hazlo. Porque el título de la película es Haaland Land.

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